Al margen de la crónica

El silencio: clave de paz y de equilibrio

Llega un momento de la vida en que comprendemos que lo único que está bajo nuestro control, somos nosotros mismos. Cómo nos paramos frente al mundo, cómo reaccionamos a los ataques ajenos y cómo actuamos frente a las situaciones desfavorables que se nos topan en el camino.

Buscamos felicidad, buscamos paz. Y toda la historia del hombre gira en torno a este objetivo.

Son varios los libros que tratan sobre este tema. Desde la ficción hasta la autoayuda, la mayoría de la literatura tiene como fondo el abatimiento humano frente a un horizonte que nunca parece alcanzarse del todo.

Para el “life coach” Julio Bevione, quien esta semana lanza su nueva obra, la forma más simple de alcanzar la paz y el equilibrio, no se encuentra en la cima de una montaña, ni es accesible sólo a unos pocos iluminados.

La clave según Bevione está más cerca de lo que pensamos y radica simplemente en una palabra que sirve de título para su libro: “Silencio”.

Se puede estar de acuerdo o no con el pensamiento de Bevione. Lo cierto es que este argentino hace furor en Latinoamérica, Europa y Estados Unidos. Su agenda en 2012 incluye seminarios en Nueva York, Venezuela, Guatemala, Argentina, México, Colombia y España. Nada mal para quien descubrió su amor por la psicología a los 13 años en la ciudad de Córdoba.

De acuerdo con Bevione, decir silencio no implica alejarse del mundo o dejar de hablar. Se trata mirar hacia adentro y escucharnos a nosotros mismos para ver qué está pasando en nuestro interior.

Sin embargo, en un mundo cada día más estresante y ruidoso, la idea de prestar atención a nuestra voz interna puede parecer una misión imposible.

Bevione no sólo lo ve como algo posible, sino indispensable para alcanzar la paz interior. ‘El silencio es escuchar lo que estamos sintiendo. Identificar nuestros patrones de pensamiento y nuestra actitud, es fundamental para poder ver el mundo como es, no como somos. Si reconoces que estás tenso o enojado, y puedes ver esos sentimientos dentro tuyo, entonces no es lo que ocurre afuera lo que te hace sentir así, sino lo que sucede dentro de uno‘, aseveró.

En otras palabras, ver el mundo como realmente es, y no distorsionado por nuestros estados de ánimo, prejuicios, temores o complejos.

Al mismo tiempo, Bevione explica que este proceso no es complicado. ‘No hay que intelectualizarlo ni convertirlo en un ritual. Se trata solo de observar y aceptar. Y aceptar es ver las cosas como son y no tratar de que sean diferentes. Hay que soltar las riendas de querer controlarlo todo. Lo que nos quita la paz no es lo que está pasando, sino nuestro juicio sobre lo que está pasando‘, aseveró.

Para ello recomienda desacelerar un poco, dedicar algunos minutos al día para observar y empezar a reconocer los patrones internos.

‘Debemos confiar en que pequeños cambios interiores, logran grandes cambios en el exterior‘, sostiene.

Si es literatura de cajón o verdadera filosofía de vida, cada uno lo juzgará por sí mismo. De todas maneras, nunca está de más intentarlo.