En total son 14 kilómetros

Circunvalación Oeste: el nuevo

tramo se recorre en diez minutos

Circunvalación Oeste: el nuevo tramo se recorre en diez minutos

Tránsito pesado. La circunvalación es clave para evitar el intenso tráfico de camiones por avenida Blas Parera. Además, es un acceso a Santa Fe mucho más rápido para la gente que vive en Esperanza, Recreo y San Justo, entre muchas otras localidades. Foto: Amancio Alem

El trayecto se habilitó hoy, a pesar de que todavía falta colocar guardarraíles, parte de la señalética y la obra de iluminación.

 

Ignacio Andreychuk

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Hacer el recorrido de la Circunvalación Oeste, habilitado hoy de manera completa (las 24 horas, todos los días y para cualquier vehículo), demanda un tiempo exacto de 10 minutos y 37 segundos, yendo en promedio a 100 kilómetros por hora. Son los 14,7 kilómetros (ver infografía) que se abrieron desde este mediodía en forma plena para todo el tránsito.

Pese a la inauguración oficial, la obra no está concluida. Lo que falta es un 10 % de la señalización horizontal y vertical autorreflectante, barandas de protección y guardarraíles, así como lo más trascendental no sólo para el tránsito sino para la seguridad de la zona: los trabajos de iluminación, para lo cual se invertirán unos 24,2 millones de pesos, según se informó desde el gobierno.

En el recorrido que realizó El Litoral por el tramo III de la Circunvalación Oeste -desde el ingreso sur por calle Gorostiaga, a la altura del Hipódromo Las Flores, hasta el cruce con la Ruta Provincial Nº 70-, la mayor sorpresa fue la incesante circulación de vehículos (muchos a gran velocidad). Los camiones transitaban permanentemente en ambas direcciones, ya con la indicación de los inspectores de la Secretaría de Control de la Municipalidad para que se dirijan por esa vía.

Precisamente esos controles se registraron en varios puntos: Gorostiaga, bajadas de la Circunvalación y el cruce de las rutas 11 y 70, con la intención de que los vehículos de gran porte desvíen por el nuevo acceso.

Los ingresos norte y sur al tramo III de la Circunvalación Oeste, por el momento no presentan inconvenientes en cuanto a la ubicación para el grueso de la gente, ni en el aspecto más complicado de otros trayectos de esta avenida: la inseguridad (que es inconveniente en los accesos del sur, por ejemplo).

El panorama cambia radicalmente en las otras dos bajadas que tiene la ruta, a la altura del barrio San Agustín (calle Teniente Loza) y la zona conocida como Nuevo Horizonte (calle Monseñor Rodríguez, límite entre Santa Fe y Recreo). En estos sectores y fuera del horario diurno, podría ser peligrosa la circulación debido a la falta de iluminación.

Y también llama la atención que para volver por la Circunvalación, desde los accesos del norte en dirección sur, no se puede ingresar a la ciudad por calle Gorostiaga (allí no hay bajada, sólo ingreso a la ruta para ir hacia el norte). Por lo tanto, hay que dirigirse hasta toparse con uno de los puentes de la Autopista Santa Fe-Rosario y elegir: se puede retomar la Circunvalación rumbo al norte para poder ingresar a Blas Parera por Gorostiaga (lo que hace el tránsito pesado que circula en la zona) o, directamente, acceder por la autopista y luego por Iturraspe.

12.000

vehículos

por día ingresan a la ciudad por la avenida Blas Parera, según la Dirección Provincial de Vialidad. Es uno de los accesos más complicados.

182

millones de pesos

será la inversión final de la obra del tercer tramo de la Circunvalación Oeste una vez concluida, que además incluyó la construcción de terraplenes, lagos reservorios y estaciones de bombeo para prevenir los desbordes del río Salado


Percepción encontrada

I. A.

Es necesario decirlo, pensarlo y hasta imaginarlo: el trayecto que las autoridades provinciales y municipales dejaron habilitado hoy para el libre tránsito y a toda hora, tiene una gran ventaja pero otra gran incertidumbre.

Por un lado, este tramo de la Circunvalación Oeste va a descomprimir el intenso y peligroso tránsito en el ingreso a Santa Fe por la avenida Blas Parera. Sin embargo, que la obra aún no esté culminada es una situación que cuanto menos despierta una advertencia para los conductores: no hay iluminación en la ruta, las bajadas por Teniente Loza y Monseñor Rodríguez pueden ser inseguras de noche y falta un sector de guardarraíles en el trayecto norte.

En general, son más buenas que malas, pero por qué se inauguró una obra trascendental para el tránsito sin estar culminada sólo se explica desde la preocupación que hay por la circulación en Blas Parera, donde en los últimos tiempos se produjeron importantes accidentes. Y fatales.

/// punto de vista

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