MURIÓ RAY BRADBURY

Adiós al padre de la fantasía

El escritor estadounidense, autor de “Fahrenheit 451” y otros clásicos de ficción y misterio, falleció ayer a los 91 años.

EFE

El escritor estadounidense Ray Bradbury falleció ayer en Los Ángeles, Estados Unidos, a los 91 años. Reconocido como uno de los grandes autores de ciencia ficción, a Bradbury le gustaba identificar su género con la fantasía, ya que muchos de sus relatos estaban basados en la vida cotidiana y desde allí se internaban en la imaginación.

El novelista estadounidense ya era un gran lector en su juventud, en la que escribía además por afición.

Debido a dificultades económicas, Bradbury no pudo asistir a la universidad, así que comenzó a vender periódicos, pero no cejó en su empeño por formarse y comenzó a hacerlo de manera autodidacta.

Además de sus libros, entre los que destacan también “Crónicas Marcianas” y “El hombre ilustrado”, elaboró libretos teatrales y guiones de cine y televisión.

“Mis melodías y números están aquí. Han llenado mis años, los años en los que me negaba a morir. Y para ello escribí, escribí, escribí al mediodía o las tres de la madrugada. Para no estar muerto”, escribió el autor.

En el cine

La muerte de Bradbury deja un impresionante legado literario, pero, curiosamente, como otros grandes escritores -desde Marcel Proust a Philip Roth-, no ha sido un escritor al que se le haya hecho justicia en el mundo del cine.

Sólo la película “Fahrenheit 451”, de François Truffaut, puede ser meritoria de llevar el sello de su autor literario.

El filme, de tibia acogida en su día, hoy luce algo anticuado, aunque retiene parte de la fascinación distópica del libro y su denuncia de la analfabetización como arma de poder es más vigente que nunca.

Jack Clayton fue contratado por la factoría Disney para llevar a buen puerto la adaptación “Something wicked this way comes”, con guión firmado por el propio Bradbury. Pero lo que Clayton había conseguido con Henry James y su “Otra vuelta de tuerca” no se repitió en aquella historia: el toque Disney no acabó de cuajar en el universo de Bradbury.

En 1969, Rod Steiger protagonizó “The Ilustrated Man”, dirigida por Jack Smight, que pasó sin pena ni gloria. Lo mismo sucedió con “The Martian Chronicles”, hito en la carrera del autor que en versión miniserie y con un actor como Rock Hudson en el reparto, corrió la misma suerte que casi todos los productos audiovisuales ambientados en Marte: sucumbió a la maldición que las llevaba irremisiblemente a la mediocridad.

En la pequeña pantalla, en cambio, Bradbury encontró un territorio más agradecido para su material. No sólo inspiró un capítulo de la serie “Alfred Hitchcok presents” con su relato “The Jar”, sino que entre 1985 y 1992 se emitió con éxito “The Ray Bradbury Theatre”.

El sello de Bradbury se vio correctamente interpretado en el panorama audiovisual, con actores de renombre como Peter O’Toole, Jeff Goldblum, Harold Gould o Michael Ironside en algunos capítulos y dos nominaciones a los premios Emmy.

Pero su mala suerte en el cine volvió en 2005, cuando Peter Hyams adaptó un relato corto suyo en el filme “A sound of thunder”: el realizador no hizo sino confirmar que no se había adaptado a los tiempos.

Curiosamente, Bradbury había trabajado como argumentista en Hollywood antes de convertirse en un autor de éxito, adaptando a otros escritores como hizo con Herman Menville en el “Moby Dick” de John Houston. Y quizá su mejor película no fue la que se basó en un material suyo, sino la que contó con él en un cameo. El director George Cukor, se despidió del cine con el filme “Rich and famous” que, en su trama de encuentros y desencuentros, hacía un hueco para una fiesta de escritores en la que estaba... Ray Bradbury en persona.

La nota

Debido a dificultades económicas, Bradbury no pudo asistir a la universidad, así que comenzó a vender periódicos, pero no cejó en su empeño por formarse y comenzó a hacerlo de manera autodidacta. Foto: Archivo El Litoral