Distintos homenajes por Malvinas
El fútbol no se olvidó
No se lo perdonan: los hinchas de Boca “se la agarraron” con Juan Sebastián Verón por su pasado en el fútbol inglés. Se lo recordaron ayer.Foto: DyN.
La AFA decidió que antes de comenzar los partidos de esta fecha se haría un minuto de silencio, en todas las canchas. Los árbitros dirigieron con casacas temáticas.
De la Redacción de El Litoral
La postal fue la misma en todas las canchas del fútbol argentino: los jugadores de los dos equipos formados en semicírculo en el anillo central de cada campo de juego y los árbitros ordenando un minuto de silencio. El otro dato unánime es que en cada estadio se vivió uno de los momentos más respetuosos que se recuerde en los últimos tiempos.
La AFA tomó esta decisión a través del Comité Ejecutivo y autorizó el desfile de los ex combatientes. Acá en Santa Fe, en el 15 de Abril, lo hicieron antes de Unión-Godoy Cruz y la ovación fue estruendosa. El “Ya ya lo ve... y ya lo ve... el que no salta... es un inglés” estalló en el reducto tatengue de parte de la multitud, mientras los héroes ensayaban una imaginaria vuelta olímpica, al toque de: “¡Argentina!... ¡Argentina!...”.
Como se recordará, este torneo Clausura 2012 se llama Crucero General Belgrano y está en juego la Copa Gaucho Rivero, en una decisión a tono con la postura oficial ante el reclamo argentino por Malvinas.
El certamen hace honor al crucero General Belgrano, el buque hundido por un submarino británico en el conflicto bélico de 1982. A 30 años de la guerra, la otra alusión a Malvinas es la Copa Gaucho Rivero, en referencia al gaucho Antonio Rivero, quien residía en las islas y se alzó contra la ocupación británica en 1833. En su momento, se dijo que la Fifa sancionaría a la AFA por esta decisión que molestó a los diplomáticos ingleses.
El otro aspecto en común que se observó en los estadios fue el diseño temático de los árbitros en sus casacas, tanto del juez principal como de sus asistentes. En la espalda, estampado el mapa de las islas con la leyenda bien grande: “Son argentinas!”. Como nunca, cuando la terna pisó el césped de cada cancha, fueron -por esta única vez- recibidos con aplausos y no con los tradicionales silbidos.
Pasó por acá
Omar De Felippe, el ex DT de Olimpo de Bahía Blanca, pasó por Santa Fe como ayudante de campo de Julio César Falcioni cuando dirigieron a Colón. A 30 años de la Guerra de Malvinas, las heridas y secuelas que dejó aquel oscuro acontecimiento siguen latentes, y los ex combatientes son los que logran mantener frescos los recuerdos que sirven para reconstruir parte de un pasado triste en la historia de la Argentina.
Omar De Felippe, ex futbolista y actual director técnico, estuvo en el campo de batalla y puso a flote sus recuerdos. “Malvinas me ha dejado muchas marcas en lo sentimental y en la convivencia con la gente. Uno se fue fortaleciendo y aprendí a no rendirme en nada, de confiar en uno y saber que siempre hay una posibilidad más”, remarcó en una entrevista concedida al programa de radio “Todos atrás”, que se emite por Radio Eter.
Pero además, al DT bahiense, el hecho de estar vinculado al deporte que siempre practicó, le trajo muchos beneficios. “El fútbol me ayudó en el momento justo, que fue la llegada al continente nuevamente y la readaptación a la sociedad. Tuvo que ver en esa motivación de estar cada día mejor y en tener un objetivo por luchar”.
De Felippe, en ese entonces, jugaba en Huracán cuando una madrugada del 9 de abril recibió la noticia de que tenía que viajar a las Islas. “Fue una situación que yo esperaba, porque la Argentina había decidido recuperar las Malvinas. Sabíamos que éramos los últimos soldados que habíamos hecho el servicio militar y que íbamos a ser incorporados indefectiblemente. Creo que mi vieja también se lo esperaba, pero fue difícil”, expresó.
La relación con los ex combatientes es más que estrecha, aunque De Felippe admitió que costó mucho tiempo el reencuentro tras la guerra. “Nos seguimos juntando, pero tuvieron que pasar 16 años para que alguno levantara el teléfono. Nos vamos encontrando cada año para hablar de la vida y la familia. Hay recuerdos de Malvinas, pero tratamos de ayudarnos y vivir cada día mejor”.
La cancha de All Boys. En el Islas Malvinas. En 1959, se sancionó la Ley 14.934 por la cual el Estado donó el terreno al Club Atlético All Boys, ubicado sobre la avenida Álvarez Jonte. En 1963, se inauguró el Estadio Islas Malvinas, en un encuentro frente a Riestra. Antes de All Boys-Arsenal, los hinchas de Floresta desplegaron esta bandera. Foto: DyN
Respetuoso silencio: en el 15 de Abril, antes de Unión-Godoy Cruz, los jugadores tatengues y los del “Tomba” cumplen el ritual. Foto: Mauricio Garín.
Los héroes santafesinos
Pasaron los años, pero los recuerdos no se van de la memoria de De Felippe, quien reconoció no tener rencores hacia el pueblo británico. “Una vez terminada la guerra, nos respetamos como enemigos y rivales. Hay que seguir conviviendo, no puedo seguir con ese odio durante toda la vida”, remarcó.
Con reciente pasado en Olimpo, el entrenador dijo que aún no volvió a las islas Malvinas, aunque le gustaría regresar para cerrar su historia. Un pasado que se niega a olvidar, porque sostiene que “la mejor forma de homenajear a los que no están es recordarlos siempre”.
Respecto de la actualidad y la política de volver a poner en mesa de debate la soberanía de las Malvinas, De Felippe opinó: “Me parece muy bien que tratemos de tener un diálogo coherente con Gran Bretaña; pero veo que es imposible, porque niegan la soberanía desde todo punto de vista. Considero que no tenemos que pensar en guerra y tenemos que dialogar y tratar de llegar a un acuerdo. Creo que es un proceso largo, que va a llevar mucho tiempo y en 30 años no hemos logrado nada”.
Por último, el entrenador relató cómo fue que volvió a hablar en los medios del tema Malvinas, ya que estuvo siete años sin referirse a lo ocurrido. Pero luego de una última nota realizada en su casa, De Felippe recapacitó por las palabras de un joven que le reprochó su actitud de no querer dar más testimonios acerca de su experiencia en la guerra. “A nosotros nos gustaría que la historia nos la cuenten los que estuvieron allá y no cualquiera”, fueron los dichos que hicieron cambiar su postura y volver a abrirse a contar qué pasó en Malvinas.
En Rosario
Volvieron para correr
Un equipo argentino de postas integrado por cuatro ex combatientes ganó, hace algunos días, la 6ta. edición de la Standard Chartered Stanley Marathon 2012, denominada también Maratón de las Islas Malvinas, fiscalizado por la Federación Internacional de Atletismo y la Asociación Internacional de Maratones y Carreras de Distancia.
El triunfo, inédito para un equipo nacional en la categoría de relevos, llegó de la mano de cuatro ex combatientes: Pedro Cáceres, Fernando Marino, Marcelo Vallejo y Luis Escudero, quienes compitieron bajo el nombre de “Dimos Todo” y cuyas edades oscilan entre los 48 y 50 años.
Los cuatro participaron en la guerra de Malvinas y uno de ellos, Cáceres, estuvo 70 días en las islas integrando el escuadrón BIM 5 con asiento en Río Grande, Tierra del Fuego.
De la competencia, considerada como la más austral y la de los cambios térmicos más adversos del mundo, tomaron parte corredores británicos, isleños, suizos, kenianos y once argentinos.
La carrera se caracterizó por las adversas condiciones climáticas en que se realiza cada año, debido a las fortísimas ráfagas de viento que determinan el paisaje malvinense, y los 42 kilómetros del recorrido atravesaron lugares cercanos a donde se combatió en 1982.
Los organizadores del encuentro aclararon que la carrera “no está conectada en ningún modo con el 30º aniversario de la guerra” y que lo recaudado será donado a la Fundación Seeing Is Believing, que ayuda a personas ciegas en todo el mundo.
Antes de Newell’s-Racing. Unos 50 ex combatientes rosarinos con sus familiares y la bandera “Veteranos de Rosario y el Palomar” estuvieron en el Coloso. El lema fue “En Newell’s llevamos a Malvinas en nuestro corazón”. Foto: Télam
Centro de ex combatientes. Son nuestros, de la ciudad y zona. Estuvieron en las Islas Malvinas y ensayaron una imaginaria vuelta olímpica en el 15 de Abril, llevándose una verdadera ovación desde los cuatro costados de la cancha de Unión. Foto: Luis Cetraro
Recuerdo como si fuera hoy ese día. Yo estaba jugando en el equipo de mi pueblo cordobés, Freyre, en ese entonces empezaba a asomar en la reserva de la Liga. Y estalló la noticia de la guerra. En mi caso, yo era reservista, por lo que siendo muy pibe tenía un miedo bárbaro de que me llamaran para ir a las Malvinas, algo que finalmente no ocurrió”.
Frank Darío Kudelka
Actual DT de Unión
/// análisis
Frío, hambre, miedo y terror
Luis Escobedo
Pasé frío, hambre, miedo, terror. Viví una experiencia que pasé de ser un adolescente a un hombre, para decidir, en un lapso corto, una situación entre vivir o matar. Es algo feo. En todas esas experiencias uno ve muchas miserias humanas. Y uno saca la conclusión de que la guerra no lleva a nada más que a la destrucción y a la muerte.
Para los ex combatientes todos los años son iguales. Obviamente al cumplirse 30 años es especial. Yo viajo el 14 de abril a las islas. Voy a estar llegando casi el mismo día que en aquella época. A Malvinas llegué el 15 de abril de 1982 y en esta oportunidad arribaré el 14. Es la primera vez que voy después de la guerra.
Llegué el 15 de abril y volví el 20 de junio. Casi 70 días. Estuve en uno de los últimos contingentes en salir de la isla, porque estuve prisionero cuatro días. Por suerte tuve la fortuna de jugar al fútbol y eso me ayudó mucho para salir adelante. Afortunadamente, me dieron la oportunidad de seguir en Los Andes. Pero no todos los casos fueron como el mío. Muchos de mis compañeros fueron discriminados en sus trabajos cuando volvieron al continente. Cuando regresé de la guerra estuve muy mal. Abandoné todo, pero con el correr de los días me arrepentí y decidí volver a jugar. Desde que regresé de Malvinas hasta que volví a pisar una cancha pasaron cuatro meses.
Ex jugador de Colón / Fuente: LT 10
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