Llegan cartas

La memoria sigue ardiendo

Arq. Jaime Kessler

Presidente Asociación Cultural Israelita Argentina I. L. Peretz

Sres. Directores: Pasó un año más y prosigue la injusticia. Casi una generación entera.

El atentado contra la sede de la Amia en Buenos Aires sigue siendo un crimen impune. Ni mentores ideológicos ni ejecutores materiales ni encubridores han tenido la debida condena; tampoco la han recibido aquellos que magistrados y burócratas judiciales, autoridades y agentes policiales de distinto rango, miembros de los “servicios de inteligencia”, dirigentes y funcionarios políticos, miembros destacados de la comunidad judía- por distintos caminos se dedicaron con particular ahínco a desfigurar y enmascarar ese terrible acontecimiento para que se pierda en las sombras del pasado.

También quedan pendientes promesas hechas que se diluyen en el tiempo y un mar de buenas intenciones, pero que en los hechos no pasan de ser meras palabras.

Las víctimas niños, adultos, ancianos, hombres, mujeres, argentinos, chilenos, polacos, bolivianos, y en nuestro caso en particular el joven santafesino Danilo Villaverde - claman por la justicia. El pueblo argentino exige la verdad. Ese atentado golpeó al cuerpo completo de nuestra sociedad.

La Asociación Cultural Israelita Argentina I.L. Peretz integrante del Icuf, Idisher Cultur Farband / Federación de Entidades Culturales Judías de la Argentina- entiende que es imprescindible el total y absoluto esclarecimiento inmediato y urgente del atentado contra la sede de Amia, que los responsables en cualquier escala y nivel sean juzgados con la mayor severidad y que el Estado nacional asuma las obligaciones y compromisos correspondientes. En esta oportunidad, repudiamos el hecho de que los familiares de las víctimas no tengan el sitio que les corresponde en el acto ‘oficial‘ organizado por el establishment comunitario, en una clara muestra de intolerancia y oscurantismo.

La memoria sigue ardiendo; la justicia es la otra cara de la verdad. Sin ellas, seguimos quedando a merced de la violencia, del terror, del miedo.

Solo así será posible la convivencia democrática y en paz.