Aires coloniales en el Caribe colombiano

El autor nos presenta un recorrido por Cartagena de Indias, una ciudad de múltiples facetas entre las que se destacan su amabilidad y sentido hospitalario, virtudes que la hacen atractiva al mundo entero.

TEXTOS Y FOTOS. MARIO A. LAGUZZA.

Aires coloniales en el Caribe colombiano

Farolas, balcones y profuso colorido en el área colonial que es Patrimonio Histórico.

 

Trataré de reflejar en esta nota los atractivos principales que posee esta ciudad de la costa colombiana del Caribe, desde el sector histórico colonial hasta la Cartagena moderna.

La República de Colombia geográficamente está situada en el extremo noroccidental de Sudamérica y es el único país del subcontinente con costas sobre los océanos Pacífico y Atlántico, mar Caribe en este caso.

Cartagena de Indias es una de las más antiguas ciudades americanas. Fue fundada el 1º de junio de 1533 por Pedro de Heredia.

Fue llamada así por los primeros habitantes que procedían de la ciudad del mismo nombre en España. La urbe primitiva sirvió primero como campamento para organizar los viajes de la conquista del interior del continente, y más tarde se convirtió en uno de los puertos de mayor movimiento comercial entre España y sus dominios, condición que le permitió consolidarse como uno de los centros principales de embarque del oro y de la plata traídos desde el Perú y por eso tiene una larga historia de violentos asedios de piratas ingleses y franceses.

Ciudad apetecible

Por su localización privilegiada fue el blanco codiciado de constantes incursiones bélicas con las que las potencias europeas le disputaban a España las riquezas de América Latina. Por eso, el rey Felipe II encomendó la misión al mariscal de campo Luis de Tejada y al ingeniero italiano Bautista Antonelli, de construir 11 kilómetros de murallas y varios fuertes que sirvieron de defensa en los siglos XVII y XVIII.

Este puerto amurallado y con la intención de ser inexpugnable, se complementó con terraplenes, baluartes, torres y fuertes. Las murallas tenían y tienen una altura próxima a los doce metros y son de gran espesor.

En marzo de 1741, la ciudad fue sitiada por la escuadra del almirante inglés Edward Vernon, quien arribó con una gran flota. Vernon y sus hombres finalmente se retiraron tras fracasar en el asedio.

Unas cuantas décadas después, ya comenzado el siglo XIX, en los años de la independencia de Colombia, la ciudad lentamente comienza un largo camino de progreso. Cartagena crece y se crean nuevos barrios en extramuros. Se hacen puentes facilitándose la comunicación con los nuevos sectores urbanos que van creciendo y se van expandiendo cada vez más lejos de la ciudad vieja.

Colonial

La ciudad y la ciudadela son únicas. Recorrer el centro histórico y los alrededores donde se levantaron los imponentes monumentos de defensa, en el orden riguroso de la época y el estilo, despoja la arquitectura local de su magia mayor: la aparición imprevista de mezclas, insólitas y trazados que la luz del atardecer crea en ciertas paredes y tejados.

La mejor forma de apreciar su riqueza arquitectónica es mirando desde un coche el paso de balcones, tejados y fragmentos de paredes encuadrados en un contrapicado que revela el conjunto.

Es enriquecedor descubrir en la estructura actual de la ciudad vieja las disposiciones que se usaron en la Colonia para trazar calles y manzanas, a razón de una sola propiedad por manzana, con amplias casonas de techos altos. En la mayor parte de las guías turísticas y libros sobre Cartagena se habla de su variada riqueza arquitectónica.

Gracias a su magia y a su encanto natural. Cartagena recibe premios y distinciones asiduamente. “Frommers”, una de las guías turísticas más importantes de los Estados Unidos, reseñó a Cartagena de Indias entre los 12 destinos más recomendados para visitar en el 2009.

El estilo colonial predomina por doquier. Los colores de las casas, con sus balcones de madera siempre llenos de flores, dan una sensación de vida plena, unidos a los tonos de los carruajes antiguos, los vendedores ambulantes y los turistas.

Por las noches es recomendable recorrer las callecitas iluminadas de la ciudad colonial y deleitarse con esa magia tan especial que posee.

Toda esta infraestructura constructiva ha contribuido a que Cartagena ostentara el título de Patrimonio Histórico y Cultural de la Humanidad.

Elegida para bodas

Cartagena se ha vuelto el sitio ideal para contraer matrimonio. Es la ciudad ideal para enamorarse. Todo está dispuesto para la boda y la luna de miel. Su natural encanto y su particular magia contribuyen para ello. cartagena no sólo es la ciudad preferida por el jet-set nacional, sino también, por el internacional. Las solicitudes para matrimonios desbordaron en 2010. Es decir, para casarse en las iglesias de San Pedro Claver, el convento de Santo Domingo, en la Catedral Santa Catalina o en la iglesia de Santo Toribio, hay que hacer reserva con un año de anticipación.

Algunos edificios clásicos

- Iglesia San Pedro Claver: En este claustro y templo fundado por Jesuitas, vivió y murió el patrono San Pedro Claver conocido como “Esclavo de los esclavos”. Su labor al llegar a Cartagena, fue evangelizar a los negros y enseñarles las creencias católicas. El templo se levanta frente a la plaza que lleva su nombre, donde el escultor cartagenero Enrique Grau le dejó a la ciudad, una de sus obras maestras, un bronce de San Pedro y la del esclavo, en franco coloquio caminando por la plaza, sin pedestal, porque así estuvo siempre el santo, entre la gente.

- Catedral Santa Catalina de Alejandría: Su preciosa torre se ve desde distintos rincones de la ciudad, como si fuera un faro que guía. Es una de las más antiguas, es bella y maquilla con su luz, arquitectura y hermosura a esta ciudad. Su altar, en madera y laminilla de oro, está recién restaurado, lo mismo que las estaciones del vía crucis.

- Templo de Santo Domingo: Es el más antiguo y venerado de la ciudad. El templo y su claustro, empezaron a construirse a mediados del siglo XVI, a pocos pasos del Mar Caribe. Es un templo lleno de leyendas. En su interior se encuentra el milagroso “Santo Cristo de la Expiración”, una hermosa escultura en madera. Este imponente edificio se levanta frente a la plaza del mismo nombre.

- Torre del Reloj: Conocido como la Boca del Puente, es la puerta principal de la ciudad vieja y está integrada al entorno amurallado. La torrecilla con el reloj le fue agregada a fines del siglo XIX y en la actualidad se incorpora a una plaza adoquinada a imagen y semejanza de las plazas españolas.

- Teatro Heredia: Es una de las más interesantes expresiones culturales de la historia de la cuidad. Fue recientemente restaurado y su nombre en la actualidad es Teatro Heredia Adolfo Mejía.

- Plaza de San Diego: Es visitada por cientos de turistas que llegan atraídos por la oferta gastronómica de los restaurantes que se encuentran alrededor de la plaza y por la belleza arquitectónica de la Escuela de Bellas Artes y del Claustro de Santa Clara.

cartagena Moderna

Como complemento de la ciudad colonial, tenemos la Cartagena moderna, la de los blancos e imponentes edificios de apartamentos, la de los principales hoteles frente al mar, frente a las playas. La zona comercial, la de los casinos, la de los ambientes apacibles y románticos hasta alegres discotecas que ofrecen variados géneros musicales.

Por las noches de la ciudad, que brinda seguridad, se puede disfrutar de un paseo en coche o realizar una caminata frente al mar para admirar la ciudad iluminada.

Este sector de la ciudad, que está casi toda rodeada por el mar, es denominada “Bocagrande” y “Castillogrande” y tiene toda la apariencia en muchos aspectos, a la caribeña ciudad norteamericana de Miami Beach, en Florida.

Como se ve, las opciones para ver y hacer en Cartagena de Indias son variadas. Solo falta la decisión y oportunidad de ir a conocerla.

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Parece Miami Beach, pero es Cartagena de Indias.

Cómo llegar

Existen dos maneras de llegar diariamente a Cartagena. Una es vía ciudad de Panamá y otra es a través de ciudad de Bogotá. Asimismo, desde Argentina hay dos opciones de salida: Ezeiza y Córdoba. El viaje oscila entre siete y ocho horas de duración.

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Iglesia Catedral San Pedro Claver.