llegan cartas

Sobre el dragado del lecho de la Setúbal

Orlando Agustín Gauna

D.N.I. Nº 6.255.319

Sres. Directores: Las continuas variables de la altura del río, y su natural movimiento hacia la desembocadura del Río de la Plata, van erosionando nuestras costas.

Los que como yo, llevamos juventudes acumuladas, según nos define bondadosamente el Padre José Ceschi, recordamos el Parque Oroño con las imágenes de Blanca Nieves y los 7 enanitos y la fuente, que hoy está emplazada a la salida del Puente Oroño rebautizada como “fuente de la Cordialidad”. Este Parque sufrió las consecuencias de esa erosión y desapareció en el año 1966.

Años después le tocó el turno al Puente Colgante, y así vimos a nuestro icono caído como un gigante vencido.

Hoy, en la laguna Setúbal, una draga quita arena de su lecho para rellenar un predio al Este de la laguna.

Por una consecuencia natural y lógica, el vacío dejado por la quita de arena, será llenado por la caída de las “paredes” laterales del “agujero”. Estas paredes laterales están conformadas por la arena y la tierra del lecho de la laguna y su caída es ayudada por la correntada que habitualmente es calma, pero se violenta con los vientos de superficie.

Sorprende que en una ciudad que se enorgullece de contar con una Facultad Ingeniería y Ciencias Hídricas, nadie haya levantado su voz para impedir que se continúe con el dragado del lecho de la laguna.

Aunque no se necesita ser Ingeniero Hídrico, solo basta aplicar el sentido común para darse cuenta que este dragado acelerará la caída de la Costanera santafesina.

¿Quién asumirá la responsabilidad de ese daño?

Gracias a El Litoral por este espacio de opinión.