Kudelka y Sensini con cambios ruidosos

Barrales y Moreno, los dos “tapados” de cada entrenador

En el caso del Tate, será cambio de nombre y cambio de esquema. En cuanto al Sabalero, peón por peón dentro de la misma banda izquierda.

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De la Redacción de El Litoral

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Si un jugador ilusionaba en el receso a los hinchas de Unión, después de la novela/culebrón, de lo que fue su pase desde Patronato, ése era Diego Jara, la llamada “Joya”. Y si un jugador para los hinchas sabaleros puede seguir los caminos de Prediger y Bertoglio, explotando este año después de su carta de presentación en el 2011, ése es Carlos Martín Luque en Colón.

Pero el fútbol, como la vida, tiene sorpresas. El jugador-novela del verano tatengue, con cero gol en tres juegos, se queda afuera del clásico y aparecerá sentado al lado de Kudelka viendo cómo el titular es Jerónimo Barrales. Y el jugador-veloz de Colón, la mayor promesa de inferiores con el cual los dirigentes se frotan las manos pensando en una millonaria transferencia futura, tendrá que verlo sentado al lado de Sensini viendo cómo Moreno será el dueño de la banda. Ni “La Joya” de Unión —Diego Jara— ni el diamante para pulir de Colón —Carlos Martín Luque— jugarán el partido más importante del año en la ciudad de Santa Fe.

En el caso de Diego Jara, más allá de la sequía (es goleador y no pudo tener ninguna chance), lo termina “condenando” el esquema, porque la vuelta de Paulo Rosales implica para Kudelka el retorno del cajoncito táctico que más alegrías le dio: cuatro en el fondo, cuatro en el medio, un enganche mix con mediapunta y un solo delantero para rotar en todo el frente de ataque.

¿Qué pone en la balanza el DT de Unión para elegir a Barrales antes que Jara? Sólo Darío y su almohada lo saben. Pero, por lo visto, el ex delantero de Banfield parece sentirse más cómodo jugando en soledad, peleando y chocando con los defensores rivales, corriendo todas aunque parezcan perdidas. Al “Loco” no le duele tanto si el equipo no genera en volumen, se las ingenia igual. Jara, por lo visto hasta acá, necesita que le generen las jugadas para él mismo poder terminarlas. Otro plus a favor de Barrales: la colaboración en el juego aéreo, porque es un muy buen cabeceador.

¿Qué pone en la balanza el DT de Colón para elegir a Moreno por encima de Luque? Sin dudas que, la primera impresión de Olimpo pesa y mucho: se vio a Luque sin incidir cuando Colón tenía la pelota y desordenado para retroceder cuando el equipo la perdía (el gol de los bahienses lo encontró desconcentrado y muy cerrado al medio), mientras Moreno entró bien y marcó el gol que abrió el partido.

El llamado “Torero” es uno de los volantes con más gol que hay en actividad en el fútbol argentino y jugará por el carril de Montero, figura tatengue en el último clásico. Barrales, con sólo dos goles, chocará con Pellegrino, el mejor refuerzo de los últimos en Colón.

Así, Kudelka y Sensini —en parte— patearon el tablero. Ahora deberán responder en la cancha los jugadores para darle o quitarle la razón a cada entrenador.

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/// Análisis

Es diferente

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Rodolfo Aquino (x)

Mi experiencia con los clásicos es positiva, porque si bien estuve en el que se perdió en la cancha de Unión, el día de los goles de Silvera y Trullet, estuve en dos que ganamos y en varios que empatamos. O sea que el balance es positivo y se dio en el marco de un tiempo en el que el equipo anduvo bien y tuvimos logros importantes.

El clásico es un partido diferente. Unión tiene dos marcadores de punta con poca proyección. En el caso de Erramuspe, casi no se manda al ataque, mientras que Cárdenas tiene más proyección pero llega a tres cuartos de cancha y tira centros.

Me parece que Colón tiene fundamentos suficientes para hacer prevalecer. Lo veo muy bien a Graciani, Higuaín pasa por un buen momento, el Bichi puede definir el partido y conozco el cuerpo técnico y sé que van a pensarlo bien.

Con Sensini no compartí el plantel en Newell’s, porque cuando él jugaba yo estaba en inferiores; lo mismo pasaba en los tiempos del Bati. Pero al que conozco bastante es al Pitufo Grioni, porque es de mi barrio. Buen jugador y de pocas pulgas el “petiso”, casi un Chino Aquino en potencia.

Hablando en serio, la impresión que me causaron fue óptima, los estoy viendo trabajar y son gente muy seria, responsable y buena gente, que es algo importante.

El partido va a ser trabado como todo clásico, de dientes apretados y habrá cuidados porque los dos equipos se conocen mucho. Espero que todo salga bien, que se viva en paz y que sea una fiesta más allá de que haya o no un ganador.

(x) Ex jugador de Colón.

Pasión sin violencia

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Dr. Miguel Bravo (*)

El mundo entero está atravesando un período demasiado particular y nuestro país no está ajeno a ese proceso. Estimo que nos encontramos en una etapa de transición, encaminándonos hacia formas de vida quizás más igualitarias, diría más humanizadas. La situación actual genera momentos dramáticos, muchas veces incomprensibles y que afectan a los habitantes de esta tierra, especialmente a su esfera psíquica. Estamos asistiendo a verdaderos dramas existenciales derivados de múltiples causas, pero con un común denominador: la gran tensión social, el terrible estrés a que está sometida nuestra sociedad.

El fútbol, la gran pasión argentina, también recibe el impacto de esta situación caótica, verdadera neurosis colectiva. Aquel juego hermoso de sus comienzos, devenido en un deporte bellísimo, ha perdido parte de su magia pues la única consigna válida es el triunfo a cualquier precio.Pero ese escenario alfombrado de verde se ha entristecido al observar que lo que predomina en una contienda es la velocidad, el esfuerzo físico, la fricción, y por sobre todas las cosas el trato un tanto desapasionado que recibe la princesa del escenario: la pelota.

Esa disputa tenaz dentro de un campo de juego se traslada a las tribunas, determinando reacciones de ciertos hinchas realmente incomprensibles, en numerosos casos irracionales.

Recordando las numerosas víctimas que se ha cobrado este singular deporte, estimo imprescindible considerar que una confrontación futbolística es un evento competitivo, que nos puede hacer sonreír o llorar, pero debemos recordar que no es la guerra,

(*) Ex médico de Colón.


No dormía

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Adrián Claudio Marini (x)

En los días previos ya se notaba algo diferente. Eran días en que uno se “mandaba a guardar” un poco más, no había tanta exposición, porque la gente también lo vivía de manera distinta y casi no se podía caminar por la calle.

Confieso que la noche previa a los clásicos no dormía. En mi caso, jugué clásicos en la B y no me fue mal. Incluso, en la cancha de Unión ganamos dos veces e hice goles. Uno fue cuando Unión había vuelto a la categoría, creo que en 1992, y ganamos 2 a 1 con aquel equipo de Hugo García. Fue un gran partido nuestro, para mí inolvidable.

Después, el otro partido en el que jugué en la cancha de Unión y ganamos fue al año siguiente, cuando vencimos 2 a 1 sobre el final y se armó lío. A ese equipo lo dirigía Orlando Medina y fue otro partido inolvidable.

Son partidos diferentes, especiales e importantes como ninguno. La gente lo vive de esa manera y los jugadores también. En mi caso, daba vueltas en la cama, me imaginaba cosas, situaciones, jugadas. La verdad es que se me hacía casi imposible dormir la noche previa. Y no veía la hora de entrar a la cancha, ese era el momento más importante y esperado, con una adrenalina muy especial.

Le tengo fe a Colón, creo que los jugadores tienen sed de revancha por lo ocurrido el año pasado y más allá de que respeto a Unión y considero que es un buen equipo, pienso que si Colón está en una buena tarde se le puede dar.

(x) Ex jugador de Colón.