Y el Oscar es para...

“La invención de Hugo Cabret”, de Martin Scorsese, una de la nominadas para mejor película.

Mañana se realiza la 84º entrega de los premios anuales que otorga la Academia de Hollywood. “Hugo” y “The artist” son las más nominadas. En las horas previas, un chapuzón por las estadísticas y curiosidades de la historia del premio más codiciado de la industria cinematográfica.

TEXTOS. JUAN IGNACIO NOVAK ([email protected]). FOTOS. EL LITORAL.

Cuando fue elegido por la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de Hollywood como mejor actor de 1970 por su interpretación en “Patton”, George C. Scott no acudió a recibir su galardón. Y se justificó: “las ceremonias son un desfile de carne de dos horas de duración y todo por motivos económicos”. La opinión de Scott es respetable, pero lo cierto es que cada año la entrega de los Oscar es seguida en vivo por varios millones de personas en el mundo, que pasan mucho más que un par de horas para ver a las estrellas de cine reunidas en el lujoso Teatro Kodak de Los Ángeles.

Mañana a la noche tendrá lugar la 84ª edición de la entrega de estos premios. Las películas que compiten con mayores chances (dado que tuvieron la mayor parte de las nominaciones) son “Hugo” de Martin Scorsese y “The artist” la laureada producción francesa que viene arrasando. En los rubros que premian a los actores, pugnan por la dorada estatuilla nombres de gran trayectoria como Meryl Streep, Glenn Close, George Clooney, Gary Oldman y Brad Pitt con otros nombres que empiezan a cobrar relevancia como Demián Bichir, Jean Dujardin, Viola Davis y Rooney Mara.

Pero vayamos a las siempre jugosas estadísticas de la historia del Oscar. Hay tres películas que, hasta hoy, comparten el récord de ser las que mayor cantidad de estatuillas recibieron, con un total de 11. La primera es “Ben-Hur”, aquella épica producción de 1959 protagonizada por Charlton Heston. La segunda, más acá en el tiempo, es “Titanic”, que en un par de meses volverá a los cines en 3D en coincidencia con los 100 años del hundimiento del famoso barco. Y la tercera es “El señor de los anillos: el retorno del rey”, que arrasó hace 9 años. Esta última ganó en todas las categorías en las que fue nominado, algo infrecuente en el devenir de los Oscar.

Al respecto, hay un dato que no se suele recordar con el debido énfasis: los films que recibieron varias nominaciones pero después pasaron por la ceremonia sin pena ni gloria y no se llevaron ni una estatuilla. Los casos más paradigmáticos son “El color púrpura” (1985) y “Paso decisivo” (1977) que obtuvieron 11 nominaciones y ningún premio. Pero también hubo dos producciones que en los últimos años se quedaron con las ganas, a pesar de haber tenido 10 postulaciones: “Temple de acero” (2010) y “Pandillas de Nueva York” (2002).

MIMADOS Y RELEGADOS

Del mismo modo que hubo personajes que recibieron a lo largo de sus carreras todos los elogios y espaldarazos posibles de parte de la Academia, como Walt Disney, Katharine Hepburn, John Ford, Spencer Tracy o Meryl Streep, no faltaron aquellos que, a pesar de sus enormes méritos nunca fueron premiados. O recibieron algún culposo Oscar honorífico por sus trayectorias, incapaz de redimir tantos regresos a casa con las manos vacías.

Posiblemente el caso más paradigmático sea el de sir Alfred Hitchcock. El director británico está considerado hoy como uno de los mejores cineastas de la historia. Pero la Academia, si bien lo nominó 5 veces (en orden cronológico por su trabajo en Rebeca, Náufragos, Recuerda, La ventana indiscreta y Psicosis) nunca se decidió a galardonarlo. Aunque tal vez solo fue producto de la mala suerte para el obeso realizador: nombres tan sólidos como Billy Wilder y Elia Kazan figuran entre los que le arrebataron el codiciado premio.

Otros nombres ilustres que la Academia dejó en el tintero fueron los actores Cary Grant y Peter O’Toole. El primero es, con toda posibilidad, uno de los más famosos de los años dorados de Hollywood con interpretaciones históricas como las de “La adorable revoltosa” ó “Intriga internacional”. Fue nominado en dos oportunidades (1941 y 1944) pero Gary Cooper y Bing Crosby lo dejaron con las manos vacías. Recién fue reconocida su carrera en la ceremonia de 1970.

El caso de O’Toole es quizás más representativo todavía que el de su colega Grant: este tumultuoso actor (en los ‘70 estuvo en el centro de la escena por su alcoholismo) estuvo nominado 8 veces desde 1962. Y por actuaciones tan valiosas como las que dejó en films como “Lawrence de Arabia”, “Adiós Mr. Chips”, “El león en invierno” y “Mi año favorito”. Sin embargo, nunca pudo escuchar su nombre de parte del presentador. Otra vez la Academia optó por el premio honorífico, a sabiendas de la deuda pendiente. Recién llegó en 2003.

LOS CINCO OSCAR

Desde 1927 varios cientos de películas fueron premiadas en tal o cual rubro con un Oscar. Pero hay solamente tres que comparten el logro de haber obtenido los cinco Oscar principales: mejor película, director, actor, actriz y guión. La primera en alcanzar, con méritos de sobra, este histórico reconocimiento fue “Sucedió una noche”, de 1934. Esta deliciosa comedia, considerada uno de los hitos del género, fue elegida la mejor del año. Clark Gable y Claudette Colbert se quedaron con las estatuillas por sus actuaciones, Frank Capra por la sólida dirección y Robert Riskin por el guión.

Cuarenta años después “Atrapado sin salida” repitió la que parecía una hazaña. Un histriónico Jack Nicholson alzó la estatuilla al mejor actor, Louise Fletcher hizo lo propio en la categoría mejor actriz, el checo Milos Forman fue galardonado por el trabajo de dirección y Bo Goldman y Lawrence Hauben recibieron el reconocimiento por la adaptación que hicieron de la novela de Ken Kesey. Y, como curiosidad, el que se llevó el Oscar a la mejor película por el film fue el actor Michael Douglas, quien trabajó como productor.

La última vez que una sola película logró reunir los 5 galardones más importantes fue en 1991: “El silencio de los inocentes”. Por este impresionante thriller, el director Jonathan Demme logró llevarse el premio por encima de nombres tan ilustres como Oliver Stone (nominado por JFK) y Ridley Scott, que compitió por su trabajo en “Thelma & Louise”. Y los actores, Jodie Foster y sobre todo Anthony Hopkins (con su escalofriante encarnación de Hannibal Lecter) logran un duelo interpretativo digno de sendos premios Oscar.

En los últimos 20 años, esto nunca se repitió, y habrá que seguir esperando. Es que entre las nominadas a la mejor película que competirán mañana, no hay ninguna que haya alcanzado nominaciones en el resto de las categorías principales. Las que más se acercan, “The artist” y “Los descendientes”, no tienen nominaciones en la categoría de mejor actriz principal.

Desde aquel discreto acto de fines de los años ‘20 que marcó el inicio de las entregas hasta la monumental parafernalia que rodea a las ceremonia en nuestra época, pasó de todo. Ahora, el tiempo para las apuestas está llegando a su fin y mañana se dilucidarán los interrogantes que se abrieron el pasado 24 de enero, cuando se conocieron las nominaciones.

¿SE LO MERECÍAN?

En general, las decisiones que toma la Academia como resultado del voto de sus miembros suele coincidir bastante con el gusto popular, traducido en el éxito de taquilla. Pero hay que señalar -y los datos que vienen a continuación son sabrosos para cualquier cinéfilo- que a lo largo de la historia de los Oscar hubo veces en que la estatuilla fue para el menos esperado de todos los integrantes de la terna.

En 1952, entre las nominadas a mejor película del año, figuraban dos obras maestras del séptimo arte: “A la hora señalada” de Fred Zinnemann y “El hombre tranquilo” de John Ford. Inesperadamente lo ganó “El mayor espectáculo del mundo”, un film que hoy casi nadie recuerda, dirigido por Cecil B. DeMille y protagonizada por Charlton Heston. Este film se llevó el premio mayor pero, en total, apenas consiguió dos estatuillas.

Otro premio que puede haber sorprendido a más de uno fue el de la mejor película de 1980. Lo ganó “Gente como uno” de Robert Redford, un intenso y lacrimógeno drama de una familia común que intenta sobreponerse a una tragedia. Cualquier otro año el galardón hubiese sido justo, pero ese año había otras dos películas entre las nominadas, cada una enorme en su género: “Toro salvaje” de Martin Scorsese y “El hombre elefante” de David Lynch. Como si fuera poco, Redford se quedó con el premio por mejor director.

Ya en los años ‘90, concretamente en la ceremonia de 1993 en la que se premiaron las producciones realizadas a lo largo de 1992, el premio a la mejor actriz de reparto dejó a varios boquiabiertos. En la categoría competían dos actrices de gran trayectoria como Vanessa Redgrave y Judy Davis. Pero la que se quedó con el Oscar fue la hasta entonces poco conocida Marisa Tomei, quien tenía menos de 30 años. Para colmo, su premio fue por su trabajo en una comedia menor y pasatista llamada “Mi primo Vinny”. Pese a todo, en los años posteriores Tomei demostró que tenía fibra de gran actriz con papeles como los que realizó en “El luchador” y “Antes de que el diablo sepa que has muerto”.

Marisa Tomei, inesperada ganadora del Oscar a actriz de reparto por “Mi primo Vinny”, en 1993.

+datos

LAS NOMINADAS

Los siguientes títulos corresponden a las nominaciones para la categoría de mejor película.

- The Artist

- Los descendientes

- Tan fuerte y tan cerca

- Historias cruzadas

- La Invención de Hugo Cabret

- Medianoche en París

- El juego de la fortuna

- El árbol de la vida

- Caballo de guerra

“The artist” reúne varias nominaciones, también la de mejor película.