Llegan cartas

17 de marzo, 20 años del atentado

 

Dr. Raúl Pitashny, Presidente

Ing. Alberto Sulam, Vice-Presidente

DAIA Filial Santa Fe

Srs. directores: el 17 de marzo de 1992 el estallido de un coche bomba hizo volar la sede de la Embajada de Israel en Buenos Aires y con ella terminaban los sueños, los proyectos, las risas y el futuro de hombres y mujeres que solamente querían vivir y llevar a cabo sus sueños y proyectos.

Pasaron 20 años y el atentado continua impune, permanece con un gran signo de interrogación, huérfano de respuestas. Aquel cruel atentado que acabó con la vida de 29 personas y los casi 300 heridos no se resignan a quedarse sin una explicación cierta y culpables castigados. Tenemos una deuda moral contraída con las familias de las víctimas. Esto adquiere una importancia especial justo en esta época en la cual el mundo debe comprometerse en la lucha mancomunada contra el flagelo del terrorismo.

Porque nadie, en una sociedad civilizada, puede comprometerse con el terrorismo ya que, sin seguridad, no habrá posibilidad de construir progreso alguno.

Porque sabemos que, el terrorismo no tiene cultura, ni fronteras ni religión.

Después del tiempo transcurrido continuamos teniendo exigencias; exigencias que no terminan ni prescriben.

Exigencias que debemos cumplir en nombre de los caídos, que hoy, como ayer y como siempre, nos imponen un deber.

El deber de buscar y exigir la verdad.

El deber de recordarlos.

Y el deber de transmitir.

Nosotros sabemos, y en esto tenemos una larga tradición, que el atacado no puede ponerse a la altura de los atacantes, porque pierde autoridad moral.

Por eso, reclamamos voluntad de actuar.

Reclamamos que no haya complicidad ni silencios.

No hagamos que esta tragedia carezca de sentido.

Desde la DAIA Filial Santa Fe, recordamos a nuestros muertos, nos solidarizamos con sus familiares, exigimos justicia, creemos en la voluntad de quienes deben investigar y sobre todo, condenar...