Como si fuera “Tarde de perros”, por el calor y...

Esto no es Colón

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Cuando las imágenes valen más que mil palabras: el palillo del bombo o redoblante terminó en el césped en señal de protesta y el saché con el pedido de sangre que hoy publicaron los diarios nacionales.

Fotos: Luis Cetraro/Gentileza Diario La Nación

Un equipo sin alma, un técnico rápidamente confundido y los hinchas al borde de la locura peleándose entre ellos. Al final, a los jugadores, les tiraron de todo.

 

Darío Pignata

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En lo único que uno se da cuenta de que es Colón y que sigue siendo Colón es en la impresionante multitud que lleva a una cancha. Porque no cualquier equipo mete 20.000 almas en día de semana, horario laborable y temperatura para morir, aun estando a la sombra. Pero esa imagen del aliento ensordecedor y sin parar durante 85 minutos se desdibuja en el final cuando las imágenes se suceden.

La tele muestra al país, en la platea Este, a los propios socios sabaleros discutiendo entre ellos y agarrándose a trompadas. Las cámaras de Fútbol para Todos se quedan con la toma congelada de un hincha haciendo la señal de “gallinas” a sus propios jugadores.

Todos los fotógrafos corren y los camarógrafos para ver de cerca y encontrar respuesta a la pregunta: “¿Che, qué les tiraron a los jugadores en esa especie de saché?”. Entonces, le hacen un primer plano en el césped a lo que hoy reflejan todos los medios nacionales: “Jugadores les falta esto: Grupo 0 Factor RH +”. La leyenda está colgada de un típico saché de suero con un elemento rojo que simula la sangre.

Es aquí donde surge la primera conclusión: el hincha o socio que llevó eso se para en dos sensaciones bien claras. Primera opción: lo hizo para “facturar” el 2-0 del clásico ganado a Unión en el primer tiempo que finalmente fue 2-2 hace menos de una semana. Segunda opción: lo hizo pensando que el equipo podía perder como perdió frente a Newell’s, sin alma, sin fútbol, sin nada. Las dos cosas preocupan, porque debo haber escrito cien veces en estos años que el corazón del hincha de fútbol tiene razones que la razón no entiende. Y ésta es una de ellas.

Más acá o más allá, en la misma platea, un socio muestra a todos cómo explota en bronca: intenta romper el carné y lo termina tirando a la cancha en señal de protesta tipo cacerolazo.

Pero en la famosa división de “la barra alienta y la platea insulta”, los roles se invierten. Y entonces, aparece en el mismo césped el palillo de alguien que toca el bombo o el redoblante atrás del arco, también tirado al aire en señal de impotencia.

El final, claro está, es previsible. Vuelve a perder de local el equipo que más partidos perdió frente a los ojos de su gente en el último año en el fútbol argentino. Siempre lo mismo: la gente empieza por los jugadores y termina con Lerche. Por ahora, las esquirlas no alcanzan a Sensini, con apenas tres partidos. No sería descabellado que lo pidan a Sciacqua de vuelta.

Hoy en Colón todo es posible. La gente lo aplaude a Moreno —con el plus de dos golazos en el clásico— después de ver la roja y silba dolorosamente cuando cambian a un pibe del club como Graciani que tiene apenas un puñado de partidos en Primera, de los cuales jugó casi todos bien menos el clásico y ayer. Inadmisible.

Aquí quiero hacer un punto, porque puede que alguien me argumente con razón y diga “no fuimos todos”. Cuando escribo “la gente” me refiero al sonido mayoritario en la cancha: se escucharon aplausos para el “Torero” post tarjeta roja y silbidos para el chico. Conclusión: si es por el abucheo de las gradas, da lo mismo Leandro González que Gabriel Graciani. Entonces, esto no es Colón.

El famoso feedback, la retroalimentación entre el equipo y la gente, hace rato que no funciona a la perfección. Venía a los tumbos con Mohamed, quedó herido mortal después del clásico que se perdió con Sciacqua y volvió a tambalear con el clásico de Sensini cuando ganando 2-0, el equipo durmió la siesta y regaló el 2-2.

Colón sigue siendo Colón por la multitud que mete en una cancha. Por algo es el club con más socios de Santa Fe. Pero en todo lo otro dejó de ser Colón, perdió la humildad y la esencia. Predisponerse para insultar desde afuera es tan nocivo como la desidia para no jugar adentro.

Tirar irónicamente sangre, tratar de gallinas a los propios jugadores, romper carné, arrojar el palillo del bombo o redoblante no parecen postales de lo que siempre fue Colón. Cagarse a trompada entre propios sabaleros, tampoco.

Quedan siete partidos por jugar en Santa Fe, no es que el torneo ya se termina. La historia no se cambia peleando entre colonistas. Tampoco se cambia haciendo golpes de Estado. En todo caso, si hay voluntad de cambiar, la historia se cambia en las urnas.

Una rueda sin ganar

Desde el 28 de agosto de 2011 que Newell’s no ganaba en condición de visitante y cortó ayer una serie de 9 partidos (5 empates y 4 derrotas) sin ganar afuera del Marcelo Bielsa. La última vez fue cuando el equipo de Javier Torrente venció 3 a 2 a Belgrano, en Córdoba, tras ir perdiendo 2 a 0. Vale destacar que los rojinegros solamente habían ganado dos veces (Gimnasia y Esgrima La Plata y Belgrano) en sus últimas 29 salidas del Coloso.

De paso, después de 520 días, Newell’s ganó por más de un gol diferencia. Hay que remontarse hasta el 6 de octubre de 2010 para encontrar el último antecedente: 6-0 a San José Oruro en la Sudamericana. Además, Newell’s no ganaba por una diferencia tan abultada fuera de su reducto desde el 29 de septiembre de 2008.


¿Con qué equipo?

El plantel de Colón volvió a practicar hoy porque el martes que viene, a las 18, tendrá que afrontar en Rosario la fase de dieciseisavos de final de la Copa Argentina ante Sarmiento de Junín.

A propósito del rival, su técnico fue claro en afirmar que afrontará el encuentro con un equipo que tendrá varios suplentes. La actualidad del equipo de Junín es muy buena en la B Metropolitana: está puntero. El objetivo es el ascenso a la B Nacional, razón por la cual decidió no poner a los jugadores más importantes en este partido ante los sabaleros.

“Colón es un equipo con muy buenos jugadores por más que no vaya con los titulares”, dijo el entrenador de Sarmiento, Sergio Lippi.

En función de los jugadores que ocupe el domingo ante San Lorenzo, Sensini decidirá con quiénes irá a la cancha de Newell’s para jugar con Sarmiento. Lo cierto es que Moreno y Fabianesi (recibiría dos fechas) y Alcoba (una), serán tenidos en cuenta para el partido de Copa en virtud de que no podrán jugar contra San Lorenzo.