Decisión judicial

Preventiva para la mujer que tras

matar a su pareja intentó cremarla

La Justicia de Quilmes dictó la prisión preventiva para Anagiota Alexopoulos, la mujer acusada de matar a su pareja e intentar cremar su cuerpo para ocultar el hecho que ocurrió a fines de noviembre pasado, en Avellaneda.

Télam

La decisión fue tomada por el juez de Garantías 4 de Quilmes, Damián Véndola, quien además dictó la prisión preventiva a una amiga de la acusada, Hilda Zulberti, y al médico que firmó el certificado de defunción de Julio César Caprarulo (58), Omar Pedro Rossi, ambos acusados de encubrimiento agravado y el último, además, de falsedad ideológica.

El magistrado resolvió, en tanto, aplicar una alternativa a la prisión preventiva -aún no definida- a otro médico acusado de encubrimiento agravado, José Pinto García, quien constató la muerte de la víctima.

Los requerimientos para dejar en prisión a los acusados hasta el juicio oral fueron realizados ayer por la fiscal de Berazategui a cargo de la causa, María de los Angeles Attarián Mena, quien le imputó a Alexopoulos (57) el delito de “homicidio calificado por alevosía”.

Fuentes judiciales dijeron a Télam que la fiscal también pidió la captura de dos empleados de la cochería que realizó el servicio fúnebre de Caprarulo, aunque como sus defensas solicitaron sendos pedidos de eximición de prisión, los arrestos no fueron aún efectivizados.

Los investigadores dijeron que si el caso sigue en manos de la fiscal Attarian -ya que por una cuestión de competencia la causa podría ser remitida a la Justicia de Avellaneda-, al finalizar la feria judicial de enero podrían solicitarse nuevas detenciones.

Rápida cremación

El crimen de Caprarulo fue cometido el 26 de noviembre último en la casa que éste compartía con su pareja, de nacionalidad griega, en Dardo Rocha 522, de Avellaneda.

De acuerdo con la pesquisa encabezada por la fiscalía, la mujer habría asesinado a golpes a su pareja cuando se encontraba en la cama y luego habría intentado hacer pasar su muerte como producto de un ataque cardíaco, tras lo cual contrató un servicio de cremación para deshacerse del cuerpo.

“La imputada reconoce que estuvo en el lugar del hecho, pese a decir que su marido sufrió un infarto y que las heridas que presenta en la ceja y el oído se las provocó su perro”, un pequeño caniche, dijeron a Télam los voceros consultados.

A esto se suma que de la autopsia surgió que los golpes aplicados a la víctima, la mayoría en la nuca, fueron provocados cuando aún estaba con vida y que no presenta signos de defensa, situación que llevó a agravar el homicidio por “alevosía” (estado de indefensión).

Otro elemento valorado por Attarián Mena es que se determinó que el colchón de la cama había sido lavado y dado vuelta y al hacerse el estudio correspondiente con el reactivo luminol arrojó que tenía grandes manchas de sangre, al igual que parte del piso de la habitación.

Un análisis de ADN estableció que la sangre pertenecía al marido.

Situación de los médicos

En tanto, al pedir la prisión preventiva de los médicos, la fiscal consideró a ambos autores de “encubrimiento agravado” y, en el caso de Rossi, también de “falsedad ideológica de documento público”, ya que firmó el certificado de defunción falso.

El juez de Quilmes sólo otorgó la medida requerida por la fiscal al médico Rossi, en tanto durante esta jornada evaluaba qué medida alternativa podía aplicarle a Pinto García, cuya defensa requirió la libertad o una prisión domiciliaria.

Finalmente, sobre la amiga de la acusada, Zulberti, la fiscal cree que pudo haber ayudado a Alexopoulos a cambiar la ropa de la víctima para que no se sospechara que había sido asesinado, motivo por el cual también la acusaron de encubrimiento agravado.

Respecto del pedido de la fiscal Attarián Mena para apartarse de la causa y declinar su competencia en la Justicia de Avellaneda -donde se cometió el hecho más grave, el homicidio-, el juez aún no lo resolvió, ya que primero debe correr traslado a las partes, por lo que se estima que la decisión se adoptará tras la feria judicial, agregaron los voceros.

Es que Alexopoulos inició los trámites para contratar un servicio fúnebre, optó por cremar el cuerpo en el cementerio Parque Iraola de Berazategui y para ello se comunicó con dos cocherías.

La primera fue La Paz de Lanús, cuyos empleados se negaron a hacer el servicio por problemas de papeles y porque la mujer les dijo que su pareja había muerto de un paro cardíaco, pero notaron que el cadáver tenía una curita en la cabeza.

La segunda cochería contactada por la mujer griega fue Piñeyro de Avellaneda, que sí aceptó el servicio con cremación para el día siguiente.

Gracias a que ya estaban alertados por un llamado de la primera cochería, al llegar el domingo el féretro al crematorio, los empleados del cementerio lo abrieron y, al notar las heridas que tenía, llamaron a la comisaría 4ta. de Berazategui.

Más tarde, el cuerpo fue sometido a una autopsia, donde los forenses descubrieron que el hombre había sido asesinado a golpes en la cabeza.

Respecto del móvil, los investigadores manejan dos hipótesis: un tema de pareja en el que podría estar involucrado un tercero o una cuestión económica.