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Tuberculosis: la provincia está debajo del promedio nacional

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Detección. Los estudios para descartar o confirmar un cuadro de tuberculosis son gratuitos y pueden solicitarse en cualquier servicio de salud. El diagnóstico precoz y el tratamiento correcto garantizan la curación. Foto: Archivo El Litoral

En 2010, en Santa Fe se registró una tasa de 15,9 casos por 100.000 habitantes. La tasa nacional es más alta y alcanza los 23,2 casos por 100.000. En el norte del país se concentra la mayor cantidad de pacientes.

 

De la Redacción de El Litoral

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En 2010 se registraron en la provincia 521 casos nuevos de tuberculosis, 61 de los cuales son de la ciudad de Santa Fe, según las últimas estadísticas que maneja el Ministerio de Salud. Esto supone, en todo el territorio provincial, una tasa de 15,9 casos por cada 100.000 habitantes. En el mismo período en el país hubo 9.323 enfermos, lo que implica una tasa de 23,2 por 100.000, con Salta y Jujuy como los puntos con mayor número de afectados.

Esto significa que Santa Fe “está bastante por debajo del promedio nacional”, señaló Bernardo Salvadores, jefe del Programa de Control de Enfermedades Respiratorias y Tuberculosis.

Un dato alentador, pese a que es un proceso lento, es que en los últimos años se verifica una baja en los niveles de la enfermedad. Si se comparan las cifras de 1980 con las de 2010, se pasó de 1.200 a 521 casos, es menos de la mitad. “El descenso siempre va a ser lento, no es una enfermedad que se pueda controlar totalmente de un año para otro. Lo que hay que ver es la tendencia, que en estos años siempre fue al descenso, con excepción de un ligero repunte tras las crisis de 2001”, señaló Salvadores.

En efecto, la disminución de casos a nivel nacional es del orden del 3% anual, algo que se replica en la provincia. Y los datos provisorios correspondientes a 2011 (que se terminarían de procesar en las próximas semanas) ratificarían esta tendencia ya que -según adelantó el responsable del programa- se habrían registrado 480 casos nuevos a nivel provincial y 59 en la ciudad. De todos modos, Salvadores admitió que “la disminución podría ser mayor si los cambios sociales fueran mayores”. La comparación con los países desarrollados, donde se disminuyó a una tasa del 8% anual, marca el camino.

La tuberculosis es una enfermedad infecciosa pero prevenible y curable que se transmite por el aire, ya que los enfermos albergan bacilos en sus pulmones y pueden contagiar a otras personas al toser. “La tuberculosis puede afectar a cualquier órgano, pero el que más frecuentemente se ve complicado es el pulmón. Y esta variante es la única que contagia, el resto se denominan tuberculosis cerradas”, explicó Salvadores.

Esta patología, tal como reconocen los profesionales de la salud, es capaz de afectar a cualquiera. “Pero, sin ninguna duda se manifiesta más en poblaciones de escasos recursos, mal alimentadas, con altos índices de alcoholismo o consumo de drogas. Todos los factores sociales influyen”, admitió el jefe del programa provincial.

Metas

Más allá de los logros obtenidos, son varios los desafíos que todavía entraña el tratamiento efectivo de la tuberculosis. En primer término concientizar a la población de que es una enfermedad que, aunque redujo su impacto en la población, no ha sido erradicada. “Todavía sigue siendo un problema de salud pública”, consignó Salvadores.

Parte de la estrategia de educación se basa en el reconocimiento de los síntomas: tos persistente por varios días, catarro, pérdida de apetito y peso, febrícula y sudoración, que van emergiendo en forma paulatina. “Ese es un desafío, que la gente consulte a un centro de salud, que no crea que la tos es siempre por una bronquitis mal curada, una gripe que se prolonga, una alergia o el cigarrillo”, enfatizó el profesional.

Asociado a lo anterior, otro punto en el que las autoridades de Salud ponen énfasis es que el personal de los centros de salud esté atento al surgimiento de estos síntomas, que no los minimicen y sospechen que puede tratarse de tuberculosis. Sobre todo, porque el análisis necesario para comprobar el cuadro es de fácil realización.

El último desafío es tratar que los pacientes cumplan con la totalidad de los pasos del tratamiento, que dura no menos de 6 meses, con la certeza de que todos los que lo completen pueden curarse. “El riesgo es que el enfermo se canse porque el tratamiento es prolongado y lo abandone. Y después puede tener una recaída”, alertó el jefe del programa.


El tratamiento es clave

El área de Salud de la provincia aplica desde hace quince años las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para controlar la tuberculosis, que se basan en el tratamiento directamente observado, lo que consiste en que se le haga un seguimiento al paciente para que tome la medicación en forma adecuada y no interrumpa el tratamiento antes de tiempo.

Esta estrategia permitió disminuir notoriamente el porcentaje de pacientes que abandonan el tratamiento, que en este momento se ubica entre 8% y 10%. “Todavía es alto, pero es mucho menor que el de las provincias que no hacen el tratamiento directamente observado”, evaluó Fernando Salvadores, jefe del Programa de Control y Prevención de Enfermedades Respiratorias y Tuberculosis del Ministerio de Salud.

+ información

Este sábado, la revista Nosotros de El Litoral publicará un informe sobre tuberculosis, en coincidencia con el Día Mundial de la lucha contra la enfermedad.

La fecha

En 1982, la Organización Mundial de la Salud (OMS)

definió el 24 de marzo como el Día Mundial de Lucha contra la Tuberculosis, en conmemoración de la fecha en que Robert Koch (1843-1910) presentó en Berlín el descubrimiento del bacilo de la tuberculosis, en 1882, el primer paso para el diagnóstico y la cura. En Argentina esa fecha es el Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia, por lo cual el Ministerio de Salud de la Nación declaró la Semana de la Tuberculosis desde el pasado lunes hasta el domingo.