Feria del Libro

La música en vivo coronó un

multitudinario fin de semana

Miles de personas disfrutaron de un recital de Pedro Aznar en homenaje a las canciones de Luis Alberto Spinetta.

 

De la Redacción de El Litoral

La noche de la Feria del Libro invitó a más de 50 mil personas que desafiaron las bajas temperaturas a participar de un sentido recital de Pedro Aznar en homenaje a las canciones del Flaco Spinetta, mientras que en el predio de La Rural miles de visitantes ingresaron gratis, a partir de las 21, para sumarse a las propuestas de la Feria del Libro.

La avenida Sarmiento fue el epicentro anoche, donde cobró vida “la celebración” de Aznar al Flaco. “Puentes amarillos” fue el concierto al aire libre donde repasó la discografía de Spinetta junto a los músicos Andrés Beeuwsaert, Pomo y Roxana Amed.

Un set de 26 canciones fueron las elegidas para este conmovedor espectáculo: “Es díficil describir la emoción que representa. Fue alguien que ha cambiado nuestras vidas, tanto y para siempre y es un regalo de la vida homenajear a uno de los ciudadanos más importante de todos los tiempos”, dijo en el escenario.

El músico abrió con “Tema de Pototo”, sólo acompañado de su guitarra y con la tapa del disco Artaud de fondo en una pantalla gigante, Aznar dio luz verde a este homenaje.

“Voy a conectar con las canciones y no con los recuerdos. Si no, no voy a poder cantar”, advirtió, aunque con el correr de la noche deslizó algunas anécdotas.

En este repaso siguieron temas como “Kamikaze”, “Umbral”, “Cementerio club”, “Cantata de puentes amarillos”, “Todas las hojas son del viento” y “Dulce tres nocturno” junto al pianista Andrés Beeuwsaert.

Minutos más tarde y para iniciar otro tramo del recital, subió al escenario el legendario Pomo, “el dueño espiritual de muchas canciones de esta noche”.

Ovaciones

Juntos tocaron “Resumen porteño”, “Figuración” o, como definió a esta canción el mismo Pedro, “un ensamblado de una exquisita soberbia”, “Sexo” y “Blues de Cris” de Pescado Rabioso. En este viaje que transportó a miles de personas, Aznar presentó el tema inédito que compuso con el Flaco: “Lenny Blues”. Los aplausos coronaron esta presentación.

Llegó luego la cantante Roxana Amed, “una de las mejores voces que ha dado la Argentina” tal y como fue presentada la partenaire de Aznar para la interpretación a dúo de dos de los temas más aplaudidos de la noche: “Barro tal vez” y “Durazno sangrando”, consignó Télam.

“En todos se queda un pedacito tuyo, serás inspiración multiplicada por millares a lo largo de los años y lo ancho de las geografías”, escribió Aznar cuando murió Spinetta y fue anoche su mejor celebración, que concluyó con las canciones emblemáticas “aunque todas lo son”, aclaró, como “Seguir viviendo sin tu amor” y “Muchacha ojos de papel”.

El pulso de la multitud

En tanto, la noche de la Feria siguió el pulso de la multitud. Adentro, la música continuó con “Rock en la feria”, el escenario donde se disfrutó una propuesta ecléctica con las “futuras estrellas del firmamento del rock nacional”, organizada por la Televisión Pública y Radio Nacional Rock, FM 93.7, en sintonía con las actividades que realiza los domingos el canal.

La noche arrancó con un set de rockbilly a cargo Buffalo Billys, le siguió Error Positivo, con su rock de guitarras sucias y melodías luminosas; La Caldera que presentó su segundo disco, “Metrónomo” y más tarde, apareció Lorena Mayol quien acaba de lanzar su tercer álbum “1.090 días”.

Ante un público entusiasta que se acomodó alrededor del stand tocó Bicicletas, la banda que teloneó a Oasis, Arctic Monkeys y Stone Temple Pilots y Nubes en Mi Casa, otra promesa de la escena alternativa de América Latina con la delicada voz de su líder Josefina McLoughlin.

Cerraron esta propuesta, la banda de rock barrial de Floresta, Algo Raro Pasa y finalizó la velada el solista de La Plata Gabriel Vilches, con un cruce entre el rock, el funk y el jazz.

La noche continúo movida con “Notas de Jazz”, una performance de textos escritos por Diego Paszkowski, con música improvisada por el contrabajista Fernando Botti y el pianista Álvaro Torres en el stand del Ministerio de Cultura porteño.

La sala Alfonsina Storni se convirtió en un cine con la proyección de fragmentos del filme inédito en el país, “Cornelia frente al espejo”, basado en el cuento homónimo de Silvina Ocampo, un encuentro del que participaron su director, Daniel Rosenfeld; los actores Leonardo Sbaraglia, Eugenia Capizzano, Rafael Spregelburd y Eugenia Alonso; y el curador de la obra de Ocampo, Ernesto Montequín.

También la escritora y narradora Ana Padovani relató el mundo de Charles Dickens y un rato más tarde se largó el “Torneo SLAM!” argentino de poesía oral donde poetas se enfrentaron a un jurado formado por el público. Y la noche continuaba con el cierre del VII Festival de Poesía.

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Es impresionante la convocatoria que la feria logra año tras año. Miles de visitantes lo confirman jornada tras jornada.

Foto: DYN

Cien mil personas

Una inmensa cantidad de personas que los organizadores calculan en 100 mil, se dio cita este fin de semana en la 38 edición de la Feria del Libro para mostrar una vez más el éxito de convocatoria de este megaencuentro cultural que año a año concita el interés de un público de lo más diverso.

“Calculamos unas 100.000 personas”, deslizó al pasar un integrante de la Fundación El Libro, antes de seguir corriendo para terminar los últimos aprestos de la noche de la feria con una programación de lujo encabezada por el homenaje de Pedro Aznar a Spinetta y la actuación de grupos del rock nacional en el stand de la Televisión Pública.

Familias enteras, con cochecitos de bebés y niños agarrados del manubrio que se querían parar en cada stand para mirar historias de dinosaurios o escuchar cómo les contaban un cuento, se alternaban con jóvenes hojeando historietas mientras se comían un pancho y tomaban una gaseosa.

También había abuelos con sus nietos, amigos, estudiantes, expertos buscadores de títulos y una marea que entraba y salía de la Feria a un ritmo constante, incluso a pesar de la lluvia del sábado.

Y como un malón llegaban los seguidores de Alejandro Dolina, del gurú y ex niño prodigio Claudio María Domínguez, la chilena Pilar Sordo y otros nombres del universo mediático, de la radio y de la televisión.

Y como contraste, los que se dieron cita para renovar su compromiso con la literatura, muchos interesados por los escritores latinoamericanos o por las excelentes ofertas que ofrecían varias editoriales. Y algunos haciendo números para darse el lujo y comprarse ese libro deslumbrante, por encima de lo que pensaba gastar.

La gente lo invadía todo en su afán por participar: algunos bailaban folclore en el stand de San Juan o los padres se arremolinaban en el espacio de Santiago del Estero para que sus hijos participaran de la clase de bombos, ambos situados en el pabellón Ocre, que tiene el ingreso por Plaza Italia.