Mañana

Gabriel Vallejo en “Solo Set”

1.jpg

En solitario pero acompañado: así es el formato actual del trabajo del artista, donde ejecuta el piano y al mismo tiempo dispara texturas y piezas sonoras.

Foto: Gentileza producción

 

El compositor y pianista argentino, radicado en París, presentará su particular síntesis sonora en El Solar de las Artes.

 

Ignacio Andrés Amarillo

[email protected]

Gabriel Vallejo, músico argentino que vivió varios años en Santa Fe y radicado desde hace tres lustros en París, invita a recorrer paisajes musicales bien diversos a través de su “Solo Set”, con pinceladas sonoras que sugieren jazz mezclado con música tradicional argentina, combinando música clásica y contemporánea. Será mañana, desde las 21.30, en El Solar de las Artes (9 de Julio 2955).

En diálogo con El Litoral, el artista compartió la esencia de su búsqueda creativa. “Soy pianista y compositor, y estoy hace unos años intentando hacer mi música. Al principio tocaba un poco para establecerme: tango, jazz; y de a poquito cuando estás en un lugar te vas armando un circuito. Hace cuatro años que estoy más abocado a mis propias composiciones” sostiene.

—¿Hacia dónde están orientadas?

—Hacia el “folclore contemporáneo”, le diría a alguien de acá, y cuando tengo que describirlo allá digo “jazz argentino”. Hay elementos de jazz, música contemporánea, folclore, un poquito de tango. Básicamente todas las influencias que acumulé con el tiempo.

Paisaje interior

—¿Se incorpora mejor la música argentina estando afuera?

—Pienso que a veces te pega más cuando estás lejos, el tema de la identidad. Viví acá hasta los 25 años, y estaba en el jazz, viendo cómo tocaba Keith Jarrett, Herbie Hancock, toda esa gente. Y casi no me importaba nada lo que pasaba acá, salvo Piazzolla, que siempre me gustó. No tenía muchos ídolos musicales de acá.

Desde que me fui empecé a encontrar un montón de cosas: de entrada me enganché mucho con el tango, al principio por una cuestión de laburo, pero una cosa fue llevando a la otra. Pensaba que el tango era re simple, para los viejos, empecé a investigar, a tomarlo en serio, y se me abrió todo un panorama que me tuvo enganchado por diez años.

Después me saturé un poco; sigo haciendo tango, tengo armados un montón de espectáculos, pero mi corazón y mis temas van desde hace cinco años más orientados hacia el folclore. Me enganché mucho con Hermeto (Pascoal), (Egberto) Gismonti, gente del folclore de todo tipo, corrientes de músicos actuales.

—¿La síntesis es pensada o espontánea?

—En mi caso es espontánea, estás escuchando eso todos los días, mientras tomás mate.

—Fluye solo...

—El paisaje no te lo provee, pero como decía Atahualpa (Yupanqui), “el paisaje se lleva adentro”. Te enganchás con eso, aunque no esté el río, o la montaña; si bien en mi caso hay algo urbano, no deja de ser fusión. Me interesó mucho trabajar con las formas del folclore, y siempre fusionando.

Estudié música de una forma un poco rara: empecé estudiando los acordes, la armonía; después fui al conservatorio, después al jazz, llegué a Francia e hice siete años de estudios de composición y orquestación, y eso te va llevando por distintos mundos.

El concierto

—¿Qué vas a presentar en El Solar?

—Voy a desarrollar un proyecto en solo que estoy armando, justamente mostrar un universo sonoro aprovechando la tecnología y usándola como un músico más. Le puse a propósito “Solo Set”, porque estoy solo pero con un set, como si fuéramos dos: estoy con un teclado y una computadora, y eso no lo utilizo como decoración, como en el tango electrónico se usa una batería electrónica.

Acá lo uso para colorear lo que hago, forma parte del concepto.

—Vos estás tocando y te hace de “sparring”...

—Hay una interacción todo el tiempo, en directo, como pasa con un músico. La máquina responde de acuerdo a lo que yo hago en directo, no es que ponés una pista y tocás arriba. Estoy apretando botones y tocando al mismo tiempo.

—Tiene que ver con la síntesis que decías...

—Surgió casi por una necesidad. Yo trabajo con computadoras, grabo, tengo un estudio; hace diez años que estoy a full con eso. Pero nunca la apliqué demasiado a mis proyectos, es como que separé siempre las cosas: una cosa es el estudio, hacer arreglos, playbacks para otra gente, grabar discos, mezclas. Y cuando toco es siempre acústico, pido un piano acústico, con grupo.

Hace un tiempo empecé a tener ganas de hacer algo solo, pero no en formato “piano solo”, que está súper probado. Y me dijo “por qué no usar eso que yo ya manejo aplicado al universo que intento defender en el trío”.

Entonces por ahí puedo mandar un bajo grabado, o un bombo, pero aprovechar e ir más lejos: hay rítmicas, voces, texturas que lanzo y sobre las que construyo sobre el piano. Cambia todo el tiempo, porque es algo que voy haciendo en directo; es un proyecto que me tiene ocupado, y está en evolución.

+ información

http://gabriel.vallejo.online.fr