A pedido de Europa

Nace la Soja Premium, amiga del planeta

Vicentín y Oleaginosa Moreno anunciaron esta semana que bonificarán con u$s4 cada tonelada que cuente con “certificación sustentable”. Buscan tentar a productores para que se sumen al sistema y así aprovechar la prima que pagan los europeos por el biocombustible que cumpla el mismo requisito.

Campolitoral

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Desde esta semana los productores que tengan su soja certificada con “calidad sustentable” recibirán una bonificación de u$s4 por tonelada en las aceiteras Vicentín y Oleaginosa Moreno. Ambas empresas decidieron ofrecer ese plus para estimular a los chacareros a sumarse a esta normativa medioambiental que la Unión Europea empezó a solicitar -y en un futuro cercano exigirá- para el biocombustible importado.

Luego de una presentación ante corredores y operadores en la Bolsa de Comercio de Rosario, el nuevo esquema de pago por la ahora llamada “soja premium” entró en vigencia el miércoles 9 de mayo con una gran repercusión entre los productores, que pusieron al rojo los teléfonos de las aceiteras.

Según explicaron desde Vicentín, se trata de aprovechar la prima de u$s8 a 10 por tonelada de biocombustible “sustentable” que pagan actualmente los europeos. “Por eso nosotros salimos a ofrecer esta nueva condición comercial para impulsar a que productores certifiquen la calidad de la soja que nos venden”, le dijo al portal rosarino Puntobiz Máximo Padoán, director de la aceitera. En 2011, ante los escasos cargamentos certificados la bonificación llegó a ser de u$s40.

“Arrancamos ofreciendo una bonificación de u$s 4 más por tonelada de soja comprada, que según el caso puede ser condición fábrica o cámara, pero el valor de este premio lo pondrá diariamente el mercado”, agregó el directivo. Las empresas prevén, además, que a futuro los europeos aplicarán la misma exigencia a la importación de harina de soja.

El lanzamiento en la Bolsa incluyó una exposición de la especialista Lucía Muñoz, quien detalló los lineamientos a seguir para realizar la certificación de cultivos de soja bajo la norma 2BSvs (Biomass Biofuels Sustainability voluntary scheme), una de las 8 existentes en Europa. Se trata del “sistema francés” -menos exigente que el alemán- que requiere haber cosechado en campos que ya eran agrícolas el 1º de enero de 2008 (para evitar el avance de la deforestación con fines agrícolas). Esta condición es vista como una comodidad ya que se simplificaría el trámite de habilitación, puesto que con una foto satelital -por ejemplo- bastaría para probar tal condición, en lugar de tener que ir al campo a realizar la auditoría.

Optativo, por ahora

Con la entrada en vigor de la Directiva de Energías Renovables 2009/09/CE en el viejo continente los embarques de biocombustibles deben acreditar que toda la cadena de producción cumplió con los requisitos de sustentabilidad ambiental. Hasta que se torne obligatorio el mercado bonifica los cargamentos que cumplen dicho requisito. Y aunque la normativa comenzó a aplicarse a comienzos de 2011, recién ahora las fábricas argentinas deciden trasladar ese beneficio al productor.

Según consignó el medio rosarino, grandes exportadores como Cargill y Bunge vienen solicitando a los chacareros que certifiquen sus granos. Incluso la primera habría avisado que no dará más de alta a nuevos productores que no avancen en el proceso de certificar soja de calidad.

De la charla de Muñoz ante los operadores se desprendió que el mecanismo se apoyará en los acopios, quienes tendrán que administrar las certificaciones, realizando las auditorías correspondientes y desarrollando los procedimientos que aseguren la trazabilidad y balance de masa de producción.

Aún no se sabe con precisión cuantos productores están condiciones de cumplir con los requisitos europeos o cuantos campos certificados existen bajo la norma 2BSvs. Sí se tiene una idea más aproximada de otros sistemas, como el de Agricultura Certificada de Aapresid, que en la provincia de Santa Fe apenas cuenta con 4 productores adscriptos. Se trata de un trámite que puede llevar hasta 2 años hasta “acomodar” el campo y luego implica el pago anual de u$s2 a 8 por hectárea, según la escala.

Soja y biodiesel

La relación entre el poroto de soja y el biodiesel es de 5 a 1, por lo que cada 500 toneladas de granos se consiguen 100 de biocombustible. En la presente campaña, de las 40 millones de toneladas a cosechar, entre 10 y 12 se molerían con ese fin. En 2011 Argentina exportó 1.6 millones de toneladas de biodiesel, la mayor parte hacia Europa.