Relato de vida

Relato de vida

Ricardo Porta

 

Es un referente indiscutido del periodismo deportivo en nuestra ciudad y goza de un notable reconocimiento que excede al medio local. Próximo a publicar su primer libro, cuenta sus experiencias de vida y anécdotas con la misma pasión que exhibe frente a un micrófono.

TEXTO. LUCAS CEJAS. FOTO. mauricio garín

COMIENZOS. “Comencé allá por el ‘55 ó ‘56 en la vieja audición deportiva de LT9. El director periodístico era Raúl Husinker y el director comercial era Don Pedro Achiardi, que fue el que me llevó cuando yo estaba en 6º grado. A partir de ahí, me vinculé con LT9 por muchísimo tiempo. Raúl fue uno de mis referentes junto a Heriberto Osuna, Ángel José Gutiérrez y Jaime Víctor Tepper, que era locutor comercial y director artístico de la empresa Hayne, que tenía a LT9 como emisora. Hayne era una empresa a nivel nacional. Después, Don Marcos Bobbio se quedó con la onda a través de Boisa (Bobbio y Sadio). A partir de allí comencé mi carrera periodística”.

REFERENTES. “Los referentes fueron, entre otros, el maestro Fioravanti, concuñado de Husinker. Joaquín Carballo Serantes -el verdadero nombre de Fioravanti- marcó una época en el relato de la República Argentina. Era un tipo exquisito, tenía un pasado como actor en el teatro vocacional del Colegio Nacional Simón de Iriondo, adonde encarnaba a un personaje llamado Fioravanti, seudónimo que después usó en su época de relator. Y si bien era uruguayo, se radicó en nuestro país desde muy pequeño. Otros referentes fueron un maestro como Ulises Barrera, Néstor Ibarra, Diego Bonadeo, los colegas que comenzaron jóvenes como Marcelo Araujo, Adrián Paenza y el querido Fernando Niembro que, si Dios quiere, cuando salga mi libro va a ser el autor del prólogo”.

ANIMAL DE RADIO. “Si bien soy periodista por vocación, y trabajo en radio y TV, me considero un animal de radio. La radio tiene la magia de la imaginación. El locutor, el periodista o el comentarista tienen que tener la riqueza del lenguaje de Cervantes, el castellano, para poder llegar al oyente y tratar de que éste se imagine cosas. Uno debe saber describir lo que es un estadio, el rostro de un técnico o un jugador en la derrota o en la victoria. Por ejemplo, en mi espacio de radio de 13 a 14 horas (donde hace bastante que estoy) tengo que ingeniármelas para que, con mi opinión, el oyente se imagine lo que estoy diciendo”.

DOS MUNDIALES “Mi primer mundial fue el de Argentina ‘78. Cometí el mismo error que muchos argentinos y me dejé llevar por la emoción del fútbol, de ganar como locales. Pero después fui enterándome de tantas suciedades, como por ejemplo que aquel partido contra los peruanos (se jugó en Rosario y Argentina ganó 6 a 1) estaba totalmente arreglado. Sin embargo, algunos jugadores no estaban arreglados. Recuerdo que Bolaños -un recordado puntero derecho- cuando el partido estaba 0 a 0 estrelló un tiro en el poste del arco de Fillol. En cambio, el Mundial ‘86 fue una obra de Maradona y Bilardo, o viceversa. Es decir, lo ganamos por Maradona pero Bilardo le sacó el jugo a Diego, lo colocó en un lugar estratégico y aprovechó la riqueza técnica que tenía. Ese mundial no tuvo el manto de sospecha que tuvo el del ‘78”.

MARADONA Y MONZÓN. “Creo que lo dijo Valdano: ‘Maradona fue el mejor de su época’. Lo de Maradona fue contundente, fue rotundo porque, a diferencia de Messi, consiguió campeonatos y títulos en equipos donde había algunas figuras. Pero no dependía de ellos sino de Maradona. Por ejemplo, Nápoli marca un antes y un después de Maradona, ahí es un dios, en todo sentido: tiene estatuas, tiene velas, etc. Ese club logró el Scudetto y la primera copa UEFA de la mano de Diego. Y Monzón también es un tipo irrepetible en el boxeo argentino; hay un antes y un después de Carlos. Angelo Dundee era el entrenador de ‘Mantequilla’ Nápoles, por entonces, el mejor boxeador libra por libra en su categoría. Cuando se encontró con Amílcar Brusa, después de la pelea que Monzón le había ganado por KO técnico a su pupilo, dijo: ‘Amílcar, tu negrito es el boxeador más práctico que he visto en mi vida, es terminante y demoledor’. Y Monzón marcó una época irrepetible para el boxeo argentino, sin dudas”.

MIS MEJORES RELATOS. “El libro que saldrá publicado en breve cuenta -entre otras cosas- mi infancia, que fue muy interesante porque nací en un barrio carenciado como es La Lona. Porque en esa época sí que había pobreza. Nací en un ranchito y mis padres me ponían un bracero para calefaccionar la cuna cuando realmente el piso era de tierra. Cuando llovía, mi viejo colocaba un tablón que iba desde la pieza a la cocina porque se inundaba muy fácilmente ese barrio. Eso era Calcena (que después fue callejón Encina, entre Güemes y Lavalle) donde estaba ubicado exactamente el ranchito, y con mi hermano, que era tres años mayor, caminábamos sobre las tablas para no resfriarnos. Pero tuve una infancia muy feliz. Cuando tenía 4 o 5 años, mis padres nos regalaron en Navidad una pelota de cuero con tiento; ese olor a cuero es inolvidable. Hay olores que no se olvidan más en la vida. Y tuve la suerte de reencontrarme con ese olor a cuero porque unos amigos míos viajaron el mes pasado a Barcelona. Para ser más preciso, fueron a ver una de las finales entre el Real Madrid y Barcelona. A la vuelta me trajeron del museo del Barcelona una pelota con tiento y olor a cuero; es una réplica de la que se utilizó el día de la inauguración del estadio Nou Camp, el 24 de setiembre de 1957”.

EL PRESENTE

“No soy un tipo ambicioso en lo material, sí en lo espiritual. Y cuando me preguntan, digo que estoy en mi mejor momento. ¿Por qué? Porque tengo trabajo en la Argentina y ése no es un hecho menor. Porque me pagan por hacer lo que me gusta. Porque estoy enamorado desde hace 8 años. Y porque tengo una excelente relación con mis tres chicos. ¿Qué más le puedo pedir a la vida?”.

EN TELEVISIÓN

Ricardo Porta conduce junto a Hugo Isaak el programa “Todo lo que pasa”, de lunes a viernes, de 10 a 11.30, por Canal 13.

EN LA RADIO

De lunes a viernes, de 13 a 14, está al frente de su programa “La segunda”, por FM Sol Sport 91.5.