Una problemática que se extiende

Usurparon terrenos en Villa Gobernador Gálvez

El intendente González les recordó a las familias que viven en los predios que una vez “desalojó” a un grupo “quemándoles los ranchos”.

Germán de los Santos

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Las casillas precarias comenzaron a multiplicarse y en pocos días en tres terrenos privados en Villa Gobernador Gálvez se levantaron barrios enteros, que alojan a más de 3 mil personas en unas 20 manzanas. El complejo problema de la falta de vivienda estalla ahora en una localidad que posee 50 mil habitantes y carencias estructurales históricas: sólo el 5 por ciento de la ciudad que gobierna Pedro González desde hace más de dos décadas tiene cloacas.

Las ocupaciones de estos baldíos gigantescos, tapados de yuyos desde hace tiempo (según los ocupantes), fueron repentinas, como si alguien hubiese dado una discreta consigna, que se amplificó y hoy se transformó en un problema difícil de solucionar. Porque la exigencia de las familias que montaron sus casillas es tener una vivienda, una demanda que el Estado, por ahora, no puede satisfacer. Cuando todavía ocupaba la intendencia de Rosario el actual senador provincial Miguel Lifschitz le puso una cifra a esa carencia: sólo en Rosario hay un déficit de 50 mil viviendas. Con la misma mecánica de la toma de terrenos que se concretó en Villa Gobernador Gálvez, en Rosario se produjeron este año cuatro ocupaciones de tierras por parte de familias que no pueden resolver el tema de la vivienda por sus propios medios: se montaron nuevos barrios precarios en Nuevo Alberdi, España al 6400, Felipe Moré al 4400 y Avellaneda al 4200.

Como ocurrió en la ciudad de Santa Fe con la usurpación de las viviendas de Santa Rita II y Las Delicias, el municipio de Villa Gobernador Gálvez realizó una denuncia e instó a los propietarios de los inmuebles ocupados a hacer lo mismo, como son Sugarosa, Metalsur, la carrocera Saldivia, la fábrica de semirremolques y acoplados Montenegro, y Paladini.

Pero a la par de la salida judicial, Pedro González, intendente, planteó otra alternativa, que le valió varias críticas. “Voy a hacer lo imposible para sacar a los usurpadores. Esta es una cosa preparada, usurparon de un día para el otro. No sé quién lo preparó”, lanzó González. El funcionario dejó en claro que no quiere ver “nuevos ranchos” en la ciudad. Y para desestimar las usurpaciones confesó que en otras oportunidades se presentó él mismo al lugar: “He agarrado un bidón de nafta y he ido adonde había seis, siete, ocho, diez ranchos de madera y los saqué y les prendí fuego a todos”, dijo.

El mandatario pidió que en el caso de estos nuevos asentamientos, cada uno de los ocupantes abandone el lugar y vuelva a su lugar de origen hasta que la provincia ponga en marcha un plan de viviendas.

González dijo que los que ocupan terrenos son personas que provienen de Rosario y que sospecha que esto forme parte de una maniobra política para perjudicarlo. Aseguró también que mantuvo un encuentro con representantes de los usurpadores y propietarios de tierras tomadas para llegar a un acuerdo pero aclaró que eso no significó un aval para la toma de terrenos ni mucho menos: “Hice la denuncia en Tribunales el 23 de abril y le avisé a cada dueño de terreno para que lo haga”.

“Estoy esperando a la Justicia”, dijo en relación a la orden de desalojo. Y señaló que mantuvo reuniones con el secretario de Seguridad, Marcos Escajadillo, y con el titular de Hábitat, Gustavo Leone, para tratar de encontrar alguna solución al conflicto. El intendente advirtió, por último, que los terrenos que fueron ocupados son inundables, a lo que agregó: “El día que llueva va a haber dos metros de agua y los voy a tener frente a la Municipalidad pidiendo frazadas y colchones”.