De la Redacción de El Litoral

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A pura pala y mate estaban esta mañana a eso de las 10, un grupo de vecinos de Santa Rosa de Lima arreglando un bache en la esquina de Aguado y Tucumán. Es que, por una novedosa iniciativa que comenzó hace 10 días juntaron $ 1.095, compraron escombros, arena y cemento y se dispusieron a remendar el sector mencionado “para impedir que los colectivos de la línea 18 dejen de circular”.

La recolección voluntaria y a discreción se realizó mediante la colocación de alcancías en varios comercios de un sector de Santa Rosa de Lima en las que los vecinos depositaron vueltos o lo que podían y con eso compraron los materiales. En un primer momento, la finalidad era arreglar el bache de la esquina de Aguado y Tucumán, aunque ahora planean continuar en otros sectores como La Rioja y Aguado, Primera Junta y Aguado y Padre Quiroga y Mendoza. Posteriormente, juntarán dinero para Juan de Garay y Padre Quiroga, Pasaje Liniers y Padre Quiroga, Liniers y Aguado. En este último lugar, “parece que explotó una bomba”, ilustró un vecino.

Con las manos apoyadas en el mango de la pala, Eduardo Tarifa, le dijo a El Litoral que estaba trabajando contento “porque por lo menos vamos a poder solucionar momentáneamente el problema del bache en esta esquina y asegurarnos de que el 18 siga circulando”.

Si bien el objetivo primordial es tapar los pozos, los vecinos no se olvidaron de darle otro valor a la acción: “Lo mejor es poder demostrarle al intendente que con muy poco se puede solucionar un problema muy serio en el barrio”, afirmaron.

Según los vecinos que tienen alguna experiencia en albañilería, quienes fueron también los que coordinaron los trabajos hoy, el principal problema en las calles de Santa Rosa es la acumulación de agua que socava el mejorado o el asfalto y abre los pozos. “Las cunetas están sucias, están llenas de barro entonces el agua se estanca en todos lados”, puntualizó Tarifa.

A más pozos menos frecuencia

Rodeando el sector donde los vecinos estaban trabajando, otros contemplaban y opinaban. “Es una muy buena idea. Es una iniciativa que tiene que ver con la salud del barrio porque el agua estancada es un riesgo para todos”, dijo Norma Belgradi una trabajadora del Centro de Salud Mendoza Oeste. A su vez, aseguró que “no tiene ningún sentido que trabajemos en promocionar la salud y que el barrio esté así abandonado, por eso estamos acá apoyando, para que la Municipalidad tome medidas”.

En el mismo centro, trabaja Liliana Ortíz que aclaró que aunque no es vecina de Santa Rosa, le preocupa sobremanera que los coches de la línea 18 cumplan con el recorrido. “Tenemos compañeras que llegan al barrio a las 6 y si los colectivos nos dejan lejos, el recorrido a pie es muy inseguro, es un gran riesgo”, advirtió.

Susana Fernández, una trabajadora de la escuela Nº 1298 ubicada en Monseñor Zazpe y Aguado, también resaltó que las calles son un problema en todo el barrio, lo mismo que la inseguridad, los basurales y la falta de mantenimiento de baldíos.

“Es un abandono, si no ingresa el colectivo tampoco los taxis, entonces los vecinos no tenemos cómo movernos”, protestó.

Aporte. Con empeño, los que tienen alguna experiencia en albañilería agarraron la pala. Según dijo Tarifa, hubo vecinos que cobran la Asignación Universal por Hijo y aportaron dinero para comprar materiales. Foto: Guillermo Di Salvatore