Lectura por puro placer

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Osvaldo Valli

La Casa de las Américas de Cuba -entidad que divulga, investiga y publica la labor de escritores, artistas plásticos, músicos, teatristas y estudiosos de la literatura y las artes- presentó su último libro, que estuvo dedicado al escritor argentino Leopoldo Marechal. Incluyó un trabajo del profesor santafesino Osvaldo Valli.

TEXTOS. REVISTA NOSOTROS. FOTO. FLAVIO RAINA.

UNA gratificación. “Me enteré por mail que iban a incorporar este trabajo mío -que es añejo y refiere a una obra de teatro de Marechal- en la publicación que se presentó en Cuba. Lo que sé de toda esta cuestión es por María de los Ángeles Marechal, una de las hijas del escritor, con quien estoy en contacto. También me habló el autor de la publicación, desde Cuba, pidiendo autorización para publicarlo pero después no se volvió a comunicar conmigo”.

TRABAJO NOVEDOSO. “Mi trabajo fue una obra crítica a la obra teatral de Marechal ‘La batalla de José Luna’. Yo no hago ensayos sino que es un trabajo crítico, al que le di una interpretación diferente. Consiste en una batalla celestial y terrena, como la llama Marechal, y me metí en la Teología y otras áreas. Es un trabajo novedoso, o al menos lo fue en aquella época, y fue el único que habla de esta obra teatral. Es inédito. Tengo compañeros ilustres en este trabajo: Borges escribiendo sobre el primer libro de poemas de Marechal o Francisco Luis Bernárdez, entre otros”.

UNA SORPRESA. “Nunca pensé que este trabajo iba a ser publicado. Incluso, no tengo el original porque era la época del carbónico cuando lo escribí y, posiblemente, se perdió cuando fue la inundación de 2003. Tuve el agua hasta acá (marcó el primer estante de su biblioteca). Alcancé a salvar muchas cosas pero pienso que puede haberse ido ahí. Pero en Buenos Aires sí estaba ya que iba a integrar una colección que se llama ‘Cátedra Marechal’. Pero -como suele suceder- salió un sólo tomo y los otros dos, nunca. Me hubiera gustado poder pulirlo, ya que hacía muchos años que lo había escrito. Pero no importa que haya salido así. Fue una sorpresa y parece que van a venir a presentar el libro a nuestro país”.

POR QUÉ MARECHAL. “A Marechal lo considero maestro, en ciertos aspectos. Es un personaje muy estudiado en ciertos sectores (hay una corriente de filósofos -varios de ellos provenientes del Cristianismo- y Córdoba tiene hasta un centro de estudios, con el que estoy vinculado) y muy ‘ninguneado’ en otros. A él no lo conocí porque murió en el ‘70 pero me disparó el interés por su obra. Publiqué un trabajo muy chico sobre ‘Megafon o la guerra’ en 1972, aproximadamente. Entonces, me conecté con Elbia Marechal, que no es la madre de sus dos hijas sino la última pareja de Marechal, tras enviudar. Hice varios trabajos sobre la obra y qué implica lo producido por este hombre en la literatura argentina. Me considero alguien que ha estudiado bastante sobre él. En algunos países hay fundaciones y centros de estudios sobre su obra, la que exige estudios interdisciplinarios. Ahora salió esto cuando hacía bastante tiempo que no escribía sobre su obra: la última habrá sido en 2000, cuando hubo un panel en Córdoba”.

LECTURA PLACER. “Lector fui siempre; mi padre me fomentaba mucho la lectura y me compraba libros. Nunca me gustó mucho la literatura fantástica. Mis libros de cabecera eran ‘Corazón’, de D’Amicis, ‘Juvenilia’, además de ‘Quo Vadis’ o ‘La Cabaña del Tío Tom’. Después seguí leyendo no solamente literatura sino que también me interesé por la obra de José Ingenieros o libros de Historia. Con el tiempo, fui perfeccionando lo literario con otras perspectivas. Esos orígenes fueron una formación de lectura, que no era la lectura obligada sino lectura por placer. Incluso, mi padre me tenía que decir que estudiara porque estaba todo el día leyendo o haciendo otras cosas. La lectura lleva horas y es una opción; nunca una imposición; formaba parte de mi hábitat. Esto no implicaba que dejara de hacer otras cosas, como cuidar a mis hijos que fueron creciendo. Siempre este lugar (su escritorio y biblioteca) fue mi resguardo personal”.

DEL COMERCIAL A LAS LETRAS. “La Escuela Superior Nacional de Comercio me dio el grupo de muchachos amigos que tengo y me vino bien para después poder trabajar, ya que mi padre murió cuando yo tenía 17 años. Antes de eso me había pasado al nocturno para poder trabajar. Mi primer trabajo fue en un estudio contable y también en la fábrica Noel. Eso me fue haciendo ver por dónde podía ir mi vida: estar atrás de un escritorio no era para mí y también empecé a pensar en la docencia”.

NUEVA ETAPA DE LA VIDA. “Dudé seguir estudiando Historia o Letras, pero vi que mis lecturas y todo lo vivido me inclinaban por las Letras, en la carrera que ofrecía la Universidad Católica de Santa Fe pero tenía un costo muy alto, además de cuatro años de Latín y cinco de Griego. A partir de ahí comenzó una nueva etapa de mi vida; fue como un renacer, un introducirme en un mundo que tenía que ver con todo lo anterior pero diferente: descubrí autores de los cuales no tenía mucha noticia, como Kafka o Cortázar; pude leer el Quijote entero. Pero desde el primer día que pisé la facultad, jamás se me ocurrió dejar la carrera. Fue un amor, era lo mío, a pesar del Griego y el Latín”.

QUÉ ES LA LITERATURA. “La literatura es una entrada a un universo de lo posible, un universo que tiene que ver con la formación, el placer, descubrir no solamente el mundo de la fantasía. Fundamentalmente, es aquel territorio que hace a la formación integral del ser humano; permite que uno -a través de la lectura- se vaya espejando en sus propias experiencias y que, a medida que uno va creciendo, van a ser más avanzadas”.

A PADRES Y EDUCADORES. “Lo fundamental es no imponer la lectura. Veo que en estos momentos hay una estrategia en los colegios, incluso hay talleres de lectura infanto-juvenil, que en aquel tiempo no existían. La ventaja de antes con respecto al incentivo que me dio mi padre era que no había televisión. El acceso a todo ese universo imaginario era a través de la lectura. Hay que encontrar la manera de entrar al chico en ese mundo, del placer, no de la obligación ni del rigor. Es algo que forma parte de su formación como persona. A mis colegas les diría que no se resignen a ser meros transmisores o reproductores; esto es trabajo, dedicación, nada impuesto”.

LA PUBLICACIÓN

La colección Valoración Múltiple, una de las más prestigiosas series publicadas por el Fondo Editorial Casa de las Américas, incluyó entre sus títulos el nombre de Leopoldo Marechal, narrador, poeta y dramaturgo argentino, que estuvo a cargo del investigador cubano Ernesto Sierra.

Con este sello, nacido bajo la égida de Mario Benedetti, han visto la luz volúmenes dedicados a registrar la evolución crítica de la producción literaria más notable del continente, como la de Adolfo Bioy Casares y José Lezama Lima, entre otros.

DOCENCIA

Mientras estudiaba Letras, Valli fue preceptor en el Colegio Nacional (donde se relacionó con Raquel Diez Rodríguez de Albornoz y otras profesoras relacionadas con su carrera) y, una vez recibido, dio clases en el secundario, el terciario y la universidad, por lo que “tuve un territorio mucho más amplio y más exigente en la formación”. También trabajó durante 20 años en el Instituto 12 y en otras instituciones educativas del interior de la provincia.

CON EL LITORAL

“Mi vinculación con El Litoral mandando trabajos comenzó a principios de los ‘70 y continúa hasta la actualidad. Como lo conocía a José Luis Víttori me daba espacio y publicaba algunos trabajos; pero nunca fui crítico del diario sino colaborador. También publiqué algunos trabajos en la revista Silabario de Córdoba y en volúmenes colectivos”.

SIN DESCANSO

“Desde que me jubilé no me puse las pantuflas: sigo escribiendo o a veces me piden que dicte algún curso. También sigo leyendo, por supuesto, no sólo Literatura sino Sociología, Política o Filosofía. Como trabajo estructuras más bien cortas, que después las voy uniendo, tendría para hacer varios libros. Pero me pongo a hacer otros trabajos y no lo hago. Lo debería hacer”.