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Bailando en la vereda

Por Araceli Bustos (17 años)

Empecé a bailar árabe cuando era chiquita. A mí me gustaba Shakira y me ponía a bailar frente al espejo. Empecé en la academia por una amiga que iba y me dijo que vaya. Le pregunté a mi mamá y empecé a bailar. Al principio me daba la re vergüenza porque yo creía que bailaba bien, pero la verdad es que lo que yo hacía no tenía nada que ver.

La situación de la competencia es muy especial. No pensé que me iba a emocionar así. Cuando nos avisaron que podíamos participar de la competencia acá en la Tecnológica juntamos plata y fuimos. Fue algo re lindo porque yo soy re cargosa y me río todo el tiempo y nunca pensé que podía hasta llorar de la emoción. Me re emocionó y fue re lindo.