Jorge Molina salió a contestarle al presidente...

“Me molesta que Spahn diga que represento a Rosales”

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Molina habla, Spahn escucha. La relación entre ambos sigue generando estallidos. El vice salió a replicarle luego de que el presidente dijo que actuó en representación de Rosales. Foto: Mauricio Garín

El vicepresidente primero dijo que “por bastante menos de 40 ó 50.000 dólares, Rosales se puede ir” y advirtió que hay que depurar el plantel. Pidió que haya más reuniones de comisión directiva.

 

Enrique Cruz (h)

Jorge Molina fue muy duro y por primera vez en mucho tiempo —desde que fue desplazado de la conducción del fútbol de Unión nunca había tenido una aparición pública tan crítica y contundente— habló de varios temas, empezando por todo lo que rodea a la situación de Paulo Rosales. El presidente de Unión, Luis Spahn, hizo declaraciones en La Plata —que ayer publicó El Litoral— donde se refirió a Jorge Molina y dijo textualmente que “apareció en su momento en representación de Rosales y eso no es cómodo porque él es vicepresidente del club”.

—Arranquemos por el tema Rosales, Jorge. ¿Qué tenés para decir en función de lo que dijo el presidente?

—Que antes de irse a Estados Unidos y en presencia del dirigente Fabián Brasca que estuvo de testigo en la charla, el propio Luis Spahn me pidió que me ocupara del tema Rosales y eso fue lo que hice. Me molesta que Luis desconozca lo que hablamos y lo que me pidió, en presencia de otro dirigente. Cuando llegó de Estados Unidos, me encargué de hablar con Luis y de comunicarle lo que hablé con Paulo. Mi contacto con Paulo es como vicepresidente de la institución, siempre fue así cuando rozábamos los intereses de la relación económica y contractual, y no como “representante” o algo que se le parezca. El cuerpo técnico también estuvo al tanto de la situación. Y es mentira lo que se dijo por allí, en el sentido de que Paulo no había querido viajar a Buenos Aires al partido con San Lorenzo o que no quería jugar. Fue, jugó, la “rompió”, hizo el gol y ganamos. Se entregó por entero como siempre. Lo que me molesta es que se plantee una incompatibilidad de intereses. Me molesta y me preocupa que se piense de esa manera, porque nunca dejé de actuar como vicepresidente del club y sin poner palos en la rueda.

—¿Hablaste con Spahn?

—Lo llamé ayer en varias ocasiones al enterarme y leer sus declaraciones, pero no me atendió.

—¿Pensás que la decisión de encargarte el diálogo con el jugador se debe a esa buena relación con él?

—Yo tomé de buena forma que me encargue este tema, porque con Paulo tengo una relación excelente y él tiene todavía el contrato que percibía en la B Nacional. Y a eso hay que arreglarlo.

—En otro momento, Spahn dijo que el contrato con Rosales se tendría que haber arreglado antes y no esperar a este momento, en el que faltan seis meses para su culminación...

—No lo comparto, es una falacia. ¿Cómo se puede arreglar un contrato con un jugador estando en la B Nacional y sin saber en qué categoría se jugará?. Del contrato de Rosales se debió empezar a hablar cuando terminó la anterior temporada, la del ascenso, porque allí cambiamos de categoría y empezamos a manejar otros valores. Te repito: ¿se pudo haber actualizado o renovado un contrato hace un año, por ejemplo, cuando todavía estábamos en la B?, nosotros ascendimos en la última fecha, les recuerdo.

—Si un club quiere llevarse a Rosales en este momento, ¿cuánto vale su pase?

—El convenio estipula que el jugador puede rescindir pagándole al club lo que le falta percibir en los meses que restan para terminar el contrato.

—O sea que estamos hablando de seis sueldos...

—Claro.

—¿Por 40 ó 50.000 dólares, Rosales se puede ir de Unión?

—Por bastante menos que ese dinero que acabás de mencionar.

—¿Pensás que el esfuerzo económico se tiene que hacer para arreglar esta situación, para traer refuerzos o para las dos cosas?

—Hay que arreglar, en primer medida, la situación de Rosales y también la de Avendaño. La diferencia es que Avendaño no es del club, pero está reclamando que el club le compre una parte del pase. Y sostengo que eso se debe hacer porque es un jugador clave para nosotros.

—¿Y si no hay plata, como dice el presidente?

—Unión ha incurrido en gastos con jugadores que no jugaron, que no rindieron y con los que se debería hablar para rescindir el contrato... ¿Sabés cuál es la erogación más importante que hizo el club a comienzos de la temporada?

—¿Cuál?

—La de Juan Pablo Pereyra, a quien se lo trajo como reemplazante de Rosales... ¿O no vino para eso?

—Entonces, ¿pensás que hay que depurar el plantel para achicar gastos?

—Hay que depurar el plantel, que se vayan los que no jugaron o no rindieron y traer los dos refuerzos que nos permite el reglamento. Acá hay una realidad muy concreta y es que el delantero que más goles hizo, igualó la cantidad de goles que hizo nuestro arquero. Los unionistas no podemos perder lo que tanto nos costó por no gastar un peso de más.

—¿Aunque esto complique la situación financiera?

—Se aumentó el dinero de la TV, lo cual le dará un alivio a los clubes. Pero habría que hacer números y con los que se vayan, conseguir un equilibrio presupuestario. Lo que está claro es que no podemos permitirnos poner en riesgo lo que tanto esfuerzo nos consiguió. Hay que rescindir con los que no jugaron y sostener a los que jugaron, es así de simple. Y traer dos refuerzos, claro.

—¿Pensás que fue un error no utilizar el cupo por Sarmiento?

—Cuando se lesionó Sarmiento, pensaba que no era imperioso traer a alguien. Pero cuando se dio, casi enseguida, lo de Vidal y lo de Bruna, allí sí pensé que nos habíamos quedado sin reservas en ese puesto.

—En este tiempo en el que te mantuviste al margen de la subcomisión de fútbol, ¿te llamaron para algo?

—Hace dos o tres meses me llamó el presidente. Luis lo hizo porque no estaba estable la relación con el técnico. Y hubo algunas frases públicas de Darío Kudelka que se transformaron en mensajes muy claros para la dirigencia, como cuando dijo textualmente: “soy optimista, pero al optimismo hay que ayudarlo”.

—¿Estás hablando como “opositor”, como dirigente que advierte situaciones en las que no está de acuerdo o te “saltó la ficha” por lo que ocurrió al término del torneo anterior?

—Te aclaro que de ninguna manera soy opositor, que soy vicepresidente primero de esta comisión directiva y que por lo tanto la integro y la respeto. Pero así como te digo que soy responsable del ascenso, porque fui el máximo dirigente del fútbol de Unión en ese tiempo, también es justo aclarar que en este momento soy solidariamente responsable con lo que se está haciendo. ¿Se entiende la diferencia entre ser responsable máximo o solidario?

—Se entiende... ¿Cómo es tu relación con el resto de los dirigentes?

—Con algunos hace mucho tiempo que no nos vemos porque no hay tantas reuniones de comisión directiva.

—¿Cómo?

—Es así. El presidente es el que maneja el fútbol con una subcomisión que él integró, las demás áreas funcionan operativamente y la realidad es que no hay reuniones todas las semanas como se debieran hacer. O sea que no se está cumpliendo con esta obligación, lo digo así porque es lo que sucede.

—Entonces y en definitiva, no sos opositor, pero sí un crítico...

—Opositor, de ninguna manera. Y respecto a lo crítico, lo que estoy haciendo es aclarar algunas situaciones que no son ciertas, que faltan a la verdad y que en algunos casos se convierten en falacia.