Remontó un resultado adverso en San Juan y mereció ganarlo

Colón sabe salir de sus laberintos

Colón sabe salir de sus laberintos

Volvió con todo. Sebastián Prediger recuperó su lugar entre los titulares y dejó en claro su importancia en el equipo. Ayer le metió un pase-gol a Chevantón, para el primer grito sabalero, y en el segundo tiempo fue la figura del equipo. Foto: Gentileza Diario de Cuyo.

El equipo lleva tres partidos de recuperación, hizo un buen segundo tiempo y casi se queda con todo. ¿Qué hará Sensini ahora, que está el Bichi Fuertes para volver?, es toda una incógnita.

 

Enrique Cruz (h)

(Enviado Especial a San Juan)

El fútbol se encierra en este tipo de laberintos que a veces le escapa a la lógica. Hace dos semanas atrás, todo el mundo estaba cuestionado en Colón. Chevantón “se iba”, Moreno y Fabianesi era uno de los jugadores cuestionados, Garcé y Pozo también, se le pedía renovación al técnico. Hoy bastaron tres resultados y algunos pasajes de buen fútbol para que el semblante cambiase. La gente cambió impaciencia por satisfacción, el semblante y el aguante hacia determinados jugadores han cambiado y ya no existen esas críticas terminantes hacia ellos. Ayudó el equipo, porque está claro que el primer cambio se tiene que dar desde adentro hacia afuera. La gente aguanta hasta un determinado límite. Después, una vez que se supera esa barrera, el retorno a fojas cero se hace cuesta arriba.

Colón empezó el camino de la recuperación en el partido contra San Lorenzo, lo sostuvo -e incrementó- en el que disputó contra Independiente y ayer pudo haber pegado un salto importante. Mereció y debió ganarle a San Martín, pero le faltó serenidad y solidaridad en el segundo tiempo para liquidar el partido. Estaba todo dado para ganarlo. Colón sumaba gente en ataque con peligrosidad, desnudando problemas defensivos y hasta insuficiencia de parte de San Martín para equilibrarse en defensa. Cuando Leandro González llegó al gol -más allá de que la jugada nació en una posición adelantada previa de Luque-, daba la impresión de que se instalaba la sensación de justicia. Sin embargo, un error defensivo hizo que el partido terminase empatado, resultado que le quedó mucho mejor a San Martín que a Colón.

Antes de ese desenlace, hubo dos tiempos que se diferenciaron. En el primero, hubo una marcada paridad; en el segundo, casi todo fue de Colón, menos en el momento de llegar al gol. Sensini se dio cuenta de la situación y empujó con cambios netamente ofensivos. Modificó todo el ataque y le dio aire al equipo con Luque, Leandro González y Gracián. Mientras tanto, Garnero tuvo que controlar el sector izquierdo -Saavedra estaba amonestado y perdía en el mano a mano con Graciani- y si bien pensó luego en Roverbal para terminar atacando con tres puntas, antes debió corregir algunos aspectos estratégicos, con un éxito muy relativo.

Colón trató de apretar en la salida de San Martín en el primer tiempo, pero se olvidó del mediocampo. En ese sector, Bogado y Carrusca fueron clave, por los laterales, para llevarle dolores de cabeza a una defensa que marcó bien a Penco y a Caprari, pero que se vio sorprendida cuando alguno de los volantes pudo desprenderse, cosa que aconteció con Carrusca en la jugada del primer gol sanjuanino. Es decir, tanto en la salida desde el fondo como en los metros finales de la cancha, San Martín no tuvo comodidad para jugar. El problema se vio reflejado en el mediocampo, donde no se pudo apretar con la misma intensidad que en los otros sectores.

Aún así, el partido fue parejo e impreciso, sobre todo por el lado de Colón. La idea era abrir la cancha por derecha con Graciani, totalmente resuelto a encarar a Saavedra para buscar el desborde por afuera, mientras la dupla Caire-Mugni se encargaba de generar llegadas por el otro sector. Reinó la imprecisión, la falta de exactitud en los pases. Por eso, se hizo un partido en donde jamás estuvo en discusión la vocación y la intención ofensiva de los dos equipos, pero hubo ausencia de creatividad y claridad en los metros finales de la cancha.

Todo esto cambió en el segundo tiempo, a favor de Colón. Crecieron dos figuras que se fueron agigantando en esa parte final: Prediger e Higuaín. Los dos habían tenido un primer tiempo regular, en el que lo mejor fue el pase “quirúrgico” de Prediger a Chevantón en el primer gol. Pero el crecimiento de ambos en el complemento fue evidente y así Colón empezó a gobernar el trámite y a dominarlo. Tuvo situaciones que no terminaron siendo realmente peligrosas por cierto egoísmo en el último toque. Pero con el buen trabajo de Prediger-Higuaín en la administración del juego, más el desborde casi permanente de un Graciani mejorado y profundo en el segundo tiempo, el equipo fue levantando su rendimiento y terminó acorralando a San Martín en cada ataque.

Hubo algo destacable, que tornó al partido aún más emotivo y fue el hecho de que San Martín, superado en el trámite, tampoco resignó la chance de atacar. Lo hizo en menor medida que Colón, pero no escatimó esfuerzos. Ni desde adentro, a través de los jugadores, ni tampoco desde afuera, donde Garnero metió cambios ofensivos para tratar de quedarse con el partido. Lo propio hizo Sensini, que puso en cancha a los tres jugadores más ofensivos que tenía en el banco. Uno de ellos le permitió marcar el desnivel, pero duró poco ya que llegó de inmediato el error defensivo que desembocó en el empate definitivo.

Entre ese Colón del “que se vayan todos”, el de las paredes pintadas, el de la eliminación con Sarmiento de Junín de la Copa Argentina y el pésimo trabajo ante Newell’s, a este más firme, superado en lo táctico, mejor predispuesto en lo físico y en lo mental, hay enormes diferencias. Algunas responsabilidades son del técnico, cuyo trabajo se nota y fue el que le dio una fisonomía de equipo que aún no colma por completo las expectativas, pero que va en camino de convertirse en una propuesta clara y atractiva para los ojos del hincha. Otras responsabilidades son de los propios jugadores. Chevantón se ganó un lugar a fuerza de goles, de buena respuesta física y de mucho temple para correrlas a todas, como lo hizo ante Independiente. El Prediger de ayer se acercó mucho más al del Apertura o al de otros momentos de su vida futbolística en Colón. Y así se puede ir contabilizando cada uno de los rendimientos individuales crecientes que ha tenido el equipo en los últimos partidos y que ha llevado a fortalecer el aspecto colectivo.

Se espera más y está bien que así sea. Tampoco soy de los que piensa que todo lo pasado se debe pisar, porque si no se estaría cayendo otra vez en lo que, desde mi óptica, es un inadmisible error: el de creer que el equipo de Sciacqua (segundo y con 31 puntos) “no jugaba a nada”. Ningún equipo que no juega a nada puede llegar a ese lugar, ni siquiera por azar o casualidad. Hay una “causalidad” que, posiblemente, muchos no quieran ver ni entender. De todos modos, Sensini tuvo que darle una vuelta de tuerca al equipo y lo consiguió. Colón está buscando ahora una fisonomía y va en camino de encontrarla. Quiere ser un equipo más preciso en el manejo de la pelota, por más que a veces no lo consiga, como ocurrió ayer en el primer tiempo (no así en el segundo). El tiempo dará su veredicto inapelable. Por lo pronto, con esto alcanza para cambiarle el semblante al equipo y a la gente.

Colón sabe salir de sus laberintos

La jugada clave. Momento exacto en el que Diego Pozo choca con Maximiliano Pellegrino y deja caer la pelota, que luego será empujada a la red por el brasileño Emilson Roberval. Después, el defensor se quejó por un empujón del delantero rival. Foto: Gentileza Diario de Cuyo

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Pone y juega Iván Moreno y Fabianesi fue el compañero en el mediocampo de Prediger y mostró su habitual despliegue y sacrificio para recuperar la pelota, pero también para asociarse en la ofensiva, principalmente en el segundo tiempo.

Foto: Télam

Bajo la lupa

 

POZO (5).- Había tenido una tarde aceptable, nada que hacer en el primer gol, una buena atajada en el primer tiempo (cabezazo de Bustos) y una falla que le costó un gol a Colón cuando salió lejos y se chocó con Pellegrino.

ALCOBA (6).- Buena labor, cerró el lateral, mostró personalidad y se animó a cruzarse al ataque en el segundo tiempo, pero no lo vieron para habilitarlo.

GARCÉ (6).- Una sola falla, cuando no se escalonó bien con sus compañeros, quedaron en línea y Carrusca, con una gambeta, marcó el primer gol dejando a todos en el camino.

PELLEGRINO (6).- Impecable trabajo aéreo. Dio la impresión de acostumbrarse más en este partido a la marcación con tres.

GRACIANI (6).- Fue de menor a mayor y se quedó sin piernas en el final del partido. Hubo un pasaje en el que resultó imparable. Le falta terminar mejor las jugadas, cuando lo consiga estará para grandes cosas.

PREDIGER (7).- La figura de Colón y del partido. Sin la “prepotencia” de Bastía para correr y recuperar, mostró un buen nivel futbolístico. Gran segundo tiempo.

MORENO Y FABIANESI (6).- Si la doble pared que armaron con Higuaín, en el segundo tiempo, terminaba en gol habría resultado un verdadero golazo. Movedizo.

CAIRE (5).- Cumplió. Cuando se animó a pasar al ataque no lo hizo mal. Estuvo impreciso con la pelota, sobre todo en el primer tiempo.

MUGNI (5).- Sin la importancia del partido con Independiente pero tampoco sin desentonar. Algunas jugadas interesantes, volcado por izquierda, hasta que se quedó sin piernas.

HIGUAÍN (6).- Flojo en el primer tiempo, apareciendo muy poco en el partido. Creció considerablemente en el segundo tiempo y fue uno de los ejes del equipo.

CHEVANTÓN (6).- Definió con clase luego de una tremenda habilitación de Prediger. Se nota que se quedó sin piernas en el segundo tiempo. Sería injusto que salga del equipo, pero vuelve Fuertes, que no es un jugador cualquiera en Colón.

LUQUE.- No entró del todo bien. En la jugada del gol de Leandro González, a simple vista, está en offside. Desbordó muy poco.

LEANDRO GONZÁLEZ.- Marcó un gol y eso, de por sí, convalida con creces su actuación.

GRACIÁN.- Casi sin posibilidades de entrar en juego, más allá de que sobraban espacios a esa altura.

/// SÍNTESIS

San Martín (SJ) 2

Colón 2

Cancha: San Martín de San Juan.

Árbitro: Germán Delfino.

San Martín de San Juan: Pocjrnic; Alvarez, Grabinski, Landa y Saavedra; Bogado, Affranchino, Bustos y Carrusca; Caprari y Penco. A.S.: Ardente. Estuvieron en el banco: Mattia, Wagner y Graff. DT: Daniel Garnero.

Colón: Pozo; Alcoba, Garcé y Pellegrino; Graciani, Prediger, Moreno y Fabianesi y Caire; Mugni; Higuaín y Chevantón. A.S.: Marcos Díaz. Estuvieron en el banco: Barraza, Marcos Fernández, Costa. DT: Roberto Sensini.

Goles: en el primer tiempo, a los 35 min Carrusca (SM) y a los 39 min Chevantón (C). En el segundo tiempo, a los 42 min Leandro González (C) y a los 43 min Roverbal (SM).

Cambios: en el segundo tiempo, a los 18 min Mas (SM) por Saavedra; a los 21 min Roverbal (SM) por Affranchino; a los 28 min Luque (C) por Mugni; a los 34 min Leandro González (C) por Chevantón; a los 37 min Tejada (SM) por Carrusca y a los 39 min Gracián (C) por Higuaín.

Amonestados: en Colón, Alcoba, Garcé, Pellegrino.