Al margen de la crónica

Un ticket que se termina el mundo

Según un cable de la agencia noticiosa EFE, ante la proximidad de 2012, año en el que profecías mayas y una popular película de Hollywood dicen que va a acabarse el mundo, varias webs chinas de comercio por internet han lanzado a la venta pasajes para “sobrevivir” el cataclismo, una idea que está teniendo mucho éxito como regalo navideño en el país. Según el diario Information Times, populares portales como Taobao.com han vendido ya miles de éstos pasajes ficticios, diseñados por distintas empresas de regalos pero que tienen como denominador común que se toman a broma la idea del “fin del mundo maya” (fijado para el 21 de diciembre del próximo año, según la taquillera película “2012“).

Los billetes suelen costar entre 2 y 3 yuanes (unos 20 céntimos de euro, o 15 centavos de dólar), y muchos imitan los que en el filme daban acceso, a cambio de millones de dólares, a las “Arcas de Noé”, buques construidos para salvar del fin del mundo a gobernantes, científicos y otras personalidades.

Algunos de estos billetes están cuidadosamente elaborados, cuenta la prensa china, hasta el punto de que incluyen ficticios sistemas de seguridad para evitar su falsificación, códigos de barras y hasta sellos y membretes de las Naciones Unidas y su secretario general, Ban Ki-moon.

No faltan toques de humor y sátira política, y así algunos de los fabricantes escriben en la letra pequeña de estos pasajes que los altos funcionarios corruptos tendrán vetado su uso, o que éstos pueden ir acompañados en el “Arca de Noe” de su familia oficial, no de sus amantes.

La película “2012”, estrenada en 2009 y protagonizada por John Cusack, fue muy popular en los cines chinos porque el país asiático tenía un importante papel protagonista: Era China la encargada de construir, en la meseta tibetana, las arcas para salvar a la humanidad del fin del mundo, en una de las primeras ocasiones en que Hollywood daba un guiño de complicidad a los “rivales” comunistas.

Pero indudablemente, a los chinos les ha faltado información. Desde hace años se ha propuesto a vastos sectores de nuestro país como uno de los lugares más seguros para vivir si se produce eso de que se acaba el mundo. .

Ahora, ¿a qué podría obedecer el olvido? Posiblemente esta cultura milenaria haya desarrollado mucho más la memoria que los “aryentinos” y se hayan dado cuenta de que pese a que tenemos montañas tan lindas como en Nepal, que la diversidad del paisaje es tan variada como en China y que el abanico climático abre opciones para todos los gustos; algo “no cierra”.

Y es que a partir de publicada la noticia, surgirán cientos de páginas donde nos ofrezcan destinos “alternativos” para enfrentar el fin del mundo: la pista de Anillaco; un campamento en la base del cerro Uritorco; un lugar en los túneles de Río Turbio; o un asiento en el tren cartonero hacia provincia de Buenos Aires. Delicias de la argentinidad.