comercialización de trigo y maíz

Casi anuncian el nuevo esquema

Campolitoral

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El lanzamiento estaba previsto para miércoles por la tarde, pero a último momento la presidenta Cristina Fernández de Kirchner resolvió posponer una semana el anuncio del nuevo esquema comercial para trigo y maíz por “cuestiones legales”.

El ministro de Agricultura, Norberto Yahuar, y el secretario de Comercio Interior, Guillero Moreno, fueron ese mismo día por la tarde hasta la residencia de Olivos y le presentaron a Cristina el proyecto consensuado. Al término del encuentro tenían previsto hacer el anuncio en rueda de prensa desde el Ministerio de Agricultura, algo que no ocurrió y dejó desairados a los representantes de los exportadores que se habían congregado en la sede de la cartera. Directivos de Dreyfus, Bunge, Cargill, Nidera, y de las cooperativas Agricultores Federados Argentinos (AFA) y ACA se quedaron con las ganas. Pasadas las 20, voceros oficiales informaron la postergación hasta los primeros días de 2012 de la puesta en marcha del nuevo sistema por “cuestiones de índole legal”.

Qué se modificaría

A pesar del fallido, la prensa especializada de Capital Federal difundió los posibles cambios que apuntarían a normalizar el mercado de los cereales.

Si bien el nuevo sistema mantiene en vigencia los ROE (Registro de Operación de Exportación), contempla eliminar los cupos que se vienen abriendo espasmódicamente para le exportación y que ocasionan grandes descuentos en los precios al productor. Según trascendió, la apertura se hará de una sola vez luego de que esté asegurada la mercadería para cubrir el mercado interno.

Inicialmente la propuesta de AFA planteaba repartir la cosecha 40% para consumo interno y 60% para exportación, pero esas proporciones dependerán, en definitiva, del volumen de cada cosecha, ya que el parámetro más importante para el gobierno es el abstecimiento interno. Así, por ejemplo, en esta cosecha triguera las proporciones quedarían al 50 y 50, ya que sobre trigo se reservarían 7 millones de toneladas. En esta campaña el saldo exportable sería de 7 u 8 millones, de los cuales la ya se autorizaron 3 en junio (compradas pero no embarcadas aún por los exportadores), por lo que el saldo que restarían para colocar en el mercado externo sería de 4 millones de toneladas.

Otra importante modificación sería que, al momento de solicitar los ROE, los exportadores deberán tener la mercadería comprada, ya sea en el mercado físico o por contratos a término. Además tendrá 30 días de plazo para tener la mercadería comprada, detalles que privilegiarían a cooperativas de productores y acopios que ya tienen el producto.

También los molinos deberían registrar sus operaciones. La idea es evitar que, al tener mercadería reservada para sí, no depriman el mercado.

Además, las operaciones forward (futuras) no podrán tener entregas antes de los 90 días. Con esto se quieren evitar los contratos cortos con los cuales muchos compradores terminaron pagando menos del precio que deberían, sorteando lo estipulado en un convenio de 2009.

Moreno y Yahuar tenían todo listo y fueron a ver a Cristina. En el Ministerio de Agricultura los esperaban directivos de las principales exportadoras para escuchar el anuncio. Finalmente se suspendió hasta la semana próxima “por cuestiones legales”.