EDITORIAL

Saldo positivo para el Concejo Municipal

La historia de las últimas décadas y una seguidilla de malas experiencias hicieron que los cuerpos políticos colegiados en la Argentina no gocen de buena imagen ante la sociedad en general. No importa quiénes los integren, ni la calidad de sus desempeños. En general, se encuentra instalada la idea de que diputados, senadores o concejales trabajan poco y ganan demasiado.

Sin embargo, las generalizaciones suelen ser injustas. Durante los últimos cuatro años, el Concejo Municipal de Santa Fe se convirtió en un ámbito donde primaron la negociación y el diálogo político, más allá de que cada uno de sus integrantes haya defendido posturas que en muchos casos resultaron contrapuestas. Hubo momentos de tensión y de discursos vehementes, es cierto, pero de eso se trata la política.

Durante la última sesión, los seis concejales que abandonarán sus bancas a partir del 10 de este mes hicieron un balance de sus gestiones y, cada uno de ellos, tuvo expresiones de agradecimiento que demostraron el buen clima que se logró alcanzar en el Concejo. Entre los seis concejales que se van, aparecen oficialistas y opositores. Ninguno de ellos se manifestó de forma negativa o agraviante hacia sus pares. No hubo pase de facturas, ni reproches. A su manera y desde el lugar que ocupan en la política, demostraron haberse sentido parte del cuerpo que en pocos días se verá renovado.

Es verdad que, por motivo de la seguidilla de elecciones, durante el año que termina la labor legislativa del Concejo fue menos intensa que en años anteriores. Pero también es cierto que desde 2007 se trataron y aprobaron proyectos importantes para la ciudad.

Entre ellos se destacan la aprobación del Reglamento de Ordenamiento Urbano en diciembre del año pasado, la nueva organización del Sistema de Estacionamiento Medido, la creación del Área Industrial Los Polígonos y la creación del ente autárquico del Mercado Norte. También se aprobaron los pliego de bases y condiciones para la concesión del servicio de captura y explotación de biogás, se sancionó el Plan de Actualización Catastral y la norma que obliga a actualizar anualmente la declaración jurada de bienes a funcionarios y empleados del Concejo.

Aparecieron temas que generaron discusiones fuertes y saludables, como ocurriera con el proyecto de tren urbano para la ciudad. Sobre el particular, hubo concejales opositores que criticaron el apresuramiento del Municipio en comprar los trenes antes de realizar estudios de factibilidad técnica y económica, sin autorizaciones nacionales para su funcionamiento y sin que el tema fuera debatido convenientemente en el Concejo. Aun así, apoyaron la idea y reclamaron que la Nación no colocara trabas al desarrollo del proyecto.

En definitiva y más allá de las falencias que seguramente existieron, en general el Concejo cumplió durante los últimos cuatros años un rol destacado y promovió debates sanos para el desarrollo de la ciudad. Sobre los nuevos integrantes del cuerpo recaerá, a partir de ahora, la responsabilidad de continuar trabajando en este sentido.