Carne, escasa y febril

La crisis de la industria frigorífica, pese a su gravedad, no ocupa los titulares de la agenda informativa. Las reuniones que destrabaron el conflicto en Liniers no parecen generar soluciones de fondo.

 

Federico Aguer

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Cinco años después de iniciada la debacle más vergonzante de la actividad ganadera argentina, el gremio de los trabajadores de la carne se decidió a tomar medidas. Para ello, se reunió con el secretario Moreno, consiguiendo una frágil tregua basada en el compromiso oficial de mantener las fuentes de trabajo por 90 días. De la reunión participaron, además de Moreno, Alejandro Lotti, subsecretario de Ganadería representando al ministerio de Agricultura de la Nación y el Ministro de Trabajo, Carlos Tomada. También estuvieron los representantes de las cámaras empresarias del sector cárnico y trabajadores enrolados en la federación que conduce Fantini.

A los más de 8.000 trabajadores que ya quedaron en la calle, el acuerdo les llega demasiado tarde. Para los que todavía siguen, la zozobra continúa. Hoy, los frigoríficos aseguran que tienen una capacidad ociosa de sus plantas en torno al 50 por ciento. Además, Argentina volverá a incumplir -otra vez- su compromiso con la Cuota Hilton.

Pese a la gravedad de la situación, el tema registró bajos niveles de conflictividad y poco espacio en los medios masivos, esquivando liderar la agenda informativa.

Para Beatriz Sarlo, la presidenta tiene dos estrategias discursivas: el silencio y el monopolio. “Lo que se llama el relato depende de estas estrategias y no al revés”, sostiene.

Para la analista, los acontecimientos que se consideran desfavorables y sobre los que no se tiene preparada una argumentación merecen el silencio. “CFK atribuye al lenguaje el poder de producir los acontecimientos. Lo que se nombra, automáticamente, pasa a existir: abracadabra”, analiza. Según la escritora, el lenguaje produce la realidad; que puede ser narrada, descripta, aludida, metaforizada. Vale decir que lo importante es lo que reflejan los medios, y no los acontecimientos mismos.

En esta obsesión oficial por lo que dice y no dice la prensa, los últimos amordazamientos a algunos medios constituyen una afrenta a la libertad de expresión que debe ser fuertemente repudiada por todos.

“Estamos viendo por televisión el crecimiento de un proveedor mundial de carnes como es India”, se lamentaba Ignacio Iriarte en Expoagro. Lejos de toda planificación, la cadena sobrevive a fuerza de reinventarse a cada día.