al margen de la crónica

Apagar el celular para ser más felices

Por vicio o por necesidad, somos muchos a los que nos resulta imposible dejar de chequear constantemente nuestro celular.

Por un lado, los smartphones han efectivizado nuestro trabajo al permitirnos enviar mensajes, acceder a internet o consultar nuestro correo. Pero por otro, nos han convertido en verdaderos esclavos de la inmediatez que nos ofrece esta tecnología.

Pero “desenchufarse” del teléfono es aconsejable y hasta necesario.

Esto es lo que se desprende de un reciente estudio emprendido por la Harvard Business School que sugiere que no usar el celular al menos una noche por semana, incrementaría no sólo nuestra felicidad, sino también nuestra efectividad en el trabajo.

Leslie Perlow, profesora de liderazgo y estudios organizacionales en la institución de Massachusetts, investigó sobre la influencia de estos aparatos, tras leer en otro estudio que un 26% de los profesionales duerme con un smartphone en la mesa de luz.

Para ello diseñó un experimento bautizado como PTO Predictable Time Off en el que sometería a observación a 1.400 empleados del Boston Consulting Group a lo largo de tres años. La experiencia consistía en que los sujetos evitaran usar el teléfono como mínimo una noche a la semana.

La investigadora tuvo que enfrentarse al escepticismo de los jefes, que le advirtieron que el experimento sería cerrado tan pronto se notase un descenso en el rendimiento de los trabajadores. Del mismo modo, muchos empleados rehusaron participar, argumentando que podría interferir negativamente en su empleo.

Los que sí lo hicieron, sin embargo, pronto declararon sentirse más satisfechos con su trabajo y con el descanso en casa, y las cifras demostraron que comenzaban a ser más productivos. Del mismo modo, una gran parte comenzó por propia iniciativa, a desconectar su smartphone con más frecuencia y durante lapsos más prolongados de tiempo.

A los tres años, un 59 % de los sujetos, aseguraron sentirse identificados con la afirmación “Me gusta llegar al trabajo por las mañanas”, frente al 27%, que lo afirmaba sin haber adquirido la costumbre de apagar su teléfono.

La satisfacción laboral también demostró estar relacionada con esta desconexión tecnológica: el 78 % de los que la practican aseguró sentirse contento con su propio puesto de trabajo. Esta cifra ascendió al 67 % entre los que sólo desconectan su teléfono de vez en cuando y al 49 % entre aquellos que no participaron en el PTO.

Por supuesto, esta satisfacción no es por apagar el teléfono. El estudio demostró que los que lo hacen acaban pasando más tiempo con su familia, por una parte, y mejorando su vida social por la otra. Los sujetos experimentales tendieron a invertir el tiempo que antes dedicaban a consultas online relacionadas con el trabajo a hacer planes con otras personas.