Ya se hicieron tres operativos en Rosario

El efecto “derrumbe” contra los quioscos de drogas

El Ministerio de Seguridad empezó a implementar una nueva forma de intervención en la lucha contra el narcotráfico: la destrucción con una topadora de los búnker de drogas. Lamberto explicó que el objetivo es “marcar un hecho simbólico” en el barrio donde se actúa.

 

Germán de los Santos

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El 6 de julio pasado una topadora entró al barrio La Tablada, ubicado en la zona sur de Rosario, y arrasó con un quiosco de drogas, que quedó en pocos minutos reducido a una montaña de escombros. Ese punto de venta de estupefacientes en Ayacucho al 3800, en un barrio en el que la violencia se transformó en un hecho cotidiano, fue destruido por orden del Ministerio de Seguridad, luego de que la ex Drogas Peligrosas allanara una cocina de cocaína en Ayolas al 200 bis, donde se incautaron 12 kilos de cocaína, otros 2 kilos de pasta base y precursores químicos para fabricar y estirar la droga. El 20 de junio pasado se tomó una medida similar en un búnker de venta de droga en Felipe Moré y Uruguay, frente al cual un ‘soldadito narco’ asesinó a tiros a Luciano Díaz. Y el jueves pasado, la topadora irrumpió en Perú al 3700, donde se demolió un puesto de venta de estupefacientes que había sido allanado la noche anterior, tras una denuncia anónima. Allí se secuestraron cien gramos de marihuana y 11 gramos de cocaína.

El gobierno provincial tomó la decisión política de provocar “un efecto simbólico” en los barrios donde los vecinos conviven y son víctimas de la violencia que derrama el narcotráfico. La destrucción total del quiosco de drogas o búnker generó una reacción por lo menos llamativa entre los vecinos que aplauden cuando la máquina destruye el punto de distribución de cocaína.

En diálogo con El Litoral, el ministro de Seguridad Raúl Lamberto señaló que “con este tipo de operativos desde el gobierno provincial se quiere marcar un hecho simbólico, porque estos búnker son un flagelo para la familia, para los jóvenes y para la gente de los propios barrios. Cuando se han desarmado ha habido una aprobación casi eufórica de la gente”.

—¿Esto marca que hay una ausencia del Estado en estos barrios, donde el vecino que no está vinculado a ningún eslabón de la droga no confía en nadie, ni siquiera en la Policía?

—Este tipo de búnker no puede estar en ningún lugar. Es intolerable que la droga esté rodeando las escuelas. El vecino honesto y trabajador terminó siendo rehén de esta situación, viviendo con temor. Y llevando una vida con limitaciones y muchas veces con amenazas. Y ese vecino tiene que vivir con tranquilidad en su barrio y preocuparse por valores fundamentales, como el trabajo, la salud, la vivienda, cosas dignas, lo que le da sentido a la vida. El objetivo de esto es avanzar y recuperar los espacios públicos, que la gente del barrio sienta que puede vivir en su lugar con cierta seguridad y solidaridad. Y que no estén sujetos a las peleas de bandas y a las luchas de territorio. Recibimos instrucciones del gobernador Antonio Bonfatti para llevar adelante estas acciones. Esto no es fácil ni va a hacer desaparecer al narcotráfico, pero marca una línea política, y nos abre la puerta para empezar a trabajar en cadenas de contención que permitan que el que entra en problemas de adicciones pueda ser recuperado. Es cierto que este tipo de búnker existen porque hay un mercado. Y ese mercado hay que lograr que se minimice producto de acciones públicas y de imponer modelos de vida diferentes. Lamberto consideró que a la par de la cuestión policial “hay que tratar de lograr la contención de quienes tienen adicciones, y de aquellos que no tienen trabajo y perspectivas de vida, que integran este tipo de banditas. Es necesario tener una mirada integral sobre este tema, con un abordaje desde todos los ministerios, como de Salud, Educación, Desarrollo Social, Trabajo y Cultura. Estamos diseñando acciones comunes entre todas estas áreas en los barrios de Santa Fe y Rosario que tienen altos índices de conflicto social. También exige tener una mirada desde el punto de vista de la salud. Porque recuperar a alguien de las adicciones es complejo por el tema de los altos costos. Estos tratamientos hoy se hacen en el ámbito privado”.

Sumar tecnología y más policías

El ministro de Seguridad dijo que uno de los objetivos de la actual gestión “es tratar de incrementar las acciones de prevención e investigación en la lucha contra el delito. Queremos marcar otra presencia de la policía en las calles de las principales ciudades. En septiembre vamos a sumar 700 nuevos efectivos que van a graduarse en el Instituto de Seguridad Pública (Isep). También apuntamos a sumar movilidad y tecnología. Se van a comprar motos y patrulleros con otra tecnología, que permita una operatividad diferente en complementación con el 911. Porque este nuevo esquema exige que tiene que haber una presencia de patrulleros que no los tenga como locos para un lado para el otro, sino que estén acotados a un área”.

A esto se va a agregar, según Lamberto, más cámaras de seguridad que el gobierno provincial prevé adquirir y que van a funcionar en coordinación con las que dispusieron los gobiernos municipales en las ciudades de Santa Fe y Rosario. “Además de identificar un hecho delictivo lo que hacen las cámaras es ver quién sale y quién entra en las ciudades y grandes avenidas. La idea es combinarlo con las cámaras que tienen las municipalidades; después habrá que discutir si se monta un centro operativo común. Hay voluntad política de avanzar en la implementación de las cámaras de seguridad”, afirmó.

Cuenca

Lamberto anunció que el ex ministro de Seguridad, Daniel Cuenca, se incorporó a la cartera como asesor. “Se va a ocupar de un tema importante como es la capacitación del personal policial para el nuevo código de procedimiento penal”, advirtió el ministro. “En la implementación del nuevo código de base acusatoria la primera etapa es la que hace la policía y debe estar preparada. Los tiempos son muy cortos con lo cual exige que tengamos una política de capacitación eficiente monitoreada desde el poder político. El segundo tema del que se va a ocupar Cuenca es la conformación de una futura policía científica. Es importante para la investigación, porque colabora en las pesquisas ante cada hecho. Es un área vital que se la tiene que formar y capacitar, e invertir en tecnología”, aclaró.