El rigor del clima

Según las estimaciones semanales que oportunamente elaboran en conjunto la Bolsa de Comercio local, junto con el Ministerio de la Producción y la Universidad Católica, se confirma la tendencia al picado de gran parte de la campaña de maíz.

 

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El infierno en la tierra está desatando su furia sobre el campo en toda la Sudamérica agrícola. Tal como estaba previsto, el fenómeno “La Niña” lanzó su golpe al campo, el que deberá aguantar un par de rounds más, hasta la semana que viene, cuando las lluvias descarguen algo de alivio.

El maíz en las distintas áreas atraviesa el período crítico de llenado de grano y madurez fisiológica con mucha dificultad. “Se puede observar en los cultivares los efectos de la poca disponibilidad de agua útil en el perfil de suelo y las altas temperaturas de este período. Los lotes sembrados en fecha óptima y con reserva de agua al momento de la siembra manifiestan marcadas diferencias en rendimientos con los antes mencionados”, destaca el informe.

El cultivo se fue desarrollando en condiciones muy desfavorables por falta de agua desde la floración en adelante ocasionando áreas con maíces de bajo porte, alturas irregulares, hojas quemadas y rindes potenciales totalmente afectados “con mermas que irían desde un 50 % como mínimo hasta un 80 % o pérdida total en algunos casos más puntuales”.

Para el informe, ante esta situación, un porcentaje de entre 20 y 25 % del cultivo se está picando o embolsando, proceso que se esta realizando con limitaciones o dificultad debido a la sequedad del material y a la baja humedad ambiente que no proporcionan buenas condiciones de ensilado lo cual se trata de compensar realizando dicha tarea en las primeras horas del día para aprovechar la poca humedad acumulada durante la noche. Para peor, de continuar estas condiciones climáticas, este proceso se incrementará en un 10 a 12 % en los días subsiguientes.

De aquí en adelante, la campaña agrícola se desarrolla bajo la influencia de un segundo episodio consecutivo de “La Niña”, que prolonga sin solución de continuidad, al episodio de signo similar, que afectó a la campaña agrícola precedente, lo cual genera un fuerte temor de que pudiera repetirse una sequía general, como la experimentada durante la campaña 2008/2009, aunque con algunas diferencias substanciales con respecto a “La Niña” 2008/2009.afectando positivamente a ciertas zonas y afectando negativamente a otras. “Deben esperarse perturbaciones significativas, que afectarán la marcha del agroclima. Se trata de una evolución que premiará a quienes trabajen con dedicación y rigor y castigará a quienes no lo hagan”, dice Sierra.