Torneo del Interior

Una tarde llena de papelones

Banco Provincial cayó derrotado ante Palermo de Paraná y, a una fecha del final de la primera fase, quedó eliminado. El partido estuvo signado por factores que le hicieron perder totalmente la concentración al conjunto santafesino.

Julián Andrés Monzón

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Cuesta creer que pasen sucesos como los que vivimos en la tarde de ayer en el predio La Quinta. Porque cuando parecía que todo iba por la buena senda, comenzó a descarrilarse. La policía que demoró más de dos horas en ir a cumplir sus funciones en el estadio, un árbitro que lejos estuvo de hacer cumplir el reglamento y un rival que supo aprovechar esa complicidad para hacer un juego que hizo caer en la trampa a Banco.

Es cierto, el conjunto santafesino también fue culpable de no saber aprovechar las ventajas que deportivamente le brindó el partido. Pero lo cierto es que todos estos factores, en mayor o menor medida, también formaron parte de la derrota y, como consecuencia, eliminación del Torneo del Interior.

Tarde caliente en todo sentido

No solamente la alta temperatura hizo tener un ambiente caliente en el predio La Quinta. Desde el mismo inicio la tarde fue complicada para Banco. Es que en el horario de comienzo del partido, la policía brillaba por su ausencia. Aunque las gestiones personales y telefónicas realizadas por sus dirigentes lograron la promesa de que a las 17.30 habría presencia policial. Aunque nunca llegaron, Leandro Bottoni bajo ese fundamento decidió arrancar el juego, en un primer tiempo que tuvo muchos matices.

Banco fue superior en todos los aspectos: dominio de pelota, territorial y en situaciones de gol. A los 4, un corner desde la derecha de Bonaveri, el despeje defectuoso y el remate de Fernando Aguirre que tapó Yostar. El mismo arquero que minutos más tarde reaccionó con seguridad ante un tiro libre de Batistella. Luego la primera polémica de la tarde, cuando Valanci buscaba el cabezazo en el área y era derribado, aunque Bottoni no lo entendió así. El defensor cargó con algo más que el hombro sobre el zaguero del equipo santafesino; sin embargo, estamos mal acostumbrados a que esas jugadas en cualquier lugar de la cancha es infracción y dentro del área no.

A los 28, la única llegada visitante exigió una muy buena atajada de “Petete” Bergese, que mandó al corner un cabezazo de Cristian Gómez.

Y a los 36 llegó la justicia al tanteador: Pereyra jugó con Batistella por la derecha, el desborde de “Bati” y Bonaveri que de zurda definió ante la salida del arquero y puso el 1 a 0. Un resultado que le daba, por el momento, la esperanza de seguir en carrera en la competencia.

La demora

Al finalizar el primer tiempo, el cruce entre el técnico y los jugadores de Palermo con un hincha en el palco hizo que Bottoni se ponga rígido y exija la presencia policial para el comienzo del segundo período, algo que demoró en media hora el reinicio del juego. Pero sin dudas que Bottoni también tuvo su parte en lo que respecta al aspecto disciplinario. Primero porque cuando todo esto sucedía, él ya se encontraba en su vestuario, abandonando el campo de juego antes que los protagonistas -algo que no es lo que corresponde-. Segundo porque Palermo ya en el primer tiempo había comenzado a hacer un juego que ya parece habitual (porque se lo vimos hacer contra Sanjustino, en Paraná): pegar y hostigar al rival, bajo la permisividad del árbitro, y jugar al límite del reglamento y en algunas acciones hasta sin la pelota en juego.

Apenas 3 minutos duró Berón en cancha por un golpe a De Olivera. Pero en el tumulto Aguirre (quien anteriormente había recibido una dura infracción no sancionada por Bottoni) y Barcos cruzaron empujones e insultos y también vieron la roja. Esto provocó la reacción del defensor de Palermo, que arrinconó al árbitro y hasta quiso llevarse algún jugador más de Banco, provocando empujones junto a algunos de sus compañeros. Todo ante la atenta mirada de la policía, que recién reaccionó cuando desde el banco de suplentes del local se le exigió intervención.

En este clima el que más perdió fue Banco, porque no supo administrar la ventaja ni en el marcador ni la numérica. Así Cristian Gómez avisó en un mano a mano que mandó afuera y Aguilar no perdonó para poner el empate, tras conectar el centro de Mendoza.

Los ánimos siguieron exaltados y, como muestra de su autoridad, Bottoni hizo expulsar a los periodistas que estaban presentes en el borde del campo de juego. Su fundamento fue muy sencillo “No quiero ningún ‘quilombo’, todos afuera, los periodistas también”, ordenó a la policía.

Los de Modotti sin orden, sin hacer valer su hombre de más, fueron por el desequilibrio. Pero dejó de ser el equipo superior que había sido en la primera etapa. Al nerviosismo se le sumada otro expulsado al partido, con Gordillo, que hacía largo rato había hecho méritos suficientes para irse antes a las duchas.

Pero Bottoni, en la primera que pudo, compensó expulsando un jugador de Banco y en este caso el que vio al roja fue “Petete” Bergese, que luego de recibir una patada en la cara se quiso sacar de encima al hombre y, a entender del árbitro, hubo acción ilícita del arquero. Pero no tuvo tan buena vista para ver la patada que el uno bancario recibió antes.

El partido ya no era tal y Banco seguía insistiendo en buscar el segundo tanto. Sin embargo, se exponía a los contragolpes y así, ya en tiempo adicionado, Retamoso le cometió penal a Aguilar, vio la roja y Claudio Gómez cambió por gol la pena máxima. El resultado dejó sin chances de clasificación a Banco, cuando resta una fecha por jugarse.