MENSAJE DE NAVIDAD

Mirar a pobres y excluidos

Guillermo Villarreal

 

DyN

Los mensajes de Navidad de los obispos revelaron la preocupación de la Iglesia por pobres y excluidos, una realidad que interpela en un país donde, según estadísticas propias, un 30 por ciento de la población vive en esa condición pese a los programas sociales del gobierno para contenerla.

Para hacer frente a estas situaciones de pobreza que “claman al Cielo”, los referentes eclesiásticos llamaron a la sociedad en su conjunto a un trabajo “cotidiano” a favor de la paz, la justicia y la solidaridad. En las reflexiones navideñas tampoco faltaron los pedidos concretos a la dirigencia para que priorice el diálogo por sobre la confrontación y la violencia, que dicen percibir en diversos sectores de la comunidad nacional. También hubo referencias concretas al avance legislativo de los proyectos para despenalizar el aborto, pese a la convicción personal transmitida por la presidente Cristina Fernández, para no auspiciar iniciativas en este sentido desde el gobierno.

El nuevo presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, monseñor José María Arancedo, fue quien puso negro sobre blanco estas inquietudes eclesiásticas. El arzobispo Andrés Stanovnik (Corrientes) y los obispos Ricardo Faifer (Goya) y Hugo Santiago (Santo Tomé) coincidieron en destacar que Corrientes haya sido declarada provincia “pro-vida” tras un pronunciamiento conjunto de las cámaras de Diputados y Senadores provinciales. Una iniciativa a favor de la vida desde la concepción hasta la muerte natural, a la que se fueron sumando en particular varios municipios correntinos. No obstante, reclamaron “políticas de Estado y actitudes personales, que favorezcan efectivamente a nuestras familias, como espacio vital donde la vida humana se acoja, proteja y desarrolle”. Una idéntica preocupación expresaron los obispos patagónicos, al advertir que “no siempre se permite a un niño nacer, y que no siempre se procura que la vida de los que han nacido sea plena y total”. “El aborto, la violencia familiar, la pobreza, la falta de una vivienda digna, de una educación de calidad para todos, de una salud pública eficaz, son otros tantos elementos que impiden el nacimiento y el desarrollo de una vida verdaderamente humana”, alertaron. Pero la síntesis la hizo el titular de la Comisión Episcopal de Pastoral Social, monseñor Jorge Lozano, quien sentenció: “También hoy, cerca de la Navidad, hace falta mirar a los pobres y excluidos. Seguimos en deuda”.