Quieren que el 26 de junio se convierta en el Día del hincha de Colón

A 19 años de la mejor foto

Cuando una imagen puede valer más que millones de palabras. Foto: Alejandro Villar

Fue la movilización más extraordinaria de todos los tiempos: 20.000 sabaleros coparon el mundialista cordobés.

Enrique Cruz (h)

Pasaron 19 años desde aquel día. Fueron 20.000, por lo menos, los hinchas de Colón que llegaron al estadio Olímpico de Córdoba, hoy llamado Mario Alberto Kempes. El partido empezó a las 15 previendo lo que luego ocurriría: alargue y definición por penales. Banfield y Colón habían igualado el primer puesto en el torneo de la B Nacional, luego de aquella histórica —casi con visos de leyenda— última fecha en la que los sabaleros dieron cuenta de Chaco For Ever y el Taladro de Unión. A ese equipo de Colón lo había armado Hugo García, quien en enero anterior falleció en un accidente automovilístico viajando de Buenos Aires a Santa Fe para reanudar el trabajo. Se hizo cargo otro inolvidable, Jorge Ginarte, quien acuñó aquella famosa frase: “nuestro equipo es una naranja exprimida al máximo”. Se recitaba casi de memoria: Perassi; González, Fariña, Juárez y Vázquez; Lugo, Ferrer, Marini y Cañete; Cincunegui y Echaniz. También estaba “Mandioca” Guzmán y Mamani, quien tuvo la posibilidad de marcar un gol sobre el final del partido.

Todo lo que pasó en los 90 minutos se puede recordar, para bien o para mal, muy fácilmente. El penal marrado por Cañete, la superioridad de Colón en el juego y la definición desde los 12 pasos con chances increíbles a favor de los sabaleros que le dieron un dramatismo absoluto a ese título logrado por el Banfield de Carlos Babington.

Cuando el Bichi Fuertes habló, después de su despedida como local, de buscar la “vendetta” ante Banfield se refería a todo esto que acabo de describir suscintamente, que causó un dolor tremendo en lo deportivo para todos los colonistas.

Como ocurre en todos los órdenes de la vida, el tiempo se encargó de poner las cosas en su lugar. Primero —y a manera de presagio— lo hizo El Litoral, con la foto de la multitud sabalera en el Chateau (la misma que acompaña estas líneas) y aquél título de Darío Pignata para su comentario: “Nadie dejará de ser hincha de Colón”. Y el tiempo puso a este día y a aquella impresionante e inigualable movilización en su merecido lugar: hoy se propicia el 26 de junio como el Día del hincha de Colón.

Anécdotas como “vendí mi moto para viajar a Chaco (para el partido de la última fecha con For Ever) y a Córdoba”, se repitieron por doquier. Cada uno tendrá la suya y el sentimiento es muy propio y tan personal, que seguramente se compartirá o no la trascendencia de ese día. Lo que nadie podrá discutir porque es la verdad expresada en la cruda realidad, es que pasará mucho tiempo (o quizás nunca se logre) para que se pueda repetir semejante prueba de amor, fidelidad y pasión, como la de ese 26 de junio de 1993, que paradójicamente acabó en derrota y frustración deportiva.

Mi amigo, el querido Alejandro Villar, me discutirá hasta el último de sus días que él era totalmente consciente de sus actos aquél día. Sentado en los pupitres del estadio, cuando el autotrol señalaba las 14.30 y faltaba media hora todavía para el comienzo del partido, lo vi pasar por delante mío subiendo con cierta dificultad los escalones, porque sufría por aquel tremendo accidente de tres años antes. Se paró, miró la tribuna, preparó esa cámara que lo acompañó en tantas tardes y noches de fútbol y gatilló la imagen que luego se transformó en el más fiel emblema y reflejo de lo que es capaz Colón.

Hoy, Alejandro Villar, merecidamente ocupando el cargo de jefe de la sección fotografía del diario, está a dos días de jubilarse. Lo vamos a extrañar horrores. Pero nos dejará su mejor legado, al diario, a los periodistas deportivos y a la hinchada de Colón. Aquella tarde, hace 19 años, el Gordo gatilló la mejor foto, el reflejo más fiel, contundente y perdurable para todos los tiempos, de lo que es capaz la hinchada de Colón. Si este día se transforma en el Día del hincha de Colón, muchísima responsabilidad tendrá esta foto.

Racing, rival en la Sudamericana

El sorteo de la Copa Sudamericana se llevará a cabo el viernes próximo en la sede de la Confederación, en Asunción del Paraguay, pero Colón sabe que su rival en la primera fase será Racing Club de Avellaneda.

El programa de partidos, para los equipos argentinos, estipula los choques entre Racing-Colón, Tigre-Argentinos e Independiente con Boca o Estudiantes, según los “xeneizes” ganen o no la Copa Argentina. Si el campeón es Boca, juega la Sudamericana; si el título es para Racing, el clasificado será Estudiantes.

Las fechas del 15, 22 ó 29 son las que se definirán para esta primera fase. A partir de allí, se procederá a sortear cruces y localías para lo que resta del torneo.

Es posible que, en representación de Colón, asista el vicepresidente Juan Carlos Chemes a esta reunión que tendrá lugar el próximo viernes en la sede de la Confederación.

Por último, ayer hubo una prolongada reunión entre el presidente sabalero, Germán Lerche junto al secretario técnico, Gabriel Batistuta y el técnico Roberto Sensini. Hoy, el titular rojinegro viajó a Buenos Aires.

Johansen, DT de la reserva

Ricardo Johansen, ex jugador de Newell’s y de Almirante Brown, que tuvo un paso efímero y casi imperceptible por Unión (se lesionó y casi no jugó), será el conductor de la reserva de Colón.

Johansen fue entrenador de la reserva de Newell’s, llevó adelante un muy buen trabajo y Sensini lo conoce sobradamente de los tiempos de jugador y porque compartieron la labor cuando el actual técnico sabalero dirigía a la Lepra rosarina y Johansen era el entrenador de la reserva. Cuando llegó Torrente, Johansen presentó la renuncia y al poco tiempo se hizo cargo de Tiro Federal, ya con el equipo rosarino militando en la tercera categoría.

Por su parte, Javier López tomará la conducción técnica de la cuarta afista sabalera, en uno de los cambios que se impondrán a partir de la próxima temporada, restando saber en qué lugar se reubicará al Chino Aquino.