Paradojas de la intolerancia

Paradojas de la intolerancia

Jafar Panahi, en una escena de “Esto no es una película”, que codirige con Mojtaba Mirtahmasb. Foto: Archivo El Litoral

 

Laura Osti

Jafar Panahi ha conmovido al mundo con películas como “El espejo”, “El círculo”, “Offside”, y ha ganado premios en festivales europeos, bien merecidos por cierto. Es uno de los directores de cine iraníes que ha logrado franquear las fronteras de la censura del duro régimen de su país y mostrar, con su particular manera de contar, cómo es que se vive en esa región del mundo conflictiva y aparentemente encerrada sobre sí misma.

Pero parece ser que sus películas han irritado a las autoridades y ha sido sometido a un proceso judicial que lo condenó a seis años de arresto domiciliario y a veinte años de prohibición de filmar.

Sin embargo, la personalidad inquieta de Panahi encuentra nuevamente el modo de llegar con su mensaje al público. Enclaustrado en su departamento en Teherán, el director se filma a sí mismo hablando por teléfono con su amigo Mojtaba Mirtahmasb, documentalista, a quien le propone que venga a filmarlo en su casa, para mostrar su encierro. Para ello hay que desafiar el miedo a las represalias del régimen que pueden ser durísimas. Panahi considera, no obstante, que si bien le han prohibido filmar no así actuar. En fin, busca algún resquicio por donde colarse.

El amigo, aunque con reparos, acepta la invitación, y así surgirá “Esto no es una película”, título que puede leerse como una ironía pero también como un pedido de auxilio. Dicen que la filmación, que resultó del montaje entre lo registrado por la cámara profesional de Mirtahmasb y el celular del arrestado, llegó a Cannes en un pendrive escondido en una torta y así fue como comenzó a ser difundido por el mundo.

El filme comienza con el diálogo telefónico entre los dos amigos, mientras el dueño de casa desayuna en la cocina. Luego, habla con su mujer que ha ido a visitar a unos parientes con la hija de ambos. Y también habla telefónicamente con su abogada, quien lo pone al tanto del estado de la causa en tribunales, donde las noticias no son buenas, ya que han rechazado la apelación presentada por el cineasta.

Panahi se entretiene alimentando a un lagarto, mascota de su hija, y mirando televisión. Curiosamente, la TV muestra escenas del tsunami en Japón en marzo de 2011. Afuera, en las calles, se escuchan estruendos de fuegos artificiales. El pueblo se prepara para festejar el año nuevo iraní, aunque los festejos se confunden con algunas protestas y hay tensión.

Mirtahmasb ha tenido que sortear un control en el camino y nervioso, finalmente llega. Panahi se propone contar y de algún modo ilustrar espacialmente lo que hubiera sido su próximo film, si le permitieran trabajar. Entonces, guión en mano y con señales para localizar la acción en el piso, cuenta lo que le pasa al personaje, una muchacha a quien su familia encierra en su habitación para impedirle que concurra a la universidad. Pero enseguida se frustra de ese intento y dice: “Para qué filmar una película si se puede contar”. También revisa algunos de sus filmes anteriores y comenta cuestiones técnicas sobre el trabajo con actores no profesionales.

Y así, “Esto no es una película” va registrando otros momentos de ese día, vísperas del Noruz, en la casa del director castigado y arrestado por el régimen autocrático.

Finalmente el amigo se va, a reunirse con su familia, y Panahi queda solo. En el edificio donde vive, solamente hay una mujer, que no puede concurrir a los festejos porque no tiene con quién dejar su perrito, y el hermano de la encargada, que vino a ayudarla a colectar la basura piso por piso. En el ascensor, se produce un diálogo interesante entre el cineasta y el muchacho, y en un clima de tensión y sospecha, el film finaliza con el registro de fogatas callejeras y el ruido de petardos.

“Esto no es una película” invita a reflexionar, a la vez que informa de una situación que merece ser conocida y es contada directamente por su protagonista. Su presentación en Cannes fue un verdadero golpe de efecto que se llevó toda la atención.

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MUY BUENA

Esto no es una película

In Film Nist, Irán, 2011. Dirección: Jafar Panahi, Mojtaba Mirtahmasb. Guión: Jafar Panahi. Fotografía: Mojtaba Mirtahmasb, Jafar Panahi. Montaje: Jafar Panahi. Intérprete: Jafar Panahi. Duración: 75 min.