Confirman la prisión preventiva

Procesado por dos robos y

una violación en el centro

Juliano Salierno

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Juan Manuel Martínez fue procesado hoy por la Justicia por dos robos seguidos de abuso sexual, cometidos en la zona del microcentro de la ciudad capital. Uno de ellos con consecuencias tan graves que generó un encendido reclamo de la sociedad, que lleva realizadas tres marchas de protesta en la última semana y planifican una más para hoy.

El fiscal Nº 6, Rubén Díaz, había pedido la prisión preventiva el jueves para Martínez, a lo que el juez de Instrucción Segunda, Nicolás Falkenberg, contestó aceptando la medida y dictando su procesamiento.

Los delitos que se le atribuyen son el “robo calificado por el uso de arma -reiterado en dos oportunidades-, abuso sexual gravemente ultrajante, abuso sexual con acceso carnal y abuso sexual simple, agravados todos los abusos por haber sido cometidos mediante el uso de arma”, según consta en la parte resolutiva del procesamiento.

Si bien es cierto que Martínez tiene alrededor de seis causas en trámite en los tribunales locales, el juez Falkenberg se expidió por las dos últimas, que son las que tuvo a su cargo como juez del turno, por la fecha en que se cometieron. Las demás imputaciones se sustancian en los juzgados de Instrucción Primera, Cuarta y Octava.

Lunes pasado

En cuanto a los hechos puntuales que se investigaron, el primero ocurrió el lunes pasado en un local de venta de ropa de Juan de Garay al 2600. Ocurrió minutos después de las once de la mañana, cuando un joven que se presentó como cliente, logró engañar a la empleada y atacarla para robarle.

En esa oportunidad, le pidió a la encargada si podía usar el baño, para lavarse las manos. Al salir le solicitó ayuda porque la canilla no cerraba y entonces, con la mujer casi acorralada en el fondo del local, la amenazó con un cuchillo, la maniató y la encerró bajo llave.

En una de sus arremetidas, tuvo intenciones de abusar de ella, que debió soportar indefensa hasta que su agresor resolvió abandonar la escena. En su huida se llevó objetos personales de la víctima y dinero en efectivo de la caja, además de unas 50 prendas de vestir y accesorios.

A los dos días

Dos días más tarde, el 11 de abril, otro hecho de las mismas características se produjo en un negocio de ropa de la peatonal San Martín al 2100.

Bajo la misma mecánica y las mismas argucias, Martínez entró al comercio donde se encontraba una empleada sola. En esta oportunidad, no conforme con robar y manosear la la víctima, la violó.

Para atraparlo, la Justicia contó con las cámaras de seguridad del municipio, como herramienta fundamental que permitieron ver el momento en el que el asaltante salió del local con una bolsa de consorcio. También se detectó el momento en que subió a un remís y a partir de entonces la policía se encargó de localizarlo.

El agresor, que tiene 21 años y trabajaba como repartidor de gas, subió al auto en calle Salta y se bajó en Javier de la Rosa al 3600, donde está su casa.

Allanamientos

Hasta allí, llegó la policía que allanó el lugar en presencia del juez Falkenberg ese mismo día. También se allanó una vivienda de calle Risso, en la misma manzana y finalmente se lo detuvo en Monte Vera, en la casa de la novia.

En los allanamientos, se secuestraron una gran cantidad de objetos robados, que fueron reconocidos por las víctimas, como por el dueño del local de calle San Martín.

Como pruebas que confirman su autoría, al menos en el grado que requiere el procesamiento, el juez Falkenberg contó con los reconocimientos en rueda de personas. Y como si fuera poco, el propio acusado se habría confesado responsable de los robos y uno de los casos de abuso. Es decir que Martínez contó lo sucedido en declaración indagatoria esta semana, ante la presencia del Defensor General Nº 5, Pablo Ursini.

Reconocimiento

Las dos víctimas directas fueron contundentes al momento de señalar a Martínez, entre un grupo de personas con las mismas características fisonómicas. ASimismo, dos amigos de una de las chicas atacadas lo reconocieron.

En los dos asaltos cometidos esta semana, el agresor había hecho reconocimiento previo del terreno; las dos encargadas aseguraron que estuvo preguntando precios días antes, con la excusa de querer comprar un jean para la hermana o zapatillas para él.

También les dijo que no estaba solo, sino que estaba acompañado por su hermano, que estaba armado en la puerta, para evitar que las chicas trataran de escapar. Y existen peritajes médicos que se suman como pruebas que comprometen su situación.

Para confirmar el dictado de la prisión preventiva, el juez valoró los montos mínimos de las penas por los delitos que se le imputan, que son de 5 años por el robo y 8 por los abusos, y consideró que en caso de ser condenado, la pena en expectativa sería muy elevada, por lo que desestimó de plano la posibilidad remota de que quedara en libertad.