Colón dejó una versión, la del segundo tiempo, muy preocupante...

De regular a feo

Después de un primer tiempo parejo, los sabaleros no aprovecharon que el rival se quedó con 10 y le cedieron totalmente la iniciativa. Colón fue muy liviano e impotente.

De regular a feo

Sebastián Prediger busca el remate al arco, aunque sin dirección. El volante sabalero, al igual que el resto del equipo, no tuvo una buena actuación más allá de su voluntad y sacrificio. Foto: Matías Nápoli

 

Enrique Cruz (h)

(Enviado Especial a Buenos Aires)

Preocupante por donde se lo mire. Hablo del segundo tiempo, cuando Colón tuvo un hombre de más y una actitud defensiva del rival, que se replegó en la cancha con dos líneas de cuatro instaladas en su propio campo y dejó a Matos arriba para jugar de contragolpe. La respuesta futbolística del equipo fue absolutamente nula, cayó torpemente en continuas muestras de impotencia y terminó bajando los brazos sin darse la más mínima posibilidad de poner en jaque la victoria de All Boys. Colón fue un equipo sin variantes ofensivas, sin claridad y ausente de alguna reacción temperamental que pudiese llevarlo a encajonar al rival contra su propio arco para, al menos, obligarlo al error.

Es cierto que una de las grandes virtudes en el fútbol es la paciencia. Pero hasta en eso dio la impresión de que el equipo exageró. Caminó por el límite entre esa tan mentada paciencia y la liviandad. Por no apurar, por tratar de no desesperarse, Colón terminó siendo un equipo lento, impreciso hasta con espacios y sin sorpresa. Ni siquiera tuvo respuesta en los cambios. El de Luque estuvo bien, porque se necesitaba abrir la cancha y generar desbordes por los dos laterales, no sólo por el derecho en el que Graciani había sido un factor de rotundo desequilibrio en el primer tiempo, al punto de ser el mejor jugador de Colón y hasta del partido. Pero ni Moreno ni Leandro González pudieron darle esa claridad tan necesaria. Moreno es un jugador vertical, que en su mismo desorden se termina beneficiando porque aparece en posiciones indescifrables para la defensa rival (pasó en dos jugadas en el segundo tiempo). Pero los ingresos de estos dos jugadores se dieron por las salidas de Costa y Gracián, que son más seguros en el manejo de la pelota.

Contra Arsenal, la salida de Gracián estaba “acordada” porque todavía no se lo veía para 90 minutos; ayer, era para mantenerlo hasta el final. Es cierto que en el rato del segundo tiempo que jugó, no pudo repetir algunos pincelazos interesantes del primer tiempo. Pero de sus pies puede salir una buena habilitación entre líneas o un pase justo y preciso para un compañero, algo que Colón adoleció en la parte final del encuentro y que lo hizo entrar en una impotencia absoluta y preocupante.

De regular a feo

Los 11 que arrancaron anoche en Floresta. De pie: Costa, Pozo, Garcé, Prediger, Pellegrino y Fosgt. Agachados: Graciani, Higuaín, Gracián, Alario y Urribarri. Foto: Matías Nápoli

Graciani “y 10 más”

El primer tiempo de Graciani fue estupendo. Hacía mucho tiempo que no se veía a un volante lateral, en el fútbol argentino, provocar tantos desbordes y generar situaciones que fueron propicias en la parte final de ese período inicial. Parado a espaldas de Rodríguez y encarando siempre a Soto, el pibe Graciani jugó como un “wing a la antigua” y fue el mejor jugador de Colón y del partido. Pero no fue lo único que mostró el equipo, sino que se agregaron los encuentros entre Higuaín y Gracián, formando una sociedad futbolera interesante con varias paredes a las que le faltó el pase final para dejar a un compañero —o alguno de ellos dos— mano a mano con Cambiasso.

Colón perdía por una jugada de saque lateral en la que alguien “peinó” la pelota y luego dejaron dar vuelta a Ferreyra para que defina. Pero en el trámite no era menos que All Boys y en la parte final había contado con un par de situaciones claras, como un remate cruzado de Gracián en uno de los tantos desbordes de Graciani, que fue atajado en forma espectacular por Cambiasso.

La idea original fue que Gracián jugase suelto y sin la obligación de recostarse por izquierda. Costa hizo el trabajo de Prediger y el “Perro” jugó de Bastía. Entonces, entre Costa y Urribarri tuvieron la misión de volcarse hacia el sector de Zapata, que en algunas ocasiones tuvo libertades y en otras debió esforzarse para controlar las subidas de Urribarri, que no escatimó esfuerzos en escalar posiciones en la cancha.

El gran problema de Colón se dio adentro de las áreas. En la propia, porque una desatención le dio a All Boys la chance de abrir el marcador y porque nunca más se pudo solidificar en el rendimiento; en la ajena, porque el equipo “avanzó” más de lo que “atacó”. Es decir, tuvo la pelota, intentó darle un buen destino pero no fue agresivo en los metros finales.

¿Quién jugó con “10”?

Si algo más se le podía dar a favor a Colón, cuando terminaba el primer tiempo, fue la expulsión de Morel por la clara y violenta infracción a Urribarri. Al quedar con 10, Romero decidió dos cosas:

1) sacar un punta que estaba jugando bien (Ferreyra) para poner un volante; 2) replegarse en la cancha, achicar espacios del medio hacia su arco y apostar al contragolpe.

Colón se encontró con todo a su merced, menos el resultado; y allí sobrevino lo peor del equipo. Fue cuando se empezaron a confundir, cuando entraron en el terreno de la impotencia, cuando no supieron apurar en ningún momento y hasta animaron a un rival que parecía destinado a aguantar como pudiere el resultado, a generar algunos avances de los cuáles uno de ellos (luego de una serie de pelotas divididas que fueron ganadas siempre por uno de All Boys), terminó en gol. No hubo respuestas ni adentro de la cancha (a través de los jugadores), ni tampoco afuera con los cambios que intentó Marito Sciacqua para revertir la situación.

Colón se olvidó hasta del jugador que mejores resultados le había dado en el primer tiempo (Graciani), buscando mucho más por el sector izquierdo. El equipo se terminó diluyendo rápidamente entre las torpezas y la impotencia, no hubo desbordes como en el primer tiempo, no hubo encuentros asociados entre los que más saben y éstos (Higuaín, sobre todo) se contagiaron y brindaron una imagen peligrosamente opaca.

Jamás All Boys dio la sensación de jugar con 10, salvo por esa actitud de jugar a esperar. Pepe Romero se puso el overol de técnico de equipo chico y priorizó el resultado, aún a sabiendas de que se podía quedar con poco y nada en la medida en que enfrente tuviese a un rival agresivo, obstinado en atacarlo y peligroso. Ninguno de estos atributos se hicieron carne en Colón. Sumar gente al ataque no siempre significa ser ofensivo, mucho menos si lo que no se tiene es claridad. Y esto fue lo que pasó. Colón se desintegró, se deshilachó, jugó muy mal todo el tiempo y ligó un gol más en su arco, como para hacer más preocupante la actuación.

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El Pipita Higuaín fue de mayor a menor. Produjo buenos encuentros con Gracián en el primer tiempo, se equivocó y mucho en el segundo. Foto: Matías Nápoli

Todo mal.

La reserva sabalera también tuvo una excursión para el olvido por Floresta. El equipo de Javier López cayó vencido por 3 a 0. El equipo titular alistó a Bailo; Castillo, Sandrigo, Kummer y Arias; Meli, Martínez, Laureiro y Mugni; Callejo y Argüello. El partido se jugó, por momentos, bajo una intensa lluvia. Después, el tiempo mejoró considerablemente y la noche se tornó cálida, sin las tormentas que se presagiaban.

/// SÍNTESIS

All Boys 2

Colón 0

Cancha: All Boys.

Árbitro: Saúl Laverni.

All Boys: Cambiasso; Vella, Coronel, Eduardo Domínguez y Soto; Zapata, Barrientos, J.P. Rodríguez y Morel; Ferreyra y Matos. A.S.: Leyenda. Estuvieron en el banco: Pérez García, Ruiz y Soñer. D.T.: José Romero.

Colón: Pozo; Garcé, Pellegrino, Fosgt y Urribarri; Graciani, Prediger, Costa y Gracián; Higuaín y Alario. A.S.: Marcos Díaz. Estuvieron en el banco: Caire, Barraza y Poblete. D.T.: Mario Sciacqua.

Goles: en el primer tiempo, a los 11 min Ferreyra (AB). En el complemento, a los 51 min Rodríguez (AB).

Cambios: en el segundo tiempo, al comenzar, Sánchez (AB) por Ferreyra; a los 7 min Luque (C) por Urribarri; a los 23 min Moreno y Fabianesi (C) por Costa y Leandro González (C) por Gracián; a los 32 min Perea (AB) por Zapata y a los 48 min Ferrari (AB) por Vella.

Incidencias: en el primer tiempo, a los 45 min fue expulsado Morel (AB) por una violenta infracción en perjuicio de Urribarri.

Amonestados: en Colón, Luque y Prediger.