Dura sentencia

Perpetua para el acusado del

asesinato de Ezequiel Agrest

DyN - Télam

Un joven de 26 años fue condenado hoy a prisión perpetua por el homicidio “criminis causa” del estudiante de cine Ezequiel Agrest durante un robo cometido el 8 de julio del año pasado en una casa del barrio de Caballito.

El Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 28 porteño condenó por mayoría a Sebastián Pantano (26) como autor material del homicidio “criminis causa”, tal como habían reclamado la fiscalía y la querella, al considerar que el atacante mató para lograr la impunidad del robo.

Por su parte, la filósofa Diana Cohen Agrest, madre del estudiante de cine asesinado, consideró hoy que se hizo justicia con el fallo a prisión perpetua dictado para el homicida y dijo que ahora espera que la pena se cumpla.

“Se hizo justicia, fue condenado a cadena perpetua. Ahora pedimos que las penas se cumplan según la ley y que no haya chicanas procesales. Nosotros fuimos condenados a perpetua a no tener más a mi hijo; en cambio, (Sebastián) Pantano sigue teniendo la vida, ese bien tan preciado que mi hijo ya no tiene”, expresó.

Por su parte, el padre de la víctima, Gustavo Agrest, también se mostró conforme con el fallo, dijo que cualquier otra cosa los hubiera defraudado y expresó que pudo desahogarse un poco cuando tras la lectura del veredicto le dijo a Pantano: “Pudrite en la cárcel hijo de puta”.

“Yo también sufro”

Sebastián Pantano, el joven acusado de matar al estudiante de cine Ezequiel Agrest, volvió hoy a pedir perdón a la familia de la víctima y aseguró que también él sufre por lo sucedido.

Al pronunciar sus últimas palabras ante el Tribunal Oral Criminal 28, que a las 13 dará a conocer su veredicto, Pantano expresó además que lamenta haberle causado a la familia de Agrest tanto dolor y luego hizo hincapié en su situación personal y dijo que quiere cambiar.

“Entiendo el grado de delito del que se me acusa. Entiendo el dolor y la angustia que generé. Yo sé que no van a poder perdonarme porque es algo muy difícil. Como ser humano pienso que fue un error y sé que es irremediable”, expresó el acusado.

Además, dijo: “No es que yo no haya tenido corazón y no haya sentido lo que ocurrió”.

Sin nombrarla, se refirió a la madre de la víctima, la filósofa Diana Cohen Agrest al decir: “El dolor que siento tiene mucho que ver con el dolor de esa persona que ya no tiene a su hijo. No voy a mentirle porque estoy muy nervioso. Ayer no podía dormir”.

Mientras tanto, la mujer, abrazada a su esposo, Gustavo Agrest, y sus dos hijas, en ningún momento miró a la cara al acusado y por lo bajo manifestó: “Encima hay que escuchar esto”.

En un tramo de su exposición frente al tribunal, Pantano dio a entender que mató a Agrest sin intención al asegurar que su abogado oficial “supo interpretar cómo fueron las cosas”.

“El perdón que yo necesitaba decir, yo le rogué a Dios poder decírselo a esa madre. Si yo aflojé y lloré, no fue para causar lástima, lo hice de verdad”, dijo. “Más allá de que no me entiendan -agregó-, yo sé que algún día Dios podrá perdonarme”.

En sus últimas palabras, que inusualmente se extendieron por unos 30 minutos y a las que tuvo que ponerles fin a pedido del presidente del tribunal, Pantano también le pidió perdón a su familia y especialmente a su mujer y a su hija bebé que nació cuando él ya estaba preso y a la que dijo que aún no conoce.