Según un presunto “topo”

La filtración de documentos

sería para cuidar a Benedicto

El escándalo en el Vaticano, siempre según la versión del diario La Reppublica, tiene dimensiones inimaginables y apuntó a la pista económica. La caída del titular del Banco del Vaticano, Ettore Gotti, fue producto de las pujas políticas internas que estarían motorizadas por el cardenal Tarcisio Bertone.

 

Agencia EFE

Uno de los supuestos miembros de la trama que ha filtrado documentos secretos de la Santa Sede, conocidos como los “cuervos” vaticanos, asegura que sus acciones sólo tienen por objetivo proteger al Papa Benedicto XVI de las pugnas internas en el Vaticano.


En una entrevista que publica hoy el diario romano La Repubblica, en la que no se ofrecen datos sobre la identidad de esta persona, el supuesto “cuervo” afirma que el mayordomo del Papa, Paolo Gabriele, detenido la pasada semana, no tiene que ver con esta trama sino que su papel fue “haber entregado cartas bajo petición”.

“Quien lo hace (la filtración de documentos) actúa a favor del Papa. Porque el objetivo del cuervo, o mejor dicho, de los cuervos -ya que se trata de más personas- es que emerja el movimiento que existe dentro de la Iglesia en estos últimos años, a partir de 2009-2010”, afirma el supuesto “topo”.

“Hay algunos que se oponen al secretario de Estado, Tarcisio Bertone. Hay quienes piensan que Benedicto XVI es demasiado débil para llevar la Iglesia. Quienes consideran que es el momento adecuado para dar un paso adelante. De este modo se ha convertido en un todos contra todos, en una guerra en la que no se sabe ya quién está con quién y quién en contra”, añade.

Esta persona, entrevistada a la hora de comer de ayer domingo en un barrio del norte de Roma, afirma que la filtración de documentos “nace sobre todo del temor de que el poder acumulado por el secretario de Estado pueda no ser conciliable con otras personas en el Vaticano”.

“Hay siempre una pista económica. Hay también intereses económicos en la Santa Sede. En 2009-2010 algunos cardenales han comenzado a percibir una pérdida de control central”, señala el supuesto miembro del grupo de los “cuervos”, que integran, según esta persona, tanto religiosos como seculares.

Esto es, añade, “un poco por los intentos de limitar la libertad de investigaciones que monseñor Carlo María Viganó (actual nuncio en EE.UU. y ex secretario general del Governatorato de la Ciudad del Vaticano) estaba desarrollando contra episodios de corrupción, un poco por el progresivo alejamiento del Pontífice de estas cuestiones internas”.

El silencio o el exilio

Según indica el supuesto “topo”, Viganó escribió al Papa como secretario general del Governatorato de la Ciudad del Vaticano denunciando episodios de corrupción, pidiéndole ayuda, pero el Papa no pudo hacer nada porque “significaría una fractura pública con su brazo derecho” y lo envió a la Nunciatura de Washington.

“Los cardenales entienden así que el Papa es débil y van a buscar la protección de Bertone (...) El Papa entiende que debe protegerse y convoca a cinco personas de su confianza, cuatro hombres y una mujer, que son los llamados relatores, los agentes secretos de Benedicto”, afirma.

Esa mujer “es la estratega. Después está quien materialmente recoge las pruebas. Otro prepara el terreno y los otros dos permiten que todo sea posible. En este asunto el papel de estas personas ha sido el de informar al Papa sobre quiénes eran amigos y quiénes enemigos, para poder así saber contra quién luchar”, añade.

Estos “agentes secretos” localizan, según el supuesto “topo”, “canales y periodistas” para filtrar los documentos, que salen del Vaticano a mano, burlando los sistemas de seguridad informática.

El supuesto “topo” asegura que el cese el jueves del presidente del Banco del Vaticano, Ettore Gotti Tedeschi, se produjo por los “celos” de Bertone por el hecho de que este sólo dé cuentas de su actividad al Papa, quien tras conocer la noticia de la destitución, según el supuesto “cuervo”, se puso a llorar por su “amigo Ettore”.

“Después se enfadó muchísimo y reaccionó diciendo que la verdad sobre este asunto tendría que salir”, afirma el entrevistado, quien dice que el Papa no impidió ese cese porque “habría significado una fractura clamorosa con su secretario de Estado”.

La detención del mayordomo del Papa, considerado por la prensa como uno de los “cuervos” junto, entre otros, a una mujer y un cardenal italiano, llega tras las investigaciones realizadas según las instrucciones recibidas por la comisión cardenalicia, creada el pasado abril por Benedicto XVI.

 

La filtración de documentos sería para cuidar a Benedicto

Benedicto XVI parece pedir calma con su gesto. Las complicaciones políticas reveladas por los documentos que salieron a la luz, han salpicado al pontificado de Ratzinger, que no atina a responder adecuadamente los ataques.

Foto: Agencia EFE

El Cuervo canta

Hay quien dice que “ha dado el nombre de un alto prelado”. Otro asegura que “dio dos nombres que queman”. Distintos medios en todo el mundo coinciden en que Paolo Gabriele, arrestado en la noche del último miércoles, ya empezó a hablar, después de cuarenta y ocho horas de absoluto silencio, que dedicó solamente a rezar.

/// EL DATO

Paolo Gabriele quiere ayudar

Ningún cardenal y ninguna mujer son investigados por la filtración de documentos reservados del Vaticano, aseguró hoy su portavoz, Federico Lombardi.

Asimismo agregó que el mayordomo de Benedicto XVI, Paolo Gabriele, detenido y acusado del robo de documentos reservados, está dispuesto a colaborar con la Justicia vaticana.

“Ningún cardenal italiano o extranjero está siendo investigado, así como ninguna mujer. Lo desmiento de manera tajante”, afirmó Lombardi a los periodistas acreditados en el Vaticano.

Explicó que el hecho de que la comisión cardenalicia creada por el Papa Benedicto XVI para investigar la filtración de documentos reservados pregunte a diferentes personas, entre ellas purpurados, “no significa que sean sospechosos”.

Lombardi dijo también que el Papa está al corriente de todo y que está sereno.

Sobre la situación de Gabriele, Lombardi señaló que el mayordomo del Pontífice fue detenido a últimas horas de la tarde del pasado miércoles y que sigue en estado de arresto.

Ayer acudió a misa y hoy ha sido visitado de nuevo por su abogado, Carlo Fusco, quien entregó un comunicado a Lombardi, que lo facilitó a la prensa, en el que cuenta la decisión del mayordomo de colaborar con la Justicia.

“Paolo Gabriele ha declarado al juez que ofrecerá la más amplia colaboración y que ello se producirá una vez que yo y la otra abogada defensora, Cristina Arru, hayamos estudiado bien el caso”, escribió Carlo Fusco en el comunicado distribuido por Lombardi.

En esa nota, Fusco aseguró que Gabriele, de 46 años, “responderá a todas las preguntas y colaborará con los investigadores para que se sepa la verdad”.

Fusco expresó su “estupor” ante las informaciones aparecidas en la prensa respecto a que en la casa del mayordomo, que vive en el Vaticano, la Gendarmería Vaticana confiscó “cajas de documentos en cantidades impresionantes y aparatos para fotografiar o reproducir cartas”.

Según Fusco, algunos periodistas afirman conocer esos elementos del proceso, “cuando éste está cubierto por el secreto del sumario y todavía ni lo sabemos nosotros”.

También aseguró que la esposa de Gabriele sigue viviendo en el Vaticano y que confía en la magistratura.

Según Fusco, el mayordomo está sereno y tranquilo y contó que él lo defiende por la amistad y gran estima nacida desde que eran niños.