Al margen de la crónica

La llama que llama

El 27 de julio comienzan los juegos olímpicos que tienen a la ciudad de Londres como anfitriona. Por tal motivo la princesa Ana -la hija de Isabel y la hermana de Carlos- viajó a Atenas para recoger la llama olímpica acompañada por el astro futbolístico David Beckham. Se puso en marcha de este modo uno de los ritos más ancestrales vinculados con las jornadas deportivas, el fuego que anima a los participantes a cumplir con el viejo lema de “más alto, más lejos, más fuerte” (altius , citius, fortius) que anidó en Grecia.

En la tarde del viernes un avión especial pintado de dorado de la compañía British Airways tocó suelo británico en la base aérea en Cornwall. La princesa Ana, miembro del comité organizador de los Juegos; el jefe del comité, Sebastian Coe; el ministro para los Juegos, Hugh Robertson, y el alcalde de Londres, Boris Johnson, integraron la delegación británica que trajo la antorcha desde tierras griegas. Minutos después de su arribo y aún en la pista, Beckham fue el encargado de encender la llama mientras Ana seguía con atención la escena.

Además de pertenecer a la familia real, la princesa -de 61 años- exhibe importantes razones para formar parte de la delegación puesto que fue una destacada cultora del hipismo en su país, ganó algunos torneos, fue la figura deportiva en el año 1971 e integró la delegación olímpica inglesa en 1976, de modo que no era una espectadora más.

Como corresponde a un pueblo donde las ceremonias son importantes, al igual que el sostén de las tradiciones, fue televisada en directo para todo el mundo y se pudo ver también cómo las cosas pueden resolverse con buen gusto y en poco tiempo, apelando a discursos cortos y dejando de lado cualquier intención de vedetismo, tan usual por estas tierras.

A partir del momento en el que las trompetas anunciaron que la llama oficialmente se encendía en Londres, alrededor de 8.000 atletas serán los encargados de trasladar el fuego olímpico durante 70 días por un recorrido de 8.000 millas que atravesará cerca de 1.000 ciudades y pueblos británicos.

El primer portador será el tres veces campeón olímpico de vela Ben Ainsile, que partirá desde el municipio de Cornwall y entregará el fuego a Anastasia Swallow, miembro del equipo juvenil de surf británico. Los organizadores prometen un “espectáculo impresionante” en el relevo de la antorcha, que no sólo será portada por corredores, sino también en caballo, en tren de vapor o en tranvía.

Pero para que no hayan sorpresas desagradables la antorcha fue sometida, según sus creadores, a pruebas de lluvia extrema y fuerte viento, situaciones muy habituales en la isla.

Aún sigue habiendo una incógnita: ¿quién será el que encienda el pebetero el 27 de julio? Para la casa de apuestas “William Hill” el gran favorito es el cinco veces campeón de remo Steve Redgrave. Eso sí, quedó en claro que uno de los candidatos ya no lo es más, David Beckham será un espectador más de la ceremonia inaugural.