editorial

Contaminación en la zona de la costa

Las imágenes son elocuentes. Los basurales a cielo abierto donde se arroja la basura de San José del Rincón se transformaron en enormes predios potencialmente contaminantes, que incluso se extendieron sobre el valle aluvional de la laguna Setúbal, fuera del anillo defensivo que rodea a la población costera.

Las causas de este fenómeno resultan evidentes: en los últimos años, Rincón experimentó una verdadera explosión demográfica, a tal punto que hoy se calcula que allí viven aproximadamente 12.400 habitantes que producen cada semana 48,5 toneladas de basura. La acumulación de residuos se incrementa durante los fines de semana, cuando se suman alrededor de 7.000 visitantes a la zona.

Si bien la ley 13.055, conocida como “Basura cero”, establece que este tipo de basurales debe ir desapareciendo dentro de un plazo que vence el año próximo, las autoridades de Rincón advierten que no cuentan con el dinero necesario como para encarar un proyecto de tal magnitud. Además, aseguran que no existen otros terrenos públicos no inundables donde arrojar la basura.

Pero estos problemas no sólo se observan en Rincón. Un informe recientemente publicado por El Litoral, revela la existencia de un basural que creció en jurisdicción de Colastiné Norte, específicamente sobre el anillo defensivo ubicado a la altura de la calle Los Urunday. En este caso, se trata de un sector que forma parte del ejido urbano de Santa Fe.

Una potencial crecida del nivel de la laguna Setúbal pondría en contacto al espejo de agua con los desechos contaminantes. Los efectos nocivos no sólo afectarían a esa zona costera, sino que repercutirían indefectiblemente sobre la ciudad capital, donde cada verano se detectan niveles de contaminación que impiden la habilitación de algunas playas como balnearios.

Un informe elaborado por la Fundación Hábitat y Desarrollo plantea, además, el riesgo de que la contaminación termine afectando las napas de Rincón y Colastiné, lo que representaría un gran riesgo para la salud de poblaciones que se abastecen de aguas subterráneas.

Desde la Subsecretaría de Gestión Ambiental de la Provincia se planteó como alternativa la posibilidad de que Rincón deposite sus desechos en el relleno sanitario de la ciudad de Santa Fe. Sin embargo, Rincón no es la única localidad del área metropolitana que genera basurales a cielo abierto.

Apenas cinco de las 363 poblaciones de la provincia cuentan con rellenos sanitarios. Frente a la urgencia que plantea la problemática y lo onerosa que resulta la búsqueda de soluciones individuales, lo más apropiado parece ser que se comience a trabajar en proyectos regionales de deposición de residuos; construidos, administrados y utilizados por ciudades y comunas que comparten las distintas zonas del vasto territorio provincial.

El desafío es enorme, pero la búsqueda de soluciones al problema de la contaminación generada por los desechos urbanos no admite demoras.