al margen de la crónica

Ser linda enferma a los hombres

Desde que el mundo es mundo, todos sus habitantes están inmersos en una suerte de guerra de género en la cual las mujeres se quejan por la falta de verdaderos hombres, y los hombres por lo difícil que es tolerar a las cada vez más exigentes señoritas.

“Las mujeres acaban con nuestra salud”. Ese fue el impopular comentario de un amigo, que hoy para mi sorpresa está avalado por la ciencia.

Efectivamente, si usted se cruza con alguna mujer atractiva, deberá tener cuidado. Ya que según una publicación, el sexo femenino cuando es portador de belleza, también sería perjudicial para la salud de los varones.

Una investigación llevada a cabo en la Universidad de Valencia, concluyó que los hombres sufren un aumento considerable de cortisol, la llamada “hormona del estrés”, cuando se encuentran ante alguien del sexo opuesto que despierta su interés.

“No hace falta que ellas sean despampanantes para provocar esta reacción en el cerebro. Las jóvenes que participaron de nuestro estudio no eran modelos, sino estudiantes universitarias. Lindas, pero chicas normales”, explica Alicia Salvador, codirectora del estudio y catedrática de Psicobiología.

Se sabe que el cortisol, en grandes dosis y producido durante mucho tiempo, está relacionado con numerosas enfermedades y trastornos, incluidos los coronarios. Sin embargo, es necesario para afrontar hasta los más insignificantes episodios cotidianos.

El estudio, publicado en la revista norteamericana Hormones and Behaviour, sugiere que en este caso, el efecto hormonal provocado frente a la hermosura femenina posiblemente sea “una respuesta de preparación para el cortejo”, pero no una reacción mortal.

Para llegar a esta afirmación, los investigadores reunieron a 84 voluntarios. A cada uno se los hizo esperar en una sala, en la cual aparecía por sorpresa una joven -colaboradora de los investigadores-, que tomaba asiento y permanecía junto a los sujetos observados durante cinco minutos. A partir de allí, los expertos comprobaron que si la consideraban atractiva, los jóvenes sufrían un aumento de cortisol.

No obstante, aquellos que pasaron el mismo tiempo con otros chicos o con una chica que no era de su agrado, no vieron alterados sus niveles hormonales.

Mi amigo, al leer este estudio, fue categórico: “de cualquier forma las mujeres te van a enfermar. Así que, al menos que la que te enferme esté buena”.

Habrá que estar atentos e intentar comprobar si esta teoría es cierta. Por lo pronto, en nuestra redacción, los hombres han demostrado ser inmunes a las numerosas bellezas que circulan entre los escritorios... ¿O será que no somos tan guapas?