Cuatro disparos a quemarropa
Alevoso asesinato de un joven en Moreno y avenida Mosconi
La escena dista a escasos metros del sitio donde seis días atrás fue asesinado otro joven vecino de barrio Alfonso.
Foto: Pablo Aguirre
La investigación sacó a superficie la presunta responsabilidad del hombre muerto ayer en uno de los crímenes de marzo.
José Luis Pagés
jpages@ellitoral
Ayer a la tarde mataron a balazos al joven vecino del barrio Alfonso, Luis Enrique Rivero.
Diversas circunstancias asocian este crimen con otros homicidios cometidos días atrás.
Rivero, de 18 años, vivía junto a su compañera Judit Rodríguez (19) en una casa de Lamadrid y Moreno.
Pero ayer, a vuelta de esquina, cuatro tiros terminaron con él, uno le dio en la cabeza y los otros en el pecho.
Una ambulancia del 107 llegó al lugar, pero ya nada se podía hacer por Rivero. Lo que siguió fue trabajo policial.
Policía Científica recogió 3 cápsulas calibre 38 en Mosconi al 1700 y Homicidios se llevó a Judit Rodríguez.
“La mujer fue demorada y sólo ofreció su versión de los hechos, pero también reveló que Rivero mató a un hombre”.
Según ella, el hombre muerto por Rivero en los aledaños al atracadero de la balsa fue Cristian Sala.
El cuerpo sin vida de Salas yacía entre los pastos, cuando la policía lo encontró seis días atrás.
Numerosos golpes de machete bastaron para terminar con la vida de Sala cerca del embarcadero del Colastiné.
La tarde anterior, Rivero había ingresado al hospital Cullen con algunas heridas de arma blanca.
Judit Rodríguez, quien atribuyó el brutal homicidio a su compañero, dijo que él reaccionó porque Sala la ofendió.
Pero el mismo día del crimen, Homicidios recogió los dichos de algunos testigos, uno de los cuales señaló a Rivero.
La policía detuvo a Rivero en su lugar de internación, pero el endeble testimonio no convenció a la Justicia.
Rivero regresó a su casa donde también ese viernes a escasos metros del lugar donde ayer cayó muerto, fue asesinado Marcos Mendoza (29).
Mendoza murió baleado en el lugar donde un proyectil lo hirió en una pierna y otro mató a su padre el 17 de octubre de 2011.
El episodio criminal donde Mendoza fue víctima fatal involucró a varios individuos en un asalto a mano armada.
Los hechos referidos no son los únicos donde suena el nombre de Rivero asesinado ayer mediante cuatro disparos a quemarropa.
De tal modo se da por descontado que las pistas a seguir por los pesquisas transitan caminos sembrados de dudas e incertidumbres.
Por jurisdicción intervino ayer, en los primeros momentos, el personal de la Seccional 2a.
No obstante, por orden del juez instructor Dr. Diego de la Torre, las actuaciones sumarias y la investigación corre por cuenta de la División Homicidios.
Peritos de la Policía Científica recogieron en el terreno tres cápsulas servidas de un arma calibre 38.
Foto: Pablo Aguirre
