Los cumplirá el lunes 16

Benedicto XVI, rumbo a los 85

Dirige desde hace siete años los destinos de la Iglesia católica y al igual que su predecesor, Juan Pablo II, persigue un objetivo sobre todos los demás: mantener a su rebaño de más de mil millones de fieles. El Papa, que quiere preparar a su Iglesia para enfrentar un mundo orientado al consumo y alejado de Dios, cumple 85 años.

Hanns-Jochen Kaffsack

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Agencia DPA

Las grandes celebraciones no concuerdan demasiado con el reservado teólogo de la localidad bávara Marktl am Inn. Tras su reciente visita a México y Cuba y las celebraciones de Semana Santa, Benedicto XVI agradecería seguramente una larga pausa en su residencia de Castel Gandolfo. Pero no será el caso.

Para empezar, el 16 de abril el pontífice recibirá la visita de una delegación de su Baviera natal, encabezada por el primer ministro de la región, Horst Seehofer. Y seguramente, recibirá también una amplia colección de felicitaciones en las que, teniendo en cuenta su edad, le desearán sobre todo mucha salud.

El portavoz del Vaticano, Federico Lombardi, no se cansa de repetir que Benedicto XVI se encuentra bien, a pesar de que desde hace meses se desplace por la iglesia de San Pedro en una estructura móvil que permite descansar a sus rodillas.

Más que por su propia salud, el papa alemán parece sobre todo preocupado por la de su rebaño. No en vano, el Jueves Santo se refirió a la “a menudo dramática situación de la Iglesia” y pidió obediencia, con la mirada puesta en algunos reformistas que reclaman que se permita la ordenación de las mujeres y el matrimonio de los sacerdotes.

Un conservador

Joseph Ratzinger es un conservador y casi nadie espera reformas rompedoras durante su pontificado. Pero quien durante 20 años fuera prefecto de la Congregación de la Fe ya ha marcado algunas líneas de actuación en los últimos siete años.

Los libros sobre el pontífice y sus apariciones públicas muestran a un Ratzinger más abierto y relajado, aunque no ha abordado las reformas más ansiadas por una parte de la Iglesia, como las referidas al celibato o la moral sexual. Y sus discursos provocaron controversia en varias ocasiones, como durante su visita a su Baviera natal en 2006, cuando relacionó islam y violencia. Aunque también sirvió para profundizar en su deseado‘diálogo de las religiones.

Benedicto XVI publicó tres encíclicas, dedicadas al amor y la esperanza, así como a cuestiones sociales. Pero más que sus textos, han marcado sus visitas. Joseph Ratzinger fue el primer papa en visitar una sinagoga en Alemania y habló en el antiguo campo de concentración nazi de Auschwitz, en Polonia, así como en los lugares que conmemoran el Holocausto en Jerusalén.

La principal sombra de su mandato ha sido el escándalo de los abusos a menores de edad por parte de clérigos. Y también el acercamiento a la ultraconservadora hermandad de San Pío X y al negacionista del Holocausto Richard Williamson, un gesto que muchos católicos observaron atónitos.

En el caso de los abusos, el pontífice se reunió en algunas ocasiones con víctimas. Y cuando el escándalo alcanzó grandes dimensiones lanzó una campaña de “tolerancia cero” y pidió perdón para intentar atenuar la vergüenza de su iglesia.

En pocos lugares ha sido criticado Benedicto XVI tanto como en Alemania, su país natal. Para muchos es sencillamente el símbolo del conservadurismo y la severidad. Y aunque en los últimos tiempos despertó cierto entusiasmo y simpatías, sigue siendo un papa que parece dispuesto a seguir imperturbable su propio tempo.

Benedicto XVI, rumbo a los 85

Ratzinger nació el 16 de abril de 1927 en Marktl am Inn, cerca de la localidad de Passau, hijo de un oficial de policía. Estudió teología y filosofía y en 1951 fue ordenado sacerdote.

Foto: Agencia EFE