Marcha atrás de Moreno
Liberan la importación de libros
para compradores particulares
Los paquetes no llegaban a los domicilios porque eran retenidos en la aduana. Los compradores debían ir a retirarlos al Aeropuerto de Ezeiza.
De la Redacción de El Litoral
DyN
El secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, dio marcha atrás con la medida que ponía restricciones al ingreso normal de libros al país.
La determinación surgió de una resolución difundida anoche y que Moreno envió a la directora de Técnica de Importación, Gladys Morando.
“No resulta necesaria la intervención previa de la Dirección de Lealtad Comercial ni la presentación de certificación ni de declaración jurada ni documentación alguna por parte de importador, en el marco referido, para su liberación a plaza, siempre que la mercadería ingrese para uso y consumo del destinatario y su finalidad no sea la comercialización”, estableció el documento.
El diario La Nación, en tanto, mencionó que Moreno se comunicó con las diferentes cámaras de la industria editorial y les expresó que estará normalizado en las próximas horas el sistema de entrega a domicilio de los libros.
De este modo, el secretario de Comercio Interior volvió sobre sus pasos luego de la polémica que generó su determinación que retenía los libros, folletos y otros materiales impresos en la Aduana.
Por la medida que esta noche quedó sin efecto, los paquetes no llegaban a los domicilios por medio de los correos privados, sino que a los libros había que retirarlos en la Aduana, con la consiguiente pérdida de tiempo y el pago de aranceles adicionales. En tanto, las editoriales y librerías debían recurrir a un servicio de despachante de Aduana para los pedidos mayores a 50 kilos y 1.000 dólares de valor.
Los envíos a través del courier abarcan a la mayor parte de las compras que se realizan en el extranjero a través de Internet.
Durante la jornada, el presidente de la Cámara Argentina de Publicaciones (CAP), Héctor Di Marco, había criticado la decisión del gobierno de restringir el ingreso de libros al país. En los últimos días, la Aduana había bloqueado el ingreso de publicaciones, con el argumento, según fuentes del sector, de controlar el contenido de plomo de las impresiones.
En los hechos, según explicó Di Marco a radio Mitre, la maniobra implicó que “todas las importaciones” estuvieran “trabadas”.