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Los minoristas y la tormenta

Félix Canale

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Las ventas minoristas, a escala nacional, cayeron sucesivamente en marzo, abril y mayo, de acuerdo con el seguimiento que realiza la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (Came), teniendo en cuenta la cantidad de unidades vendidas.

Por su parte, el Observatorio del Centro Comercial de Santa Fe, que mide por facturación, consigna que en el primer cuatrimestre de 2012 el 53% de los negocios encuestados vendieron menos que en igual lapso de 2011, y que otro 26% incrementó ventas por debajo del 20 por ciento, es decir, dos puntos menos que la inflación registrada por el Instituto Provincial de Estadística y Censos (Ipec) que hasta abril mostró un acumulado interanual del IPC de 22,26 por ciento.

“El impacto de la desaceleración de la actividad económica se pone de manifiesto, si observamos que el 79 por ciento de los minoristas santafesinos están vendiendo menos; en un caso porque efectivamente cayeron sus ventas, y en otro porque los comercios no lograron acompañar la inflación”, analiza Tomás Vallejo, presidente del Centro Comercial.

En realidad los síntomas negativos comenzaron a manifestarse tempranamente, en octubre de 2011, cuando las expectativas de venta para el Día de la Madre no se cumplieron. Luego se agudizaron con los flacos números que arrojaron las ventas navideñas, muy por debajo de lo esperado.

Causas

Enfocando específicamente la capital provincial (donde operan entre 6.500 y 7.000 comercios formalmente registrados en el municipio) la retracción puede obedecer a causas que se manifiestan en todo el país: caída de la demanda por menor poder adquisitivo, paritarias atrasadas que dificultan la decisión de endeudarse y un clima extendido de inseguridad económica, por un escenario recesivo que ni aún los expertos se atreven a señalarle un final.

Pero en el caso concreto de Santa Fe capital, surge un nuevo dato. “Todo eso está influyendo, pero además debe incluirse en el retroceso que el comercio ilegal está creciendo en Santa Fe”, señala Vallejo.

Agrega: “Hasta hace unos años teníamos un sola Saladita (primero en parque Alberdi y luego trasladada a un local en calle Rivadavia) y ahora tenemos por lo menos tres. Se sumó una más en Aristóbulo del Valle y hace poco se agregó una nueva en lo que era el viejo hotel Plaza, en calle 9 de Julio, en pleno centro”.

Más allá de lo cuestionable que pueda ser permitir ferias “populares”, donde se transan mercaderías de dudoso origen, compitiendo con las que pagan impuestos, los comerciantes sangran por otra herida. Es la que tiene que ver con sus obligaciones frente al municipio.

De acuerdo con números estimativos no oficiales, del total de lo recaudado por el gobierno de la ciudad en concepto de Derechos de Registro e Inspección (Drei), el 54% corresponde a los compromisos de la actividad comercial. Ese porcentaje se puede desagregar de la siguiente forma: Venta y reparación de autos 13%; comercio mayorista 19% y comercio minorista 22 por ciento.

La contradicción es evidente. Quienes más aportan, se ven jaqueados por aquellos que no aportan nada.

Cae la demanda y como consecuencia las ventas. Santa Fe ciudad entra en el remolino, pero a las condiciones nacionales, agrega el crecimiento de la actividad ilegal. Desde el Centro Comercial proponen revisar Ingresos Brutos.

Los minoristas y la tormenta

Vallejo. “El comercio ilegal está creciendo”.

Foto: El Litoral

+ información

Documentos citados, más la segunda parte de la entrevista con Vallejo sobre presión fiscal e Ingresos Brutos en

http://blogs.ellitoral.com/empresariosyempresas.