Gustavo Grobocopatel

“Tengo más certezas sobre lo que

va a pasar en 2030 que en 2012”

El empresario del grupo Los Grobo hizo un análisis en el 4º Congreso de Economía y Negocios de la Fundación Libertad, sobre los desafíos del sector agropecuario frente a un mundo en el que se acrecienta una crisis de oferta de granos.

 

Germán de los Santos

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Gustavo Grobocopatel ensayó una aclaración que condicionó su disertación: “Tengo más certezas sobre lo que va a pasar en 2030 que en 2012”. La cabeza del grupo económico Los Grobo, nacido en Carlos Casares, que fue uno de los gestores de la transformación interna de la empresa agropecuaria, admitió que se siente más cómodo hablando de un futuro no tan lejano que el presente doméstico del país. Prefiere analizar la “revolución productiva” basada en las proteínas que tendrá que satisfacer en los próximos 20 años el doble de alimentos en Asia, donde se acrecientan las migraciones a las ciudades. “Es en esos ámbitos urbanos, donde se modifican los hábitos de consumo y la gente, en este caso, por ejemplo los chinos, comienzan a dejar de comer arroz y prefieren distintos tipos de carnes, cuya base son la soja y el maíz”, advirtió.

Grobocopatel disertó en el 4º Congreso de Economía y Negocios de la Fundación Libertad, que se realizó en la estación Fluvial en Rosario. El empresario y productor agropecuario de Los Grobo grupo que actualmente arrienda 280 mil hectáreas en Argentina, Brasil, Uruguay y Bolivia consideró que en este contexto internacional “nuestro país se ha transformado de manera positiva”. Pero planteó que frente a un mundo en el que “la demanda supera a la oferta en materia de alimentos” es necesario agudizar ciertas transformaciones, como por ejemplo, en el ámbito de la formación profesional y en la educación. “Hoy, la educación formal no nos sirve como tal. Y es imprescindible aprender a trabajar”.

Crisis de oferta

El empresario opinó que el precio de la soja “se moverá en un nuevo rango” debido a la crisis de demanda que existe actualmente en el mundo. “La oscilación del valor de esta oleaginosa andará entre los 330 y 550 dólares”, pronosticó. Y lanzó una pregunta que contestó con premura: “No hay oferta. Ésa es la respuesta”. Grobocopatel esgrimió algunos datos para hacer un semblante de esa coyuntura compleja a nivel global en la que la seguridad alimentaria está en problemas. “Hace cinco años, el consumo de carne en China era de 6 kilos por habitante, y hoy supera los 60. En la época de Mao Tse Tung las aspiración era que hubiese una chancha por chino, y ahora hay tres”, apuntó.

Al incremento de carne en la dieta de los asiáticos que tiene como materia prima a la soja se suma al creciente uso de granos para la producción de etanol combustible vegetal en Estados Unidos. “La capacidad de la industria del etanol en Estados Unidos es de 100 millones de toneladas de maíz. Y el mercado mundial de maíz es de 100 millones de toneladas”.

“Todo esto converge en una revolución del consumo, apoyado en el crecimiento de la población urbana y un aumento de la utilización de etanol”, sintetizó.

El futuro ya llegó

Grobocopatel consideró que “en el mundo va a ser cada vez más creciente el consumo de carnes en los países de origen. Y esto está condicionado por un factor fundamental: el agua”. Y frente a este desafío, según el titular de Los Grobo, “América Latina tiene un potencial muy importante porque posee tierras disponibles para cultivos y agua”. Y en este punto, el empresario puso un ejemplo muy cercano, que estaba sobre el plato de los asistentes al almuerzo en el salón sobre la ribera del Paraná. “El pollo que está sobre sus platos es agua saborizada. Es decir, el 90 por ciento de ese animal es agua. Y sin ella sería imposible tener ese pollo”.

El productor, que reniega del mote que le colocaron algunos medios (rey o zar de la soja), opinó que la producción agropecuaria “es industria”. “El 30 por ciento de la chapa que se produce en Techint va a parar al campo, algo que ocurre también con la industria petroquímica, como por ejemplo con la fabricación de silos bolsa, que acopian el 60 por ciento de la producción de granos de la Argentina”, señaló.

Con datos concretos, Grobocopatel trazó un perfil actual del campo argentino en el que según calculó “hay 100 mil productores menos y 200 mil camioneros más”. “Actualmente, hay menos productores agropecuarios pero más empleo a partir de los servicios que se han generado en torno al sector”.

“Tengo más certezas sobre lo que va a pasar en 2030 que en 2012”

“Hoy la educación formal no nos sirve como tal. Y es imprescindible aprender a trabajar”.

Foto: Archivo El Litoral