Se fue el chaqueño Zimmermann
Figura de los ‘70 en Colón y campeón con Independiente
Dejó de existir en la víspera, en la ciudad de Rafaela. Su nombre estuvo asociado a épocas muy recordadas, de equipos inolvidables de Colón. Jugó de volante y marcador central.
Una recordada formación sabalera de la década del ‘70. La foto fue sacada en la cancha de Independiente, lugar donde luego jugó Zimmermann. De pie, el chaqueño en primer término, Araoz, Villaverde, Trossero, Fernández y Baley. Agachados, Lamberti, Cococho Álvarez, Coscia, Britez y Carlos López. Inolvidable equipo.
Foto: Archivo El Litoral
Tomás Rodríguez
(Especial para El Litoral)
Hondo sentimiento de pesar causó ayer en el ambiente futbolístico argentino, el fallecimiento de un destacado jugador y excelente persona, Enrique Rodolfo Zimmermann, a los 60 años, tras padecer una cruel enfermedad. Sus restos fueron inhumados hoy en el cementerio Lar de Paz de esta ciudad.
El desaparecido futbolista y director técnico había comenzado en Peñarol de Rafaela. Luego se destacó en Colón y más tarde fue campeón de América y del mundo con Independiente, actuando en 389 partidos, anotando 11 goles.
Zimmermann había nacido en el Puerto Barranqueras (Chaco). Su padre era de Rafaela y su madre de El Trébol.
En esa ciudad comenzó de pibe a jugar en las divisiones infantiles de Los Andes; luego pasó a Don Orione de Resistencia, uno de los equipos emblemáticos de la Liga de esa provincia, que llegó a jugar un Torneo Nacional.
El rubio volante-defensor además de Colón en la década del ‘70, se desempeñó luego en Independiente, Huracán, un año y medio en el Blooming de Bolivia, clasificando para la Copa Libertadores. De regreso al país lo hizo en Ferro de General Pico (La Pampa), dos años en 9 de Julio de Rafaela y seis meses en Ben Hur. También trabajó como director técnico en las inferiores de 9 de Julio y Ben Hur de Rafaela.
De Barranqueras a Rafaela
Cuando el chaqueño tenía 13 años, su familia se trasladó a Rafaela, comenzando en Peñarol. Tres temporadas más adelante actuó en primera e integró el seleccionado de la Liga Rafaelina.
De inmediato pasó a Colón, al declararse la huelga de futbolistas profesionales en 1971. En la octava fecha del Campeonato Nacional, disputada el 7 de noviembre de ese año, debutó en Santiago del Estero, empatando uno a uno con Central Córdoba, con esta formación: Juan L. Costantino, Ernesto Rubén Aráoz, Raúl Borda, Alberto Florit y Miguel Ángel Arigoni; Víctor Estanislao Zapico, Zimmermann y Miguel Ángel Romero; Daniel Silguero, Edgardo Di Meola y Hugo Alberto Olmos.
El “Vasco” Juan Eulogio Urriolabeitia y el profesor Rubén Solé le hicieron hacer el primer contrato con Colón. Allí conformó excelentes equipos junto a Costantino, Rodolfo Baley, Ernesto Rubén Aráoz, Humberto Zuccarelli (luego Hugo Spadaro y Hugo Villaverde), Edgar Fernández, Hugo Villarruel, Ernesto Juan Álvarez, Carlos Trullet, Ricardo Aniceto Roldán, Carlos Ángel López, Osvaldo Mazo, César Britez, Daniel Borgna, Hugo Coscia, José Luis Saldaño, etcétera.
Su llegada al Rojo
En 1978 fue transferido a Independiente para cubrir la plaza del “Gringo” Trossero, en su primer pase a Francia, con la recomendación del técnico José Omar Pastoriza, jugando solamente por la Copa Libertadores debido a que debió purgar una suspensión de seis partidos en el orden local.
En 1983 integró el equipo e Independiente campeón del Metropolitano. En la penúltima fecha al vencer a Racing, su clásico oponente, este equipo perdió la categoría. Los rojos formaban con Gustavo Adolfo Moriconi; Zimmermann, Villaverde, Trossero y Néstor Clausen; Ricardo Giusti, Claudio Marangoni, Ricardo Bochini y Jorge Burruchaga; Enrique Omar Sánchez y José Alberto “Mandinga” Percudani.
Con Independiente disputó dos finales de la Copa Libertadores de América en una de ellas obtuvo el título del mejor del continente.
Después de ocho años volvió a jugar la final de ese certamen, siendo su rival el Gremio de Porto Alegre, que ostentaba el título mundial al derrotar al Hamburgo el año anterior en Alemania.
En Brasil, ganó el equipo argentino por la mínima diferencia con tanto de Jorge Burruchaga y en el desquite igualaron con el marcador en blanco, obteniendo la séptima competencia de ese carácter.
El “Chaqueño” Zimmermann, el 9 de diciembre de 1984, integró el equipo de Independiente que después de ocho años obtenía por segunda vez la Copa Intercontinental contra el Liverpool de Inglaterra (poco tiempo después de la Guerra de Malvinas, cuando algunos se oponían a su realización), en Tokio. Los ingleses habían superado en la final europea a la Roma de Falcao y Roberto Pruzzo.
José Percudani fue el autor del tanto, formando Independiente así: Carlos Mario Goyén; Néstor Rolando Clausen, Hugo Villaverde, Enzo Héctor Trossero y Carlos Enrique Giusti, Claudio Marangoni, Ricardo Bochini y Jorge Burruchaga; José Percudan y Barberón. También jugaban el arquero Moriconi, Pedro Damián Monzón, Gerardo Manuel la “Vieja” Reinoso y Sergio César Merlini.
Enormes recuerdos
El chaqueño jugaba de “5” o de marcador central. Se lo recuerda en aquellos mediocampos con Cococho Álvarez y Carlos López o el chaqueño Mazo, también con Villarruel o formando dupla central con aquellos marcadores centrales como Villaverde, Trossero, Di Plácido y Leroyer, entre tantos otros.
Enrique Rodolfo Zimmermann dejó un enorme recuerdo en la gente sabalera y así se hizo saber por la propia página del club, que apenas conocida la noticia de su fallecimiento le dedicó unas líneas en honor a su brillante carrera en la institución.
El chaqueño, en el medio de dos virtuosos como Cococho Álvarez y su coterráneo Osvaldo Diosnel Mazo. De fondo, el sector este del estadio de Colón que hoy cambió totalmente su fisonomía.
Foto: Archivo El Litoral
