Ing. Agr. Israel Feldman

“Hay que cambiar pautas culturales, que es lo más difícil”

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Organización. “Cada animal requiere 3 metros cuadrados de tierra seca y alta; si el agua llega al metro del alambrado, entonces la loma tendría que ser de 1.2 metros”

Foto: Archivo/Juan Manuel Fernández

Locuaz, coloquial y lleno de anécdotas. El nuevo asesor del gobierno provincial para implementar el plan integral para los Bajos Submeridionales, conversó con Campolitoral. Con un manejo adecuado del espartillo, afirma que se podría “quintuplicar la carga animal existente”.

 

Campolitoral

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Enviados Especiales

Nacido en Ceres hace 78 años, el hombre sabe de lo que habla cuando ofrece algún consejo sobre los Bajos Submeridionales o hace alguna observación sobre la idiosincrasia campesina. Porque hasta los 18 años, cuando le llegó la hora de cursar los estudios de agronomía en La Plata, vivió en el campo. “Hasta que me fui a la ciudad dormí siempre sobre el recado; recién supe lo que era un colchón o un baño dentro de la casa cuando me fui a la ciudad”, rememora Israel Feldman, asesor del gobierno provincial sobre cuestiones agropecuarias en el norte.

En Las Gamas, el miércoles pasado, en ocasión de la presentación de la Propuesta de Desarrollo para la Región, hasta el propio gobernador Antonio Bonfatti invocó sus palabras, cuando mencionó “las cuatro A” necesarias para el manejo productivo de los Bajos. “Agua, accesibilidad, altura y alambrados”, recitó el mandatario.

Luego de los discursos oficiales, cuando llegó el turno de las preguntas, Feldman no esperó su turno sino que se levantó de su silla y ametralló a los presentes con frases tan chispeantes y provocadoras como cargadas de sentido común, para ganarse la simpatía y admiración de la concurrencia.

Enseña quien aprende

“No existe nada más difícil que cambiar las pautas culturales”, afirmó a modo de síntesis de las acciones necesarias para cambiar la realidad de la región. Y lo dice con conocimiento de causa. “Recuerdo mi infancia en el campo, donde me crié durmiendo en un cojín y transitando más de 30 km. a caballo para ir al colegio todos los días. Al empezar la facultad descubrí lo que era un colchón y que el baño estuviera dentro de la casa, algo muy diferente del excusado que teníamos en el campo. Si bien me acostumbré rápido al colchón, lo segundo me llevó un poco más de tiempo. Y eso que había leído cuanto libro me pasara por delante. Imaginen cuánto más le cuesta a la gente que ha vivido toda su vida en estas condiciones”.

Para Feldman, valorar la experiencia de la gente de la zona es la premisa principal si se quiere implementar herramientas efectivas. “Muchísima gente que uno encuentra ha digerido y masticado la vida, la ha rumiado muchas veces y tiene una serie de conocimientos prácticos que uno toma y reelabora teóricamente para poder volcar como ciencia sobre los mismo productores”.

Humilde, consideró que “la enseñanza siempre es un camino de doble vía; si el que enseña no aprende no hace nada”. Asegura que no dejará de aprender nunca y lo explica con una muletilla que además denota un ferviente optimismo: “tengo 78 y me faltan 70 para completar todo lo que quiero hacer, pero si me apuro un poco en 50 capaz que lo hago”.

Por lo tanto, la posibilidad de contacto directo entre funcionarios y pobladores es un hecho positivo para él. Sin embargo, consideró “más necesario el contacto directo de técnicos de la provincia y los productores de la región”.

Consejos prácticos

Opinó que las acciones para una transformación deben darse a distintos niveles y simultáneamente para iniciar el desarrollo armónico de la región. Se excusó de señalar tal o cual obra necesaria, porque eso deben decirlo los pobladores, pero sí ofreció pistas para “hacer productivos los Bajos y que la gente pueda vivir mejor ya”.

Se sabe que hay 800mm de lluvia promedio, con un margen variable de más o menos 500mm. “Hay años de 300 y otros de 1.200” por lo que no hay posibilidades de predecir cuando habrá inundación y cuando sequía. “Lo que sí sabemos es que las tenemos”, dijo, y cuando hay sequía la sal le resta disponibilidad de agua a las plantas. “Menos mal -dice- que tenemos al viejo y glorioso espartillo, capaz de resistir 200mm al año”. Sin embargo, aclara que pueden “descolgarse” 400mm en una noche y provocar una inundación. “Por eso hay que analizar los canales: cual es su precipitación de diseño (cuanta agua es capaz de sacar en un tiempo determinado); nadie se hizo esa pregunta”.

¿Cómo trabajar en suelos que se inundan?, se preguntó en voz alta el veterano asesor. “Sabemos que las vacas son anfibias”, disparó fiel a su estilo. “Es como el carpincho; la vaca puede pasar 16 horas al día adentro del agua, nadando y caminando, y hace hasta 7 kilómetros sin que afecte su metabolismo basal. Quiere decir que yo tengo una altura cada 7 kilómetros, de un lado para el otro va a llegar”. Para Feldman es sencillo, la altura es necesaria porque sin ella al tercer día se muere, “si se echa no se levanta más”. Por lo tanto, precisó que cada animal requiere 3 metros cuadrados de tierra seca y alta; si el agua llega al metro, entonces la loma tendría que ser de 1.2 metros.

¿Y qué come la vaca? “Si no tengo otra cosa le doy espartillo”. En potreros de 1.000 hectáreas (lo usual en los Bajos) es necesario destinar 5 hectáreas por vaca, según el asesor. “Cuando está seco la vaca tiene que caminar por lo menos 6 km para buscar agua, de ida y vuelta perdió dos kilos de carne y con las mejores pasturas no puede aumentar más de uno por día, entonces apenas si sobrevive y la gente dice ‘no hay pasto’ y quema el espartillo, quemando el 80% del forraje disponible”. Sin embargo, con pastoreo racional rotativo con aguadas bien distribuidas, “con los apotreramientos actuales podríamos quintuplicar la carga animal con el pasto existente; ni hablar si le meto grama rohdes o acelga forrajera o achico los potreros a 100 hectáreas con las aguadas adentro”.

“Sabemos que las vacas son anfibias, como el carpincho; pueden pasar 16 horas al día adentro del agua, nadando y caminando, y recorrer hasta 7 kilómetros sin que afecte su metabolismo basal.

/// el dato

Currículum vitae, o la Universidad del Campo

Israel Feldman es ingeniero agrónomo (Universidad Nacional de La Plata) y Master of Science in Agriculture (Universidad de Nebraska, USA). Trabajó como investigador de INTA en manejo de pasturas y más tarde en manejo de pastizales y leñosas. Como consultor ha trabajado en muchos proyectos de planificación agroforestal y emprendimientos en pastizales. Además, posee publicaciones científicas, presentaciones en congresos y conferencias sobre esa temática. Ha sido Profesor de Ecología Vegetal en la Universidad Nacional de Rosario y Vicepresidente de la Asociación Argentina de Ecología. Fue el Presidente Fundador de la Asociación Argentina para el manejo de pastizales naturales, de 1999 a 2001 y de 2007 a 2009. En la actualidad, se desempeña como consultor independiente y productor agropecuario en su establecimiento.


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Un gurú. El veterano agrónomo, nacido y criado en Ceres, captó la atención de todos el miércoles en Las Gamas.

Foto: Juan Manuel Fernández