Los desafíos del ministro

Corti quiere sintonía fina en seguridad

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“La institución policial es la herramienta central para poder intervenir sobre la seguridad pública” afirmó Corti.

Foto: Flavio Raina

El objetivo es construir autoridad política sobre la fuerza y cambiar algunos ejes en la formación de efectivos. Insistió en reclamar al gobierno central por los presos federales. Se volverá a entregar dinero para la compra de uniformes de trabajo.

 

Mario Cáffaro

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Con apenas 39 años, Leandro Corti está al frente de una de las áreas más observadas desde la sociedad que es el ministerio de Seguridad. En diálogo con El Litoral reconoce que el poder político tiene que construir autoridad política hacia dentro de la fuerza policial, que es necesario cambiar en parte el perfil de la formación de los cuadros de la fuerza, admite que hay zonas donde el Estado no tiene presencia y es en ella donde prolifera el delito y pidió a los cuadros medios de la policía un fuerte compromiso con la gestión diaria.

—La primera gestión del Frente Progresista al llegar al gobierno mantuvo los mandos policiales. En cambio, en esta ocasión cambiaron todos los cuadros de conducción. ¿Cómo se entiende este cambio de proceder?

—Hay que buscar una manera de relacionarse desde el poder político con las fuerzas de seguridad, en este caso con la institución policial y que tiene que ver con la necesidad imperiosa de construir autoridad política al interior de la institución policial. La policía es parte del problema en la decisión global del estado de la seguridad pública pero también es parte de la solución porque esa institución es una herramienta central para poder intervenir sobre la seguridad pública. Apelamos a la idea de que debe existir un esquema de alianza al interior de la policía tratando de lo que debe ser un perfil del funcionario policial. La primera cara visible en materia de seguridad pública con el ciudadano la representa el funcionario policial que es el que interviene en la situación problemática. Para ello es importante comenzar a hacer sintonía fina en este proceso de quienes van a ser los actores que van a poder encarnar este compromiso con la seguridad pública desde la institución policial. Este compromiso tiene que ver con la construcción de un perfil de policía que tiene que enmarcarse dentro de la legalidad, que sea responsable, serio, que esté a altura de las circunstancias para poder proceder. Es importante fortalecer el horizonte de capacitación y formación. Vamos a revisar en el Isep -en algún punto- los contenidos que se están transfiriendo a los policías. Desde una perspectiva de modernización del aparato policial se ha hablado que hay que tratar de elaborar un perfil de efectivo formado de manera muy integral donde se transfieran contenidos que tengan que ver con una formación muy sólida en lo jurídico, en materias sociales, en derechos humanos pero lo que nunca puede faltar es consolidar un ámbito de formación específicamente policial que hace a lo que es el expertisio del policía. El policía es el depositario de la fuerza pública del Estado, porta un arma reglamentaria y si no está preparado para manejar en forma adecuada esa herramienta que le confía el Estado, es un policía que no se corresponde con ese perfil.

He hablado con el nuevo titular del Isep para robustecer todo esta área de contenidos del quehacer policial. En la formación del recurso se trabajará mucho.

—¿Cuál considera el principal conflicto que tiene la provincia en materia de seguridad?

—En lo global, la gran preocupación que se debe agendar desde la gestión gubernamental es que existen espacios dentro del territorio de la provincia donde el Estado directamente no tiene presencia. No está el Estado en su rostro en términos de generador de políticas sociales, de contención, de inclusión social, pero tampoco aparece el Estado de carácter policial interviniendo en materia de seguridad pública. Esto es lo más preocupante: encontrar zonas liberadas donde no existe lo público. Uno de los grandes desafíos es empezar a trabajar coordinadamente con grandes áreas del Estado para que en esos espacios territoriales pueda empezar a ingresar el Estado en su dimensión social, garantizando derechos básicos y agendar lo que está pasando en seguridad pública.

Este desplazamiento del Estado en estos espacios está conectado con bolsones de economías delictuales -como el narcotráfico- donde se da disputa muy fuerte del espacio territorial. Se reemplaza el Estado por estos esquemas de poder claramente asociados a algún tipo de criminalidad organizada que conlleva a homicidios que se explican por el ajuste de cuentas por la disputa de negocios, de espacio territorial y por la conducción de estos negocios. La criminalidad organizada en función de esta modalidad del narcotráfico tiene una gran incidencia.

Es un gran desafío el cargo porque es complejo poder construir un esquema de intervención de políticas públicas desde una perspectiva progresista. Creo que es posible”.

Leandro Corti,

ministro de Seguridad.


La relación con la Nación

Hasta el momento, el ministro Corti no tuvo diálogo formal con el ministerio de Seguridad de la Nación que conduce Nilda Garré. Le interesan dos temas en dicha relación, una la tarea complementaria con fuerzas federales y la otra resolver el tema de los presos federales que están en custodia en cárceles de la provincia y donde el Estado nacional se ha desentendido del pago de la manutención.

“Hasta el momento, no ha habido contacto formal con las autoridades nacionales, hay determinados espacios que se vienen articulando desde hace tiempo, pero vamos a tomar contacto porque nos interesa todo lo que es la coordinación con determinadas fuerzas de seguridad nacionales: Prefectura, Gendarmería, Policía Aeronáutica, y Federal. También, hay que agendar todo lo que es el problema de larga data de los presos federales en Santa Fe. Plantearemos que se restablezca la posibilidad de ejecutar la cárcel federal en la provincia y el pago que debe efectuar la Nación a la provincia de la tasa retributiva por la custodia y la manutención de los presos federales. Hay discordancia en la cuantificación de la deuda pero lo importante es llegar a un acuerdo, trazar una raya y trabajar hacia adelante. Hay una deuda con efectos indeseados, hoy el costo del sostenimiento de una persona privada de libertad es de 216 pesos diarios”.

Uniformes

En la gestión anterior hubo pedidos de informes y denuncias de la oposición en la Legislatura por altos costos pagados por uniformes y chalecos para la Policía. Corti, en ese entonces a cargo del Servicio Penitenciario optó por entregar el dinero a los efectivos en vez de licitar la compra de ropa y se inclina por hacer lo mismo ahora con la Policía.

“Esta gestión tiene la voluntad de hacer un pago gradual de lo que es el concepto de uniforme. Que sea una suma dineraria, no entregar en especies por todo los prolegómenos que ha traído el proceso licitatorio para más de 18 mil personas en la provincia, todo es logística, toma de talles, entrega, errores. Entendemos que eso es engorroso, lo más práctico y satisface el reclamo del personal policial es pagar en dinero y exigir que el funcionario esté con el uniforme reglamentario que dice la ley”.

18.600 efectivos

tiene la fuerza policial santafesina.

Equipo

Leandro Corti conformó el gabinete de Seguridad con Marcos Escajadillo como secretario de Seguridad Pública; Ángel Ruani como secretario de Seguridad Comunitaria; Pablo Cococcioni es secretario de Asuntos Penitenciarios; Pablo Wolfhin es el encargado del manejo presupuestario. En tanto, Diego Poretti es subsecretario de Seguridad Pública para el centro norte y Osvaldo Laffite para el sur. En otros cargos, están Néstor Condal como director provincial de Asuntos Internos Penitenciarios.

—En el cambio de autoridades policiales, los jefes salientes destacaron que nunca un gobierno (por el de Binner) había dotado de tanto equipamiento a la fuerza. ¿Hoy el problema parece no estar en los equipos, sino en lo humano?

—Es así. Los cuatro años que nos precedieron se caracterizaron por una fuerte inversión pública en el área de seguridad en todo lo que tiene que transferirse a los organismos de seguridad y es una condición necesaria, no la única. Se garantizaron condiciones materiales y laborales básicas para que el policía pueda desempeñarse adecuadamente: dotación de equipamiento, movilidad, logística, arsenal, elementos de seguridad, reconocimientos de naturaleza laboral como juntas adeudadas, política salarial a la altura de las circunstancias de lo que es el riesgo y el trabajo donde hoy por hoy, los efectivos de Santa Fe tienen los salarios más importantes del país. Es importante que haya ocurrido esto, pero no es suficiente. La impronta de la gestión es tratar de empezar a hacer sintonía fina y agudizar todos los procesos de gestión en materia policial. Esto tiene que ver con las estrategias de intervención, que tipo de sistema vamos a utilizar frente a determinados problemas. Es muy complejo el desafío y frente a diferentes tipos de criminalidad enfrentarnos con diferentes tipos de herramientas. Apostamos a calificar mucho más al personal, a supervisar y controlar mucho más el personal, por eso es importante el compromiso de cuadros intermedios. Se las ha solicitado a esos cuadros un fuerte compromiso con la gestión cotidiana, controlando, acompañando al personal en los procedimientos, sancionando cuando sea necesario. El factor humano es central. Se cree que el Estado es una entelequia y el Estado se construye con las prácticas cotidianas de quienes encarnan.

—El gobernador anunció la constitución de una mesa de diálogo.

—Es una mesa de trabajo. Se va a ir dando, habrá que buscar cuáles son los canales más adecuados, más racionales. Vamos a plantear los canales institucionales, siempre se ha tratado de escuchar los diferentes voces de las fuerzas pero hay que ser enfáticos y enérgicos en plantear que es fundamental que en las fuerzas de seguridad se respete la sujeción de esos organismos al poder político; que se respeten determinadas reglas que regulan los organismos de seguridad que no tienen que ver con democratizar estos espacios pero sí con preservar matrices de funcionamiento que reclaman mucha organicidad, mucho respeto por la autoridad. Si se respeta esto, no tenemos inconvenientes en escuchar cuáles son los planteos de los efectivos.

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El ministro admite que el Estado está ausente en sectores del territorio y ello facilita la proliferación de delitos. Foto: Flavio Raina