Rubén Galassi, ministro de Gobierno y Reforma del Estado

Sin reforma fiscal “el gobierno sigue”

Sin reforma fiscal “el gobierno sigue”

“Yo leí de Agustín Rossi que decía ‘Binner recibió un gobierno con superávit y lo dejó con déficit’. Sin analizar el contexto, yo podría decirle lo mismo de Cristina Fernández”. Foto: Flavio Raina

El funcionario dijo que el plan de reducción de gastos funcionó y permitió sostener la gestión, a diferencia de otras provincias. Dijo que la modificación impositiva serviría para avanzar y resolver problemas a municipios.

 

Emerio Agretti

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—¿Cómo queda parada la administración provincial, ante una reforma tributaria que aún no se concretó?

—Nosotros siempre trabajamos con un plan que contemple las dos hipótesis. Obviamente que si tenemos una reforma tributaria cercana a lo que planteamos, nos va a permitir dinamizar la gestión en algunos aspectos particulares, como la obra pública en marcha y, a lo mejor, iniciar nuevos proyectos. Si no se da la reforma, igual tenemos un plan de gobierno que nos va a permitir seguir funcionando; obviamente acotados, como estamos ahora, teniendo que hacer algunas restricciones.

Pero a pesar de que al mes de julio de 2012 la provincia no tiene una reforma tributaria, no ha habido prácticamente un día desde que el gobernador Bonfatti asumió la gestión, que no esté en algún punto de la provincia poniendo en marcha un programa o inaugurando algún edificio público, de mayor o menor envergadura. Y seguiremos con la marcha del gobierno, en un contexto donde otras provincias no han podido pagar el aguinaldo o tienen mayores dificultades que la nuestra. Porque Santa Fe, si bien ha tenido problemas coyunturales de caja, no es una provincia que esté endeudada, ni que tenga que asumir compromisos que pongan en riesgo su funcionamiento.

—Pero las expectativas eran otras...

—Las expectativas eran otras, está claro que esto no nos conforma. Pero bueno, aspiramos a que, con responsabilidad, algún proyecto termine siendo votado. Porque si no, vamos a tener algunas dificultades para desarrollar algunos proyectos, pero también las van a tener los municipios. En estos tiempos nos han llamado desde muchas administraciones locales para pedir adelantos de coparticipación, ordinarios o extraordinarios. Y muchos de esos municipios son del justicialismo, que también están teniendo dificultades; como las tiene el gobierno nacional. Yo leí de Agustín Rossi que decía “Binner recibió un gobierno con superávit y lo dejó con déficit”. Sin analizar el contexto, yo podría decirle lo mismo de Cristina Fernández, porque en 2011 el gobierno nacional terminó con 30 mil millones de déficit y proyecta para este año uno no menor a 50 mil.

—Lo que dice el justicialismo es que hace falta ajustar el gasto.

—Nosotros hemos hecho un esfuerzo para reducir el déficit, con un programa de contención del gasto que está dando resultado y nos ha permitido funcionar, pero que necesita ser complementado con un incremento de los ingresos. Muchos de los ingresos de la Nación se actualizan sin pasar por el Congreso, como hace cada día la inflación con el IVA. Entonces, si no tenemos una mirada mezquina y contemplamos la realidad, vamos a ver que es necesario actualizar impuestos en la provincia. Si el inmobiliario se actualizara automáticamente, como el IVA, a partir del aumento del valor de la propiedad, hoy recaudaríamos millones y millones de pesos. El inmobiliario significó durante décadas alrededor del 25 % de los ingresos de la provincia, y hoy es sólo el 7 %; un punto menos que Patente.

Entonces, si uno es coherente, tiene que aplicar la misma lógica a la realidad provincial que a la nacional. No podemos decir que está fantástico que el IVA se actualice automáticamente y los trabajadores paguen impuesto a las Ganancias, y acá cuando queremos actualizar un impuesto al patrimonio, que es mucho más justo que el impuesto al consumo o a la remuneración por el trabajo, se dice que es un impuestazo. Esas son manifestaciones oportunistas de dirigentes que se acomodan de acuerdo a cómo sopla el viento. Si el campo se pone más duro simpatizan con el campo, si el kirchnerismo recobra fuerza se resposicionan en ese sector. Yo creo que hay que ser responsables. Nosotros lo somos, por eso discutimos y nuestros números son transparentes.

—¿Pero cómo se explica que el superávit se haya convertido en déficit?

—Cuando nosotros recibimos el gobierno, el salario inicial docente apenas superaba los 1.000 pesos. Hoy está en 4 mil. Nos dejaron juicios de los policías, de los bancarios. De Ingresos Brutos se coparticipaba a municipios y comunas sólo el 90 % de lo que la ley establece, no había pensión para ex combatientes, no se construyeron prácticamente hospitales; nosotros tenemos un montón en marcha y hay ya inaugurados más de 50 centros de salud. Y esto en el término de una gestión, no de 6 como tuvieron ellos (por el justicialismo).

Si nosotros dijéramos “no construimos más nada, coparticipamos el 90 % a municipios y comunas, e incluso -como en algunos de sus gobiernos hicieron- descontamos el 13 % a los trabajadores y los pasivos”, tendríamos recontra-superávit. Entonces, creo que no hay que mirar lo que quede en caja, sino las obras de gobierno.

—El ex gobernador Obeid endilgó al gobierno haber hecho ingresar a 4.800 militantes socialistas al Estado.

—La verdad es que no sólo es lamentable lo de Obeid por sus críticas injustas y no veraces al Partido Socialista -además esta gestión es del Frente Progresista-, sino que los que entraron a planta permanente son empleados públicos. Yo lamento que los gremios, que trabajaron tanto con el gobierno de la provincia para concretar este pase a planta, no hayan salido a aclarar. Y que dejen ese manto de sombra sobre todos estos trabajadores, que habían hecho méritos y que además ingresaron cumpliendo todos los trámites correspondientes, y quedan envueltos en una polémica como si fuesen militantes partidarios.

—En este marco ¿cómo sigue el gobierno los próximos meses?

—Con la adquisición de equipamiento en seguridad, obras públicas fundamentales como la construcción de hospitales que van a seguir en marcha, los acueductos a un ritmo más lento pero siguen. Todos querríamos que fuesen a un ritmo más rápido, porque no hay nada más satisfactorio para quien está en una gestión de gobierno que dar respuestas, pero bueno, van a seguir. Todo lo vinculado al hábitat; estamos dando grandes pasos para cumplir con los objetivos que planteó el gobernador de avanzar con el proyecto de lotes con servicios. En paralelo continúa todo el plan de modernización y descentralización del Estado, estamos próximos a inaugurar un data center aquí cerca de Gobernación, con un equipamiento de los más modernos del país.


con la Nación

“En la gestión Bonfatti hemos tenido una buena relación; de hecho en estos días se reunieron el ministro de Seguridad, Raúl Lamberto y Nilda Garré. Cuando planteamos aspiraciones no son quejas o reclamos, son manifestaciones que harían mucho más fácil la resolución de los problemas de los ciudadanos. Creo que si entendemos que podemos trabajar en conjunto, vamos a resolver muchos más problemas. El gobernador, de la misma manera en que lo hace con los legisladores, con las instituciones, siempre antepone el tema del diálogo y el consenso en las relaciones institucionales, a estar generando conflictos que no conducen a nada.

/// EL DATO

Una herramienta estratégica

—¿Cuál es el verdadero estado de salud del Frente Progresista? No se institucionalizó y hubo amagues de ruptura...

— La salud del Frente Progresista es muy buena y las discusiones tienen que ver con la consolidación de un espacio. Y yo digo que es estratégico para la provincia, porque nos ha permitido gobernarla, y hoy tenemos un gabinete en donde el vicegobernador, tres ministros y un secretario de Estado son del radicalismo, y muchos secretarios también, con participación de los otros partidos. Y lo mismo sucede en los municipios. Hoy estamos gestionando, entiendo exitosamente, el gobierno provincial, 24 ciudades (incluyendo las dos más grandes de la provincia) donde viven casi 2 millones de personas, es decir el 65 % de los santafesinos. Y de las 312 comunas, gobernamos casi la mitad. Es decir que una gran parte de donde viven los santafesinos está gobernada por el Frente Progresista, además del gobierno provincial.

Entonces, tenemos un compromiso doble: honrar ese apoyo ciudadano con una buena gestión, pero para eso el Frente tiene que estar consolidado; porque de ninguna manera sus dificultades pueden trasladarse a la gestión. Hemos tenido discusiones y debates, pero nunca han entorpecido la marcha de los gobiernos locales, ni del provincial. Como síntesis, creo que la experiencia de esta construcción frentista en Santa Fe es un muy buen modelo para tener en cuenta para construir un proyecto estratégico alternativo con miras a 2015.